Valentino se había alejado de ella. Uno de los antropólogos se le había acercado para conversar sobre futuras expediciones. Mientras la embarcación avanzaba, Lenet lo contempló en silencio, con una mezcla de admiración y ternura. Pero pronto su mente se perdió entre pensamientos, su mirada fija en el paisaje que pasaba lentamente.
«Cuánta razón tenía Hades… ¿Quién puede ser completamente honesto sin volverse cruel? Esto es lo que siempre soñé. Pero Hades existe en mi vida… y me dijo que tenemos un pacto. Tendré que decirle la verdad a Valentino. Jamás volverá a mirarme como lo hizo hace un momento. Él cree que soy perfecta. Para mí, él lo será siempre… sin importar lo que ocurra de ahora en adelante.»
—¿Lenet? ¿Estás bien? —preguntó Valentino con voz preocupada.
Ella se volvió hacia él,
