CAP. 24 - LA VUELTA
La masacre de ésos días había diezmado la población mafiosa. Ágata ordenaría que se ejecutaran los rituales de iniciación, ineludibles para aquellos que querían pertenecer.
El ingreso formal a "La Familia" mafiosa solía estar marcado por un rito muy simbólico, que recalcaba la lealtad incondicional a la organización y sus normas. Este ritual de iniciación, especialmente para convertirse en un m*****o oficial, era muy conocido en las mafias italoamericanas. La prueba de lealtad
Antes de la ceremonia, el candidato debía demostrar su valor y honradez. Esto a menudo implicaba cometer un acto delictuoso en beneficio de la organización, como un robo o incluso un asesinato.
En una habitación especial, los miembros de alto jerarquía se reunían para presidir la ceremonia.
Se hacía un pequeño corte en el dedo del aspirante para que derramara unas gotas de sangre, simbolizando su compromiso de "sangre" con la estructura maleante.
El postulante sostenía una imagen de un santo, como San Jorge, que luego era quemada en sus manos mientras juraba lealtad perpetua y silencio bajo el código de "Omertà".
Durante el juramento, se pronunciaban frases que advertían las derivaciones de traicionar a la organización, habitualmente la muerte. El castigo más severo. El silencio. Ser leal a la Familia, por encima de todo, inclusive la vida propia. Tampoco se podía salir fácilmente.
Era un evento hondamente simbólico que fortalecía los lazos dentro de la organización.
Romper la lealtad en la mafia, era considerado una de las mayores traiciones. Las consecuencias eran severas y casi siempre mortales. Se lograba, seguro, la
ejecución inmediata. Enorme advertencia para ingresantes y otros miembros. Otros métodos eran los simbólicos. Métodos de ejecución diseñados para enviar un mensaje claro, como dejar un objeto alegórico junto al cuerpo, por ejemplo, un pescado envuelto en papel, indicando que el renegado duerme con los peces. ¡Tantos códigos!
Se planeaban venganzas contra la familia. Las consecuencias no solo afectaban al traidor, sino también a sus seres queridos, como una forma de afirmar que nadie más considerara entregar a la estructura.
En ocasiones, algunos traidores eran meramente expulsados y separados, lo que los dejaba flojos y sin protección frente a contrarios externos.
Cabe señalar que muchos de estos principios se derivaron de las prácticas y valores sicilianos que emergieron en el siglo XIX, cuando los primeros grupos mafiosos comenzaron a formarse en Sicilia.
La extrema dureza era otro valor para la mafia. La excelencia en el manejo del miedo, respeto y sentido de pertenencia. ¡Pero claro que había premios y no solo castigos!
La rectitud era premiada con ascensos, protección y beneficios financieros.
Había que lograr que la traición se sintiera como traicionar a su propia familia
Pertenecer era un honor y una enorme responsabilidad. Así se conseguía un apoyo que era trascendente para la supervivencia en el mundo.
Mucho se ha dicho sobre bautismos conocidos:
Me siento en la mesa. Hay vino. Alguien puso una pistola y un cuchillo delante de mí. El arma era una 38 y el cuchillo era lo que llamamos una daga. Maranzano el jefe, nos anima y decimos algunas palabras en italiano. Luego Joe Bonanno me pincha el dedo con un alfiler y aprieta hasta que sale la sangre. Después, el Sr. Maranzano dice, 'Esta sangre significa que ahora somos una Familia'
Buscetta, dijo que cuando le pincharon el dedo, la sangre se transfirió a una imagen de un santo, que luego se quemó. Buscetta juró entonces que, si desobedecía las reglas, "mi carne se quemaría como este santo". Una variante de este juramento es "Como queme este santo, así quemará mi alma. Entraré vivo y tendré que salir muerto".
Jimmy Fratianno, describió al capo pinchándose el dedo y diciendo: "Esta gota de sangre simboliza tu nacimiento en nuestra familia, somos uno hasta la muerte".
La ceremonia termina con un beso que se da en ambas mejillas de los nuevos mafiosos.
Ágata era una mujer decida, y a sabiendas de que esa breve y accidentada luna de miel acabaría, le dijo a Alfonso que debían volver. Ella tenía que hacerse cargo de la organización y resolver los ingresos o incrementarlos. Los secuestros siempre salieron bien. Y no le podía fallar a su difunto padre.
Muy dentro suyo, una jovencita que amaba las historias de Hollywood, quería un amor similar al de Clark y Carole.
Clark Gable estaba casado con su segunda esposa, pero eso no impidió que junto a Carole Lombard vivieron un romance apasionado y lleno de complicidad, que comenzó en los años 30. Aunque se conocieron en 1932 durante el rodaje de la película No Man of Her Own, su relación romántica fue maravillosa
Carole Lombard, conocida por su humor y espíritu libre, conquistó a Gable con su personalidad única. Su relación fue intensa y divertida, marcada por bromas y gestos románticos. Por ejemplo, en una ocasión, Lombard le regaló a Gable un coche destartalado pintado con corazones para el Día de San Valentín.
Se veían en secreto como ella y su Alfonso y ella estaba casada como Gable. Muchas coincidencias.
Finalmente, sus actores preferidos, se casaron en 1939 en una ceremonia discreta. Su matrimonio fue considerado uno de los más felices de Hollywood. Como el que Ágata soñaba para sí misma.
Clark Gable y Carole Lombard compartieron una vida llena de amor, humor y complicidad. Su conexión era evidente, aun cuando al romance lo hayan vivido inicialmente en secreto.
La pareja vivía en California, donde disfrutaban de una vida tranquila lejos del bullicio de Hollywood. Lombard era una apasionada de los animales y tenía varios perros que compartían su hogar con ellos. Gable, por su parte, adoraba la naturaleza y pasaba tiempo cazando y pescando en el rancho.
Eso añoraba conseguir la jovencita, adoraba a los gatos y a su Toro, quién amaba a la naturaleza. Había que dejar Sicilia, la Abadía y todo lo grato que tuvo la convalecencia de su amante. Volver a la rudeza de una vida que casi, puso en duda. Regresar a la banda y asumir el título de Jefa. Y ser la comandante que se esperaba que fuera. Eso debía. Regresar a las armas, y a otra Familia.