Max. *
Me quedo en silencio con la mandíbula y los puños apretados mientras miro fijamente como ese mocoso asqueroso se atreve a tomar su mano.
-— Vamos Isabel ... Por favor ven conmigo. Mi casa es linda. - Dijo el chico dándole una sonrisa.
Es un chico de unos quince años, mi pequeña aún tiene doce como para que ese imbécil se atreva hablarle de esa forma.
- Tengo que ir a casa. - Le dijo apenada.
Eso me hace sentir bien, al menos no está cayendo ante el idiota ese.
- Mi casa es mejor, llamaremos a tus padres y les diremos que haremos un trabajo. - Sugirió aún sujetándola.
Me puede ser tan estupidez y me acerque hasta quitar su asquerosa mano de ella, la abracé a mi cuerpo y lo mire fijamente.
- Hay cosas que es mejor ocultar del diablo. - Le susurré sombrío.
Se quedó en silencio sin comprender, iba a acercarme a él para dar una lección pero Isabel me tuvo del brazo.
- ¿Podemos ir a casa? - Pidió sin mirarme.
Hice una mueca y lo observé mal, tomé su mano e hice que caminara a mi lado, retiré la mochila y la cargué en mi hombro.
- ¿Quien es ?, No le había visto antes. - Dije intentando parece amable.
Aunque en realidad lo que deseo es saber el nombre del tipo que morirá hoy en la noche.
- No sé, una amiga dijo que era amable, no le había visto. - Reveló subiendo su mirada a mí.
- ¿Tu amiga esa dijo eso? Vaya, que está estúpida, posiblemente es tan tonta que se dejó llevar. No te preocupes, no permitas que te haga algo. - Dije abrazándola.
Se me quedo mirando, entramos al bosque y se detuvo logrando que alce una ceja por ello, se puso frente a mí y estiró sus brazos como cuando era pequeña. Sonreí y la tomé, sus piernas se sujetaron en mi cintura y recargo su cabeza en mi pecho.
- Hacía tiempo que no me pedías cargarte de camino a casa. - Dije extrañado acariciando su espalda.
- Me siento cansada ... ¿Soy pesada? - Preguntó suave.
Negué y sonreí por eso, claro que no lo es. De hecho es demasiado placentero el hecho de tenerla de esta forma.
Llegamos a casa luego de quince minutos, Jack abrió la puerta y al verme solo rodeó los ojos, aún no entendí que ganaba así, así como él tiene problemas yo tengo las mías.
Entré y llegué a su habitación debido a que se ha dormido, subí escaleras y grabé el pasillo hasta pararme frente a su puerta, abrí y mi adentré.
La recosté sobre la cama con cuidado y tomé su rostro con delicadeza.
Me agaché a la altura de sus labios dejando un beso en ellos.
Solté suspiro y la abracé.
- Te amo. - Susurré en su oído.
Se removió un poco así que solo baje de la cama y fui a la puerta saliendo de la habitación. Me topé con Jack quien sostiene los brazos cruzados.
- ¿Creí que iríamos a un plano lo de ya sabes? - Dijo con reproche.
Lo olvidé ... Aunque no sé porque se molesta si en realidad soy yo quien termina haciendo todo y que las cosas funcionan.
- Pensó en que solo nos dejamos llevar, lo llevamos a un lugar lejano y listo. Por ahora asegúrate de que crea que eres el hijo perfecto y aprende a matar como alguien de verdad. - Dije sin más pasando por su lado.
El aire cambio de dirección de manera inmediata y sentí que se movió, caminó un paso, me di la vuelta y me cubrí con el antebrazo el golpe que planeaba darme.
- Eres un tonto, no te atrevas a darme órdenes, no eres más que un loco. - Dijo enfadado acercándose.
Solo alcé una ceja por su comportamiento infantil.
- Ya basta quieres. Es un fastidio que seas así. - Hice sable.
Apretó la mandíbula y los puños, se quejó sobre mí estrellado contra la pared y tomando mi cuello.
- Jack ... Cuando tu oponente es más alto asegúrate de golpear a bajo. - Aconseje estrellado mi puño en su estómago.
Soltó un jadeó y se alejó sujetando el lugar afectado. Me acerque a él con una sonrisa sombría y lo estrellé contra la pared.
- Si eres débil tendré que matarte junto con Jackson hermano. - Recordé con obviedad.
Giré mi rostro aún lado, sonreí y probé la sangre que había salido de mi labio inferior.
- Quisiera saber que se siente. - Dije sin más.
Se quedó en silencio, como si las palabras no le alcanzaran.
- No te mataría Jack, pero deja de ser tan inmaduro. Tú eres mi hermano, pero a ella la amo. - Dije soltando su camisa y dejándolo libre.
- ¿Entonces porque le das más atención a ella que a mí ?, Es molesto. - Dijo acercándose otra vez.
Suspiré y me giré.
- Te espero abajo. - Dije marchándome
Baje las escaleras, llegué al primer piso y fui directo a la salida.
Me marché y lo espere a unos metros de la casa, no tardó en salir. Llegó a mi lado y se mantuvo cerca.
- El plan será llevado acabó unos días antes del cumpleaños número quince de Isabel, tengo planos para eso. - Informé.
Solo me dio una afirmación y continúe.
- Jackson nos llevará a la carnicería, crea un plan con él para atacarme, así que antes de llegar haz que se detenga. Al hacerlo me haré bajar, ahí es donde empezamos a pelear él y yo, una vez que Jackson piense que va ganando llegas por la espalda y listo lo terminas. - Explique de manera sencilla.
En realidad el plan lo acabo de inventar y es fácil, después de todo Jackson ama a Jack, es su favorito.
- ¿Qué pasará después? - Dijo pensativo.
Sonreí, esa es la mejor parte.
- Me iré con Isabel y tú con mamá. Jackson ya no estará así que queda disponible. A ver si así dejas de coger a cualquier golfa. - Dije sin más.
Hizo una mueca y se me quedó mirando con seriedad.
- Es un buen plan ... Pero: ¿Porqué hay que esperar tanto? - Dijo sin comprender.
Solo me encogí en los hombros, en realidad todo tiene un beneficio y siempre está por el mío sin importar que tan egoísta llegue a parecer.
- Es parte de todo, así aprendes cómo hacer las cosas, crees un poco y te haces más fuerte porque de verdad lo necesitas, sin necesitar que estés delgado. Vendrás conmigo a hacer ejercicio. - Dije colocando mi mano en su hombro.
- ¿Cómo lo haces? - Dijo alzando una ceja.
- Ya veras. - Dije sombrío ...
Espero que les guste.
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