Prólogo
¿¡Qué estás haciendo?! — oí los gritos
de mi padres así que me levanté a ver
que estaba pasando.
¡Me voy! Ya suéltame el brazo-mi
madre se separó de mi padre.
—Sé que hemos tenido dificultades pero
no solo puedes irte y dejarnos porque las cosas se ponen difíciles —mi padre la siguió a la habitación mientras ella
hacía sus maletas sin siquiera tomarse
un momento para respirar.
¿Difíciles? Te parece que las cosas se
pusieron dificiles? —rió burlona—Las
cosas siempre han sido dificiles contigo.
—No hemos tenido lo mejor pero
lo hemos afrontado como familia y
ahora tú sólo quieres huir —la miró
atentamente, No puedes hacernos
ésto.
Esta no es mi vida, esto no era lo
que quería cuando me fui contigo.
Me prometiste el mundo y que tengo
Estrés cada día por no poder pagar
las cuentas? Esto no es vida, Aexel —
Me miró a mi parada en la puerta
—¿Hacerles? ¡Mirala! tiene cuatro años,
no sabe ni siquiera que esta pasando
aquí
Mi madre salió por la puerta
haciéndome a un lado y mi papá salió
detrás de ella intentando alcanzarla
pero no lo logró, mi madre ya había
dado el portazo. Se había ido y nos había dejado solos.
Mi padre me sostuvo en sus brazos y
pude ver el rojo en sus ojos, iba a llorar
y yo no entendía el por qué ¿A dónde se
habia ido mami?
—Tranquila, todo estará bien.
Estaremos bien—Me recostó sobre la
cama y besó mi cabeza, cerré mis ojos y
todo se puso oscuro.