Sentado en una mesa en su terraza personal en el segundo piso, el príncipe Caspian revisaba unos libros y a su vez, contemplaba a su pareja conversar alegremente en su jardín junto a aquella omega guardia del príncipe Dorian y su hermano menor, Erick. Podría no tener ni idea de lo que los tres estaban hablando tan animadamente, pero la dulce sonrisa que tenía Rhys en su rostro por ello, alegraba al alfa dominante. —Podrías bajar con ellos si es lo que quieres —comentó una voz a su costado. —Estuve con Rhys hasta hace poco, no lo quiero ahogar con mi presencia y tengo trabajo con el cual ponerme al día —le recordó Caspian sin mirarlo. —Ya te has puesto al día con tus deberes. —Me refiero a buscar una forma de lograr que los demás acepten a Rhys como mi pareja y mi luna —aclaró—. Mi proy

