La jornada laboral del viernes terminó y Sarah al fin se sentía libre. Usaría todo el fin de semana para dormir y ponerse al día con alguna de sus series pendientes. Antes de poder salir de su despacho, jazmín llamó y entró con una sonrisa: —Jefa, ya es viernes. Esta vez no te escapas. —¿Escaparme? —preguntó confusa. —Vamos a ir a tomar unas copas, la última vez me dijiste que tenías planes. También viene Joss, las chicas parece que tienen cosas más importantes que hacer. Sarah quería negarse, recordando que la última vez que tomó casi abusa de Enzo, o más bien, abusó de su autocontrol, pero negarse nuevamente podría dificultar sus relaciones con los compañeros de trabajo, por lo que asintió sin mucho ánimo. —Pero sólo una copa, que me conozco. —¡Genial! Pues vamos, conozco un sitio

