Mientras ella no podía sacarse de la mente los besos, las caricias y cada momento íntimo que habían compartido, él ni siquiera le había dedicado un mensaje o una llamada por cortesía. Había asistido a la cena oficial de compromiso, había estado con ella… pero desde aquel día, no había vuelto a saber nada de él.
Su suegra le había dicho que los hombres viven los compromisos de manera distinta. Mientras una mujer enamorada espera con ansias ese día dichoso, un hombre se lo toma con seriedad. De cualquier manera, aunque Valentino hubiera querido estar cerca, no habría podido. En unas horas, el Señor Vianney viajaría con él al extranjero por asuntos de trabajo.
Después de darse un baño, seguía en bata, indecisa. ¿Debería llamarlo para saber cómo estaba? ¿Sería cierto lo que Greta decía, o si
