El sonido de tu voz

Capítulo 4

A la mañaba siguiente Backery se encuentra sentada frente a la mesa de la cocina, con un plato de cereal de chocolate, está solo menea la cucharilla al rededor de este, perdida en sus pensamientos, buscando la mejor excusa para salir con Brad después de la escuela.

—¡Cariño! ¿qué te pasa? ¿no tienes hambre? —pregunta Michael su padre— Es tu cereal favorito, ¿te sientes bien?

—¿Ah? —reacciona a la pregunta de su padre.

—¿Qué si te sientes bien? —repite.

—¡Ah! Si, si, si. Estoy muy bien —le responde con una curvatura en la comisura de su boca, mientras come una cucharada de cereal.

«¡Ya, tienes que hablar!» se dice Backery a si misma.

—¡Mamá!

—Si hija, dime —responde Alisa volteando hacia ella.

—Hoy quería —Backery rasca su cuello— pedirte que me fueras a buscar más tarde a las escuelas, quiero ver de qué se trata ese club de talento que hay en la escuela —toca su nariz.

Su madre frunce un poco el ceño, mientras que el corazón de Backery late con mucha fuerza, sintiendo que se saldrá en cualquier momento.

—¡Esta bien hija! —responde su madre con una sonrisa— me gusta que quieras integrarte a los demás chicos, por que eso de estar metida todo el día en la computadora no te hace bien —explica su madre colocando sus ojos en blanco.

De Backery sale un gran suspiro tranquilizador, como si hubiese contenido el aire por mucho tiempo. Esta revisa su teléfono. el cual tiene en sus piernas debajo de la mesa, para revisar si brad le ha escrito. Pero no hay señales de el.

Backery llega muy entusiasmada a la secundaria, nunca se había emocionado tanto de ir a la escuela, ya que normalmente, este es el sitio en el que menos le gusta estar.Incluso al levantarse escogió su mejor camiseta de The Beatles.

Al entrar al salón, está se sienta al final, esperando a ver a Brad entrar por la puerta. Al pasar unos minutos, Brad aún no ha llegado, por lo que se empieza a sentir impacientada, no puede dejar de mover sus piernas, mientras que muerde la uña de su dedo gordo.

De pronto su corazón se paralizó al ver que Brad entra por la puerta. Este chico en verdad era muy apuesto. Cuando Backery lo ve, levanta su mano para saludarlo, pero Addison se atraviesa en su camino, y se acerca a Brad.

—Hola Brad, no nos hemos podido presentar, mi nombre es Addison —ke dice está sonriendo, mientras le extiende su mano.

Brad quién había fijado su mirada en Backery al entrar, ve a esta chica, quién se ha atravesado frente a él.

—Es un placer Addison —le responde con una voz un poco ronca. Pero este aún continua buscando la mirada de Backery por encima de Addison.

Addison baja su mirada, mientras pasa su fleco por detrás de su oreja —Queria invitarte a una fiesta que daré en mi casa este fin de semana, mis padres me dejan hacer reuniones, y bueno —levanta su mirada coqueta haciendo el— me gustaría que fueras.

Este fija su mirada en Addison —Suena bien, pero ¿puedo llevar a alguien?.

Addison arruga su entrecejo —Si, claro —le responde, esperando que en realidad vaya sin acompañante.

—Luego me das la dirección ¿Si va? —le dice este tocando su hombro— ahora sino te molesta, quiero sentarme.

La cara de disgusto que pone Addison es un poema, ya que ella está acostumbrada a que los chicos se peleen por ha lar con ella. Addison voltea y ve que Brad se dirige hacia Backery, quién tiene una sonrisa en su rostro.

Brad, pasa por un lado de Addison, y fija su mirada en Backery, como lo había hecho hacías un momento.

—¡Hola! ¿cómo estás? —le pregunta Brad, sentándose en el pupitre que era al lado de Backery.

—Hola, bien —le responde esta algo apenada, con un tono de voz baja —pense que no vendrías.

—El transporte no pasaba, casi no llego —dice este colocando su morral en el pupitre— es que vivo un poco lejos.

Eso le parece extraño a Backery, ya que siendo una escuela de personas con un estatus social alto, Brad haya tenido que agarrar el transporte. Pero ella no le prestaba atención a eso.

Pero este continua hablando —¿Su iremos al salir de clases?

—Sibclaro, por supuesto —le responde Backery emocionada, pues eso es lo que ella quería escuchar.

Durante la clase de historia Brad le pasa un trozo de papel doblado a la mitad, Backery lo toma en sus manos y lo abre, en el hay una caricatura del profesor, qué hace reír a Backery. Esta solo ve su teléfono disimuladamente, esperando a que llegue la hora de salir.

De pronto suena el timbre, que anuncia el final del día en la secundaria.

Brad, toma su mochila y le dice a Backery.

—¿Estás lista para vivir la nueva experiencia? —le pregunta sonriendo.

—¡Si, vayamos! —le responde esta.

Al salir de la secundaria, el corazón de Backery, late con fuerza, pues nunca se había escapado de sus padres, y tampoco les ha la dicho una mentira, por lo que al estar afuera, detalla cada uno de los carros que hay estacionados, percatándose de que ninguno sea el de su madre.

—Ven, es por aquí —le dice Brad, alejándose del lugar.

—¿Pero no te vienen a buscar? —le pregunta Backery deteniéndose, señalando los autos.

Brad ríe —No a mi no me viene a buscar— yo agarro el transporte.

Backery coloca una cara de no saber de lo que Brad le está hablando.

—¿No me digas que nunca te has subido a un autobus? —ke pregunta Brad.

Backery baja su mirada al piso, avergonzada y le responde —en realidad no, nunca me he subido a uno.

—Entones, esta será tu primera vez —le dice este tomándola por la mano.

El corazón de Backery da un salto, pero no porque se tenga que montar en un autobús público, sino por sentir la mano válida y fuerte de Brad.

Este la lleva hasta una parada de autobuses cerca de allí.

—Aqui esperaremos a que llegue —le dice sentándose en una banca. Backery ve a las personas que allí están paradas y se sienta al lado de Brad.

Al pasar unos minutos llega un autobús largo, de color azul, el cual pone, Ruta 6 en un letrero frente a este.

—Ven, levantate, es este —le dice Brad, subiendo al autobús.

Backery se para frente a la puerta por un instante, mientras que ve hacia los lados, las dudas la invaden de pronto, y empieza a sentir miedo. Pero inmediatamente escucha la voz de una persona detrás de ella.

—¡Por favor jovencita! suba de una buena vez o apartece, y no entorpezca el paso.

Backery voltea y ve a un señor anciano, con cara de pocos amigos. Esta agarra las manillas que están a los lados de la puerta y se impulsa para subir. Una vez a dentro, está busca a Brad entre las personas que están sentadas.

Hay una pareja de chicos besándose, a la cual está ve fijamente hasta que el chico la mira un poco molestó, lo que hace que está voltee submirada hacia otro lado, en donde ve a una madre intentando calmarla a su hijo de unos dos años, el cuello está llorando sentado en sus piernas. Backery continua caminando por el pasillo del autobús has que ve a Brad quién se ha sentado a unos 5 puestos alejado del conductor.

Mientras Backery camina en el pasillo, varias de las personas se le quedan viendo, lo que la hace sentir un poco incómoda, ya que debido a su vestimenta, está llama mucho la atención.

Backery se sienta al lado de Brad, y coloca su bolso en medio de ellos dos, al ver que dos chicos con rostros, nada agradables han pasado por su lado.

—Tranquila, monte pasará nada, yo estoy aquí —le dice este sonriendo— ahora cuéntame ¿cómo es eso que compones pero no cantas? explícame.

Backery se ríe —No es que no cante, es solo que no lo hago delante de la gente.

—¿Por qué? ¿Tan mal lo haces? —le responde Brad— Porque si es así, no me gustaría escucharte.

—No tonto, te aseguro que voz es muy angelical, aunque no lo creas —le responde Backery viendo a través del cristal de la ventana.

—A ver, cantante un trozo de alguna de tus canciones —ke dice Brad intentando motivarla.

—¿Qué? ¿aquí? pensaran que estoy loca. —responde Backery viendo hacia los lados.

—¡Claro que no! si vieras la gente tan extraña que sube a está cosa, no te daría ni la más pizca de vergüenza.

Backery aprieta sus dedos entre sus manos, y mira al suelo en silencio.

—Tranquila, si no quieres, no tienes que hacerlo —le expresa Brad al verla nerviosa, colocando su mano sobre su pierna.