Abrí los ojos cuando la luz de afuera me perturbó, mi cuerpo se sentía acalorado y sentía que me ahogaba, entonces vi a Bronce abrazándome como si yo fuera un oso de peluche, eso quería decir que el Mimo no se me había aparecido, tampoco tuve ninguna pesadilla, sonreí y solté una leve carcajada, pero mi vientre se quejó, tenía serias ganas de orinar, tuve la iniciativa de ignorar mis necesidades, y seguir durmiendo, pero el calor hizo que mi cuerpo comenzara a picar y sentí que me haría pipí encima del pijama. Gruñí en voz baja, separándome con cuidado de Bronce para no despertarlo, el gruñó un poco y se volteó del otro lado con una mueca de desagrado como si estuviera dispuesto a golpear a cualquiera que lo despertara. Corrí a las escaleras directo al baño, no sabía si había un baño en l

