Jack.*
Me quedo perplejo sin saber cómo actuar ante lo que está frente a mí.
- ¿Qué es esto? - Murmuré.
Max mostró una sonrisa oscura y se acercó a uno de los cuerpos desmembrados.
- Trabajo, aunque también funciona de ejercicio. - Dijo tocando el rostro desfigurado de esa persona ... No puedo saber si es hombre o mujer ... Ni podría llamarlo persona con tanta seguridad.
- Creí que matabas por diversión. - Dije sin comprender el porque lo llama trabajo.
Soltó un suspiro y se acercó a mí, colocó su mano en mi hombro y me hizo caminar a su lado.
Grabé el pasillo de esa casa hasta una puerta grande de metal, la abrí y no pude evitar llevar mi mano a mi nariz para que el olor a sangré y carné no me invadiera.
- Conocí a un hombre en el pueblo, dije que podríamos llevarnos bien, tuve curiosidad, así que fui con él.
Cuando llegue a su casa intento matarme, me dio risa cuando me dio un cuchillo, luego dije que podría trabajar para él. - Explicó encogiéndose en los hombros.
- ¿Qué clase de trabajo? - Dije haciendo una mueca.
Sonrió y se acercó de golpe logró que de par de pasos hacia atrás, resbalé y caí al suelo de espaldas.
- Supervivencia. Es un juego interesante, un par de turistas llega al pueblo y gente de ahí recomienda el juego, le pagan a ese tipo por jugar y yo me encargo de lo demás. - Indicó sin darle importancia.
Fruncí el ceño aún sin comprender cual es el ejercicio en todo esto.
- ¿Cómo te ejercitas? - Alcé una ceja sin llevar acabó la idea de entendimiento por completo.
Estiró su mano ha mi dirección y la tomé, sonrió y me presionó de un solo jalón sin necesidad de que yo me apoyara.
- El juego consiste en: Alejarte del loco del bosque, si te atrapas pierdes. - Dijo soltando una carcajada.
- Lo más divertido es que no solo pierdes dinero, sino la vida también. - Dijo entré risas.
- ¿Qué pasa si uno logra escapar? - Cuestioné cruzándome de brazos.
Me sorprendí cuando tuve un hacha, se giró ha mi dirección y aún mostraba esa sonrisa que podría que cualquiera quisiera llamar a un manicomio para encerrarlo.
La tomó a mi dirección, aunque esta solo hizo roce con mi mejilla. Se encajó en la cabeza de una de las chicas y Max llevó sus manos a su rostro.
- Nadie a logrado hacerlo, nadie, todos mueren bajo mis manos, es tan increíble Jack, sus rostros llenos de miedo, su sangre salpicando ... Cuando piden piedad. - Susurró riendo despacio aún ocultando su rostro.
Esta demente ... Más de lo que llegue a pensar, quizás un poco más que yo.
- Eso es porque Max se deja llevar idiota. - Dijo la voz en mi cabeza.
Me acerque a él quien se quedó en silencio. Justo iba a tocar su hombro cuando miraba de inmediato, ahora estaba serio.
- Los ejercicios realizados debido a que correteó a esos turistas por bastante tiempo, carga armas y esas cosas. Sin problemas que tengo trampas por el bosque. - Dijo sacando un extraño papel.
Es pequeño, me lo entregó, lo abrí y este solo tenía un número: El 10.
Levante la vista esperando a que me dijera que era lo que significa.
- Es el número de trampas que hay por la zona, todas son bastante peligrosas, aunque ninguna te mata. - Dijo quitándome el papel.
- ¿Porqué no ?, Sería más sencillo. - Opine con obviedad.
- La diversión es la tortura, aparte así hacemos más dinero, me grabó en el acto y vendemos las cintas a los directores de películas de terror que creen que es falso pero con muy buenos efectos, el dinero mueve muchas cosas y el hecho de hacer esto solo me hace sentir extasiado. - Dijo sonriendo.
Sonreí un poco al imaginar que sería bastante divertido, tal vez la voz tenga razón y solo debería ser como Max, dejarme llevar.
Un sonido me saco de mis pensamientos y luego escuchamos una voz viniendo de una bocina.
- Muchacho Hay dos pequeñas en el matadero. - Avisó una voz masculina con burla.
Max mostró una gran sonrisa y se acercó a mí.
- Irás Jack, Las trampas son notorias para personas como nosotros, analiza o terminarás muerto. - Dijo tomándome del brazo.
Me saco del lugar y me cerró la puerta en el rostro ... ¿No va a ayudarme el idiota o qué?
Estuve ahí esperando a que saliera pero no lo hizo, solté un suspiro lleno de pesadez y empecé a caminar recordando cada una de las palabras que dijo: Las trampas son fáciles para personas como nosotros ... Sino lo haces bien morirás.
Hice una mueca, que clase de instrucciones son esas después de mandarme a un lugar del cual no volverá.
Escuché pisadas y eso me hizo quedarme quieto un momento. Sonreí y empecé a caminar despacio.
Me detuve al ver un extraño alambre de púas en el camino ... ¿En serio Max ?, Eso es demasiado obvio. Me di la vuelta y mis ojos se abrieron al sentir que una flecha pasaba por un lado de mi rostro ... Me caí al suelo e hice una mueca al sentir que mi mano caía sobre el alambre de púas.
Apreté la mandíbula y lo jale quitándolo de mi carne, maldito bastardo, es verdad ... Ese idiota es inteligente.
Dijo que había diez trampas y sino yo equivoco estás serían las más inocentes.
Me puse de pie una vez más y seguí mi camino, empecé a correr tratando de que ninguna trampa me golpeara.
No sé cuento tiempo llevo grabando el bosque, solo que empieza a ser de noche y Max no ha demostrado su rostro por ningún lugar ni las chicas.
Decidí parar un momento y me quedé cerca de un árbol, maldito imbécil, si me dijera las cosas mejor y me ayudara a evitar que esté pasando por ésto, cuando éramos pequeños era diferente, hasta que llegó la cosa de Isabel a arruinar nuestras vidas y que él se interese en ella, mamá igual y eso es lo que más me enferma todos detrás de las tiernas y linda Isabel.
- Matala - Consejo la voz en mi cabeza.
Una sonrisa sombría se pudo en mi rostro, la retiré de inmediato y llevar mis manos a mi cabeza.
- Max me mataría antes de que pudiese tocarle un cabello. - Susurré bajo.
Me sorprendí al escuchar un ruido, sin darme cuenta la noche había caído y él estaba frente a mí con una mirada oscura que solo demuestra enojo.
- ¿Así quieres ayudar a matar a Jackson? - Preguntó con ironía.
Me quedé en silencio y baje la cabeza. La levanté de inmediato al ver como arrojaba a mis pies un par de cabezas.
- Cinco minutos en encontrarlas, diez golpeando y atrapando. Veinte de tortura y me detuve a descansar esperando a que estuvieras al menos unos metros cerca de donde estaba ... Eres patético. - Dijo apretando la mandíbula.
- Me lanzando al matadero solo, caí en una trampa, casi muero y parece que no te interesa, quiero aprender pero no me ayudas. - Reclamé.
Alzó una ceja y se acercó, se puso en cuclillas frente a mí y me moví fijamente, buscando algo en mi mirada.
- Bien, paso a paso ... Pero una falla y te mato yo mismo. - Advirtió señalandome ...
Espero que les guste.
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