
Lydie veía a su al rededor con miedo, pues sabía que las cosas se habían escapado de sus manos. Nouk y Farah estaban de su lado, pero eso no era suficiente para hacerle frente a los demás demonios que los rodeaban ansiosos por su deceso, para sacarlos de su camino y liderar en grande. Larisa había logrado lo que deseaba, y no faltaba mucho para llegar al lugar por el cual siempre reclamó, sólo le faltaba una persona a su lado, pero sabía que vendría sin siquiera pedirlo.
