Este mes mis deudas son más grandes, por desgracia ha sido así desde que mis padres fallecieron en aquel accidente de auto. Dejándome sola. Cuando ellos murieron yo tenía 18 años y legalmente necesitaba de mi tía Amada para algún trámite, aunque no necesitará cuidado por ella. O al menos eso es lo que ella decía. Me decía que ya era grande para vivir sola. Peor no tanto como para recibir lo que mis padres me habían dejado de herencia.
FLASHBACK
Tocaban la puerta desesperadamente. Me levanto de prisa al pensar que eran mis padres quienes habían llegado. Abro la puerta y veo a Amada La hermana de mi padre.
- Mariana tus padres han muerto. Me dice sin sentimiento alguno. Cómo si no le importara lo que pasará conmigo por la gran noticia que acababa de darme.
- ¿Qué? Estás mintiendo. Le gritó, pero ella me agarra del brazo con fuerza y empieza a agitar mi cuerpo.
- Es la verdad. Tus padres murieron. Vístete que los traerán para velarlos. Me dijo así sin más. Yo no supe qué hacer o como reaccionar. Me puse a llorar desconsoladamente.
- ¡Mis papás, mis papás! Decía mientras lloraba.
El velorio transcurrió y yo no estuve presente. Me la pasé llorando encerrada en mi cuarto. Después del velorio y entierro, Amada me llevo a casa.
- Tus padres te dejaron una pensión por si ellos hacían falta, son $ 300 dólares los cuales te estaré entregando. Cada día primero de cada mes. Ya no necesitas ser cuidada por alguien, ya que tienes 17 y puedes valerte por ti sola, digamos que legalmente estás a mi cargo, pero no pienso gastar en ti. Y por cierto olvídate de seguir estudiando por qué yo no voy a gastar ni un solo centavo en ti. Me dice dejándome sola en casa.
ACTUALIDAD
Me despierto a las 5 de la mañana, ya que mi turno en la farmacia empieza a las 6, este es mi primer trabajo del día, es el que más me gusta, ya que solo limpio y surto medicamentos y claro atiendo a los clientes, es mucho mejor que mi segundo trabajo. Ese es de mesera en un antro al cual pagan bien no lo negaré, pero odio por qué siento la mirada de esos hombres ladinos sobre mi cuerpo. Me baño rápidamente y me pongo ropa. Unos jeans de mezclilla sencillos y una blusa, algo simple, me pongo mis tenis y listo. Tomo solo café, ya que es lo único que tengo para el desayuno. Salgo corriendo hacia la farmacia la cual queda a 20 min caminando.
Llegó faltando 5 min y ya está mi amiga clara, la cual amo demasiado, ya que siempre me trae el desayuno. Ella sabe de mis problemas económicos y siempre ha estado hay para ayudarme.
- Toma Mariana, te traje un sándwich es de jamón me dice y yo solo le sonrió.
- No debes de molestarte ya te lo he dicho. Le contesto.
- Sabes que siempre te ayudaré en lo que yo pueda. Me dice y me da un abrazo
El día transcurre rápidamente, Ya son las 2 de la tarde y nuestro turno ha terminado. Me dirijo hacia mi casa, ya que quiero dormir un rato, porque a las 8 me toca estar en el bar al cual me toca trabajar. Llegó a mi casa y me acuesto un rato para poder dormir. Me muero de hambre más sin embargo no tengo ni un centavo. Se preguntarán cómo es que estoy tan endeudada. Pues les diré. Cuando mi padre murió dejo la casa hipotecada, y he estado pagando intereses a esto mensualmente, los pagos mensuales son de 1500 Dólares. Y aunque sé que lo mejor sería dejar que el banco embargue la casa. No puedo dejar mi casa. Es en donde tuve muchos momentos felices con mis padres.
Al llegar al bar, Escucho que todas mis compañeras murmuran más no sé por qué razón lo hacen, me acerco a Melanie otra mesera del bar.
- Que sucede, por qué el aborto. Le digo
- ha llegado Alejandro Smith. Debemos estar con cuidado, ya que a él le gusta que lo atiendan bien, no debe de haber ningún error, o nos pasará lo de Rita. Me dice. Y es ahí cuando recuerdo ese día A Rita le tocó atender a León Forest ella por accidente derramó el Martini sobre la camisa de él y con eso tuvo para ser humillada de la peor manera posible.
- Lo atenderás tu Mariana. Me dice Carol, mi jefa. Y no hay de otra más que hacerle caso. Me dirijo hacia la sala VIP que él se encuentra. Y entro sin tocar.
- Te gusta puta. Le dice él a la bailarina que se está follando. Ella gime y grita al sentir las embestidas de Alejandro
- Claro que me gusta me encanta papi, sigue fallándome así. Le dice ella descaradamente y no sé en qué momento él voltea a verme y me regala una sonrisa ladina.
- Disculpe, vine a ver si ocupaba algo, pero me voy para no interrumpir. Le digo.
- Al menos que quieras unirte. De ahí en fuera no me eres útil para nada. Espeta molesto. Decido salir de ahí lo más pronto posible, más por el calor que sentí al ver cómo la follaba. La tenía en cuatro y la penetraba sin delicadeza, él le daba duro y le cacheteaba las nalgas. Provocando gritos de placer en ella. Sin duda será una gran noche. Digo para mí.
Después de un rato subo nuevamente hacia el área VIP y tocó antes de entrar a la sala.
- Adelante. Dice él desde dentro y yo solo entro.
¿- Requiere algo? Le pregunto.
- Sí, tráeme un whisky en las rocas lo más pronto que puedas. Y llama al de seguridad quiero que saquen a la puta que se quedó dormida en el sofá. Me dice.
- Okay. Señor vuelvo enseguida. Le digo y trato de salir lo más rápido posible cuando soy detenida al escuchar su voz.
- Espera. Me dice y doy la vuelta. - Necesito algo más. Quiero que me acompañes en la sala está noche. No quiero que me dejes solo. Me dice
- Disculpe, pero tengo más clientes que atender. Le digo
- He dicho que te quedarás conmigo, me importa una mierda si tienes más clientes. Vendrás y sentarás tu culo en este mueble después de traer mi bebida. Me dice muy cabreado.
Después de un rato subo nuevamente con el whisky que me pidió y el de seguridad sube conmigo para así sacar a la señorita que se encuentra con él. Al entrar siento su mirada posarse en mi cuerpo eso es algo que me pone muy nerviosa, ya que me mira sin descaro. El de seguridad carga a la mujer y ella empieza a gritar al ser despertada y ver qué es sacada de la sala.
- Suéltame gato, Suéltame. Le grita ella. Más sin embargo él no le hace caso alguno y sigue caminado en dirección a la salida de la sala.
- ¿Cómo te llamas?. Me pregunta él.
- Me llamo Mariana. Le contesto tímida.
- bien Mariana quiero que te quites la ropa para mí ahorita mismo. Me dice con descaro y yo me acerco a él y le doy una bofetada. Y Decido salir de la sala. Me importa un comino si me corren por eso, pero él está equivocado si cree que me va a venir a tratar con una cualquiera. Si trabajo aquí es por qué ocupo dinero para juntar lo de los pagos de la hipoteca y para la universidad, ya que estudió los domingos administración de empresas y la mensualidad es cara. Aparte los gastos personales que requiero. Más eso no quiere decir que me tratara como a una ramera.
Salgo molesta de la sala esperando a que llegue mi jefa y decida correrme, más sin embargo no pasa nada de eso. Por alguna razón el cretino de Alejandro no ha dicho nada. Algo que agradezco ya qué ocupo el trabajo más que nada.
Termino mi turno a las 2 de la mañana. Estoy esperando al taxi que me llevara a casa, pero este no llega. Después de un rato esperando, se estaciona una camioneta cerrada enfrente de mí. Bajan el vidrio de la parte de atrás y es él. Es Alejandro. Solo me queda viendo de pies a cabezas y hace una seña a su chófer, el cual acelera alejándose de mí.
Llegó a mi casa, siendo las 3 de la mañana. Entro directo a mi habitación, me quitó la ropa y decidí meterme a bañar. Escucho ruidos demasiado extraños en la cocina, Mi error más grande es suponer que escuche mal. Ya que de golpe abren la puerta del baño y un hombre me arrastra de los pelos para afuera.
- Vístete, el jefe quiere verte ahora mismo. Me dice. Y yo no sé de quién me habla.
- Disculpe creo que se equivocó señor, no sé dé quien me habla. Le digo
- Que te vistas he dicho perra. Me grita aquel hombre que para ser sinceras es guapo, tiene cabello oscuro y una barba bastante encantadora. Sin mencionar lo fornido que es él. Me visto rápidamente, poniéndome solamente una bata de esas que uso para dormir, ya que el desgraciado aquel me apuraba a cada rato. Una vez lista me subieron a la fuerza a la camioneta de dónde venían