Enamorado De Mi Vecino

Y aquí comienza todo Me levanto de mi cama por la mañana como todos lo hacemos o eso creo, es una mañana muy triste para mí ya que hoy es mi último día de clases y no es porque terminare un año lectivo o algo así, resulta que mi padre decidió cambiarse de casa por temas de su trabajo y por eso nos mudaremos junto a mi mamá. Recuerdo que un día él llego y nos explicó esto, para ser sincero al principio no me agrado la idea para nada, tendré que dejar a mis amigos de toda mi vida, también dejar vivir aquí solos a mis abuelos y ellos me han criado la mayor parte  ya que mi mamá y mi papá se la pasaban explotándose en sus trabajos, al final entendí que es para un buen futuro, pero lo tomare como un nuevo comienzo. Me dirijo al baño y al entrar me miró a través del espejo. Normalmente soy un chico que mide 1.67, cabello castaño oscuro, ojos marrones, no soy tan delgado que digamos, según me consideran un chico muy apuesto, pero yo no me veo así, ahora cargo unas ojeras que parezco un panda, pero sé que se me quitaran, aparte de eso también estoy hecho un desastre y el problema es que últimamente estoy comiendo muy poco y desvelándome ya que como les dije, esto no es algo fácil para mí.   Flashback Un día como cualquiera veo a mi Papá llegando a casa con un rostro muy distinto, la verdad no sabía si era por felicidad o tristeza. -tengo que contarles algo – dijo mi papá – nos mudaremos de casa. La verdad me llenaba de intriga, no entendía ya que nosotros no podíamos darnos esos lujos porque no contábamos con la economía suficiente.  - ¿Quieren saber los motivos? – continuó mi papá –  Bueno… Resulta que el jefe de la empresa de mi Papá, tenía los días de vida contados según sus médicos, debe ser fatal que te digan cuantos días de vida te quedan, es como un videojuego pero en la vida real. Él por alguna extraña razón no tiene familia y como mi papá fue el mejor empleado y amigo, muy fiel sin pedir nada a cambio, le heredo todo su legado en la empresa que papá trabaja, Al principio él no quería aceptar todo lo que el tal señor le quería dar pero según cuenta papá que después de leer la carta que le dejó quedó sin palabras y acepto todo lo heredado que por cierto nunca me enteré de lo que contenía la carta ya que sólo la leyeron ellos.  Desde ese momento mi papá tenía en mente cambiarnos de casa en un lugar lejos de la actual por lo que la empresa que le heredo no queda cerca por eso también el pasaba semanas fuera de casa y ahora que será el dueño sería un cargo más difícil, pero aun así no estaba decidido.   Fin del flashback   Desde ese momento se me a revuelto todos mis sentimientos, y por esa razón estoy de esta manera hasta hoy ya que es el día que tendré que despedirme de todo. Me doy un baño corto para después ponerme mi uniforme mientras solo pienso que es la última vez que lo usaré, de pronto se me viene a mi mente los buenos momentos que estuve mientras iba a estudiar, me lo termino de poner y comienzo peinarme, realmente siempre me peino, pero al final termino con mi cabello alborotado y me gusta más así, baje a la sala y  mi mamá me estaba preparando unas tostadas con chocolatada.   -buenos días Don! ¿Cómo así te levantaste tan temprano? – dice sorprendida –     -buenos días mamá, al parecer no tenía tanto sueño al igual que en estos últimos días  –  digo con mi voz un poco quebrada –    -lo sé mi vida, entiendo, pero sabes que no ganaras nada con estar así, mejor disfruta este día.   -no sabes lo duro que es para mí separarme de mis amigos de la infancia. –  digo mientras mis ojos ya se estaban poniendo rojos –    -tranquilo hijo, mira ya está listo tu desayuno –  dice dejando la conversación en segundo plano – cómetelo rápido o llegarás tarde! Comienzo a comer mi desayuno mientras mi mamá fingía estar de buen humor, en unos cuantos bocados termino de desayunar, me levanto agarro mi maleta y salgo directo a mi colegio. Mi maleta pesa demasiado ya que hoy les dejaré algunas cosas a mis amigos para que no se olviden de mí. Sé que no tengo que recurrir a lo material, pero creo que es mejor por el momento. Quiero distraerme para estar tranquilo, pero no puedo dejar de pensar que hoy es el último día que veré a esas personas que me hacen reír en el infierno llamado colegio, en serio duele. Cada paso que doy siento como que me están quitando una parte de mí, quise decir una gran parte de mí, no veía por donde iba ya que todo el camino fui con la mirada pegada en el suelo.  Levanto la mirada y ya había llegado al colegio, quedo mirando cada detalle sin ver por donde camino y por distraído tropiezo con alguien haciéndolo caer..   - fíjate por donde caminas! –escucho que alguien dice con una voz que da miedo –  No demora en levantarse para hacerme caer al suelo. Sinceramente no sabía cómo reaccionar por lo distraído que estaba.  - disculpa... – digo levantando la mirada para ver quién era y me quedo congelado por un momento –  Es el chico cual me hace dudar de mi orientación s****l, es el típico chico malo que rompe las reglas, es muy alto mide 1.80, su mirada es penetrante y su cuerpo muy atlético carga la chaqueta deportiva emblemática del colegio y supuse que hoy le toca algún entrenamiento. Nuestras miradas chocan y el tipo cambia de carácter, de estar enojado a una de avergonzado.  - Eh... disculpa por gritarte. –dice estirando su mano para levantarme–   - fue mi culpa, discúlpame  –digo mientras me levanto–   -vamos que llegaremos tarde a clases!   Comenzamos a caminar aunque yo tenia que correr porque el da pasos mas largos hasta llegamos justo  un minuto antes que cierren la puerta, una vez dentro ya comenzamos a caminar dirigiéndonos a nuestra aula.  -oye, por cierto ¿Cuál es tu nombre? – dice con su voz agitada mientras seguimos caminando –   -me llamo Don – le respondo tartamudeando y agitado –   -bueno! mucho gusto, me llamo Eduardo. Después de esto un silencio incómodo se estaba formando junto a lo que yo estoy nervioso, pensando que lo estaba ocultando. - acaso estas nervioso? – pregunta rompiendo el silencio –   - no! ¿Por qué lo dices? – Mi cuerpo comienza a temblar –   -por nada, solo que parece que te cuesta hablar, es el primer día que te hablo estas temblando como una nena, pareces a esas chicas que están enamoradas de mi pero no les doy tanta importancia, igual tranquilo! Si a ellas no les hago nada, a ti creo que tampoco.   -Qué? –pregunto aún más nervioso –  Lo miro a los ojos y él me da una sonrisa coqueta y encantadora – siento que me estaba derritiendo por dentro pero no quiero sentir esto! – Antes de llegar a nuestras aulas revisamos nuestros casilleros y por suerte el suyo no queda tan lejos al mío, agarramos nuestras pertenencias, entramos al aula y algo esta raro ya que estaban las luces apagadas por lo que decido encenderlas.  -Sorpresa!!!! – escucho unos gritos –  Me quedo sorprendido ya que todos mis compañeros y amigos están con globos junto a una mesa llena de comida  -qué está pasando? – pregunto sorprendido –   -Don hoy es tu último día en este colegio, ¡por lo que decidimos hacer este detalle!  – dice Eva, mi mejor amiga –   - en serio hicieron esto por mí?   -para quien más?  –Dice con un tono sarcástico– aparte es el mejor momento ya que después de receso nos toca ir al salón de gimnasia y no tendremos oportunidad de hacerte este detalle. Todos están felices y así quería que me despidan porque después me va a doler más si era triste. El tiempo pasaba rápido y el día se hizo corto bueno demasiado diría yo, de pronto sin darme cuenta ya era el tiempo para ir a clases de gimnasia, la verdad siempre espero unos minutos porque tengo que irme a cambiar de ropa en los vestidores y no me gusta que otras personas me vean en ropa interior. Voy llegando a los vestidores y veo que las luces están apagadas, solo entra la luz del sol por unas ventanas pequeñas, efectivamente no veo a nadie dentro y decido cambiarme lo mas pronto posible, el uniforme es un calentador color n***o y una camiseta blanca con bordes negros, la verdad me encanta. Ya estando en bóxer – cargaba unos blancos – siento que alguien me agarra de la cintura y me asusto,  me giro para ver quién es pero no logro verlo rápido y me empuja contra la pared para agárrame fuerte de la cintura y se apega mucho a mí hasta que puedo sentir su respiración, pero esta vez no estaba nervioso siento algo de placer y miedo al mismo tiempo. Por fin logro ver quien es y me sorprendo al saber que es Eduardo que aun cargaba puesto su uniforme deportivo, pero esta vez no lleva puesta su chaqueta. - te estaba esperando Don… – dice mientras ser acerca su boca a mi oído –   - te está pasando algo? – le pregunto confundido –   - tú me gustas y la verdad te lo he querido decir desde algún tiempo, pero se me hacía muy complicado y ahora no puedo ocultarlo. – dice mientras veo como su mirada queda mirando mis labios – ¡En serio está pasando esto ahora! No sé qué decir, esto es lo que siempre he esperado, pero en estos momentos es lo que menos desearía. Me quedo callado mientras desvío mi mirada sin darle alguna respuesta.  -discúlpame, pensé que…    -no! en realidad también me gustas, pero...   - no quieres nada conmigo...  –dice algo triste –   -no! ¡no es eso!   - entonces?   -como sabes, hoy es mi último día aquí, hubiese preferido que me lo digas antes.   - lo sé, tenía planeado decírtelo, pero creía que me ibas a rechazar o pensaba que no eras gay.   -y no lo soy! – le grito –   - entonces estaba en lo correcto – dice mientras agacha la mirada –   - pero, contigo siento algo distinto porque siempre me has gustado.   -es en serio?   - no tendría por qué mentirte.   No sé en qué momento pasó, pero sentí como sus labios de conectaron con los míos, he besado a pocas chicas y se me hace muy raro sentir los labios de un chico, al principio no le respondía al beso pero no pude resistirme ya que besaba muy bien. Siento un ligero sabor a alcohol con un olor a cigarrillo por lo que supuse que andaba algo mareado, veo como se quita su camiseta y después su pantalón para quedarse en bóxer, el cargaba unos negros y se lo veía tan sexy con su cuerpo tonificado. Cada vez que pasaba el tiempo nuestro beso comenzaba a ser más ruidoso, pasaban varias personas por el vestidor así que decidimos meternos a las duchas y abre una para evitar sospechas, mientras los chorros caían en nosotros siento un erección en su entrepierna y eso hizo que me provoque lo mismo. Comenzó a frotar su erección con la mía aún por encima del bóxer y me prendió aún más, sentía satisfacción y comencé a gemir de manera que el solo me pueda escuchar. -quieres hacerlo? – me pegunta –   - no creo estar listo aun para tener sexo con un hombre. – digo entre dientes –   -está bien, quieres que sigamos así?   -si… Volvió a besarme, pero esta vez me agarro mi erección y la comenzó a manosear, me daba mucho placer así que le comencé hacer lo mismo y lanzo un gemido placentero que me hizo prender aún mas de lo que estaba, esta vez comenzó a pasar su lengua por mi cuello hasta llegar a mi boca, sentía el amargo de mi perfume, pero era por un corto momento. -Eduardo... – le digo con mi respiración entrecortada – Y así seguimos hasta que los dos terminamos al mismo tiempo, después de eso nos dimos una verdadera ducha y salimos a donde estaban los demás de nuestra clase. Saliendo me acerco a Eva y me ve algo extraño ya que cargaba el cabello mojado. -Don es extraño que te des una ducha… Veo cómo ve a Eduardo y los ojos se le hicieron como platos, estaba totalmente sorprendida. -no me digas que… -no! solo nos dimos una ducha! -está bien, te creeré Eduardo sin prestarle atención a lo de Eva me pregunta si nos veremos a la salida y le asentí con la cabeza por lo que salió corriendo ya que le tocaba jugar baloncesto. Entonces así pasé las horas que quedaban con Eva hasta que llegó el momento de la salida, ya íbamos a recoger nuestras cosas y nos regresamos al aula, al llegar todos los chicos me comenzaron abrazar mientras les dejaba las cosas que les traje y las lágrimas se me querían salir, pero me contuve.  -Don quiero decirte que te vamos a extrañar eres una gran persona y nadie reemplazara este vacío que nos vas a dejar, espero que te vaya excelente en esta nueva etapa de tu vida... – dice uno de mis amigos –  te extrañaremos...  Me da un abrazo mientras sus lágrimas caen en mí, no pude más y también se me sueltan las lágrimas. Después los demás comenzaban a darme sus palabras de despedida, para mí no fueron de despedida de hecho son apoyo para mi nueva vida. Cuando todos ya terminaron de hablar nos dimos un abrazo grupal y comenzamos a llorar, no puedo contenerme es algo demasiado doloroso. Nos separamos y nos dirigimos a la salida. Ya estando fuera Eva se me acerca dándome un fuerte abrazo.  - Don, no sabes cuánto te extrañare... – dice llorando–   -tranquila, pronto volveré...  – digo de igual manera –   -nos vemos pronto mejor amigo... Después todos ellos se van y me dejan solo, Camino un poco y un carro enciende las luces hacia mí... Ya me violaron. –pensé– Trato de ver quien era y logró ver que era Eduardo en su auto y toca la bocina.  -te estaba esperando – el dice mientras baja la ventana –   - se me había olvidado que me dijiste que nos veamos a la salida.   -por cierto, no te dije nada cuando todos te abrazaron, no me gusta ese tipo de despedida, siento que seré uno más del montón, aparte quería despedirme como se debe.   No sé qué decir, de seguro ahora estoy más rojo que un tomate ya que nunca me ha sucedido algo parecido, me refiero a que un chico se interese por mí.   -deja de estar parado, que tal si te llevo a tu casa? Te dará un fuerte resfriado si vas caminando a esta hora.   -está bien.  Me subo en el puesto del copiloto, me mira con una sonrisa encantadora y arranca. Mi casa no queda tan lejos por lo que no tardamos mucho en llegar, una calle antes de llegar estaciona su carro en un callejón oscuro y por casualidad no había nadie por allí.  -que hacemos aquí? – le pregunto un poco asustado –  Intento bajar del carro, pero esta con seguro.  -no te haré nada malo, solo esto.  Me agarra de mi barbilla y me roba un beso, así estuvimos un buen tiempo de esa manera hasta que nos separamos.  - dime que no te irás por favor  –dice mientras me mira fijamente–   - tengo que irme, aunque no quisiera.   -por qué hoy? – pregunta un poco triste –   - no fue decisión mía, fue la de mis padres. – Ya en este punto comencé a sentir algo de tristeza –   - sabes eres el chico más lindo que he conocido y ahora te vas, no es justo!   -la vida nunca será justa, o eso creo.  Después que dije eso estuvimos callados unos minutos hasta que decidí romper el silencio.  -oye, tengo que ir a mi casa para hacer mis maletas.  Él no dice nada y esta vez sí me deja fuera de mi casa, me bajo de su auto al igual que él, y nos quedamos parados frente a frente.  - bueno, hasta aquí llegó esto, no sé si nos volvamos a ver en un futuro, pero por ahora será un hasta pronto. – le digo –   -es verdad creo que será un hasta pronto, te irá de lo mejor.  Le doy un abrazo y entro a mi casa, al entrar saludo mis abuelos y subo rápido a mi habitación. Comencé a arreglar mi maleta, ya me faltaban pocas horas, no soy muy ordenado por lo que pongo como sea mi ropa. ¡ya! —digo al terminar de hacer mi maleta— Después de eso, veo mi celular para ver la hora y cada vez queda poco tiempo para que llegue mi mamá, me dijo que se iba de compras para llevar cosas que necesitara para el viaje. Salgo de mi cuarto, bajo las escaleras mientras cargo mi maleta y me dirijo a la sala. Al llegar veo a mis abuelos que están llorando y se me parte el corazón en mil pedazos asique me siento en medio de ellos. -Espero te cuides y cumplas todas tus metas – dice mi abuela – - gracias abuela y tranquila, no me iré para siempre, la vendré a visitar -esperemos y sea pronto, te extrañare, tu abuelo también pero ya lo conoces como es y no le gusta que lo vean llorar. No puedo tratar de evitar que mis lagrimas salgan y les doy un fuerte abrazo porque sé que me hará demasiada falta. Después de unos minutos escucho que tocan la puerta, de seguro era mi mamá, la abrí y era ella con su cabellera rubia y su uniforme de trabajo. —hasta que al fin llego —dice mi mamá con una voz agotada— —Hola mamá. —digo acercándome a ella— —Hola Don! ¿Qué tal tu día? —bien, supongo...—digo sin ganas— — déjame despedirme de los abuelitos y nos vamos ya que nos queda poco tiempo. Después que se despidió, mamá y yo levantamos las maletas y salimos. Llamamos a un taxi y le pedimos que nos lleve al aeropuerto, después de eso guardamos las maletas en la parte trasera. El camino de mi casa al aeropuerto no era tan cerca, se tomaba unos treinta minutos en llegar y ver el panorama en la oscuridad no es nada bonito porque no se puede apreciar nada más que a la oscuridad. Me pongo mis audífonos y pongo cualquier música el mi celular y la primera en salir fue "Let Her Go -Passenger" creo que es la adecuada para este momento, su significado es genial, pasó el tiempo y llegamos, al bajarnos veo que mi papá nos está esperando en la entrada, lo saludó y entramos.  Él ya tenía los pasajes solo faltaba esperar a que nombren nuestro vuelo. No tardaron en nombrarnos y nos dirigimos al avión, esperamos otro tiempo más hasta que nos subimos, estaba algo nervioso ya que es mi primera vez que viajo en avión, al momento que despega sentí que mi corazón se iba a salir por mi boca, una vez que ya le perdí el miedo sentía los ojos pesados y sin darme cuenta me quedo dormido. --------------------------------------------------------------------------------------------------------- -Don...Don... ¡Don!, despierta que tenemos que bajarnos, ¡ya llegamos! —escucho dentro de mi sueño— Abro un ojo y veo que mi mamá está parada al lado mío, me levanto de mi puesto y nos bajamos del avión, al bajarnos salimos del aeropuerto y mi papá llamó a un taxi y le dijo la dirección de nuestra nueva casa al conductor y nos subimos al taxi y arranco. El camino fue espectacular, ver cosas nuevas. Ya estábamos llegando y por lo visto papá había escogido una casa cerca de la playa ya que veía la arena con el oscuro anochecer y la luna dando su luz. El taxi entra a lo al parecer es una ciudadela y me quedé con la boca abierta ya que era hermosa, este lugar me va a encantar. Llegamos y nos bajamos del taxi, y unas personas al parecer trabajan para ayudar a la mudanza nos ayudaron con las maletas. Al entrar a nuestra casa veo que es muy linda, es algo pequeña, pero me encanta. -tu cuarto será el de arriba, Don. —dice mi papá — Fui lo más rápido que pude a verla, es una habitación mas grande que la anterior y lo primero que pensé fue en las cosas que tengo son pocas, pero sé que con el tiempo llenare toda mi habitación, regreso a la sala y los de compañía de mudanzas dejaran todo arreglado. -Papá será que puedo salir un momento? – le pregunto emocionado – - No conoces, después puedes perderte. -no estaré lejos de aquí, por favor papá!  -está bien, solo no demores. Es verdad, mi papá más que nadie me conoce y sabe que lo más probable es que me pierda. Saliendo de la casa veo a mi alrededor y no hay nadie, hay más casas una mas grandes que otras, pero todo está apagado, parece un lugar muerto sin nada de habitantes. Miro la casa que esta después de la mía y es mucho más grande, esa por lo menos tenía las luces encendidas. gracias a esas luces veo un tronco de un árbol el cual fue cortado pero lo dejaron allí, así que decidí quedarme sentado para ver un poco las estrellas, de la nada comienzo a escuchar unos pasos y noto que son cerca de la casa de al lado, por curiosidad giro mi mirada y veo pasar unos converse blancos, bueno ni tan blancos por lo sucio que están,  lo veo por completo y es un chico de cabello rubio, ojos azules, alto mide unos 1.84, tiene un rostro encantador tallado por los mismos Dioses, no es por exagerar pero la verdad es lo que se me vino en mis pensamientos. Él al parecer se da cuenta que lo estaba mirando y nuestras miradas chocan, al instante agacha la mirada y me pongo nervioso ya que su mirada fue algo intimidante. ¡Tengo que aprender a disimular cuando veo a alguien, diablos! – fue lo primero que pienso– Veo como los trabajadores ya terminaron de hacer lo que les pidieron ya que se retiraron, subo directamente a mi cuarto, estaba todo perfecto, lo único es que pusieron mi cama junto a la ventana, me puede ver un enfermo s****l y grabar mientras me doy cariño y después sin querer encontrarme en páginas porno o ser subastado en la Deep web. Ok, quizá estoy exagerando un poco... La vista daba jodidamente perfecto a la otra ventana de la otra casa y directamente por poco y en el mismo puesto. Me asomé y vi al chico nuevamente con una chica muy linda, cabellera rubia, creo que tenía ojos verdes ya que no se los veo muy bien y un lindo cuerpo, se comenzaron a besar así que decidí tapar la ventana con las cortinas porque no me imagino lo que seguirá. Mejor agarro mi celular y pongo el reproductor música, conecté mi celular con los parlantes que pusieron en mi cuarto y puse 'Thinking Out Loud"-Ed Sheeran. Después de unos minutos tocan la puerta y me imaginé que era mi mamá. -Don, sé que te encanta las músicas en ingles, pero necesito descansar. —dice mi mamá del otro lado de la puerta— -está bien mamá, iré a dormir también tengo sueño. Apagué todo, y sin darme cuenta, me quedé dormido.