Soy tu Alfa

1441 Palabras
Capítulo 5 – ¿Qué dices? – la loba semidesnuda no pudo evitar dar dos pasos hacia atrás, el sonido de las cadenas arrastrándose en el suelo traqueteando – Que quites tu ropa – no es la primera vez que hace este pedido, la primera vez fue mucho más pasivo, pero la fiereza con la que está mirando sus pechos asusta a Jara El olor se vuelve más fuerte a medida que Arlan se acerca a Jara El resistió el impulso de extender la mano y acariciar su pecho semidesnudo, apretó los puños al mismo tiempo, estaba controlando su deseo y manteniéndose despierto. Nadie sabe qué cosa impulsiva le hará a la aturdidora mujer frente a él en los próximos segundos – No…no… ¿Qué vas a hacer? Consciente de las intenciones del alfa, jara se tapa el pecho sin siquiera pensarlo con la palma de la mano. Alfa dio unos pasos hacia adelante, Jara retrocedió pisando accidentalmente la cadena de hierro y cayó al suelo debido a un centro de gravedad inestable. – ¡Maldita sea! – Tu hueles bien… Jara – la voz del hombre se vuelve ronca y sexi Jara sabía exactamente lo que esto significaba, y aunque nunca lo había escuchado de su excompañero, al menos sabía que el lobo macho había emitido una solicitud de apareamiento. Extendió la mano para ayudar a la mujer asustada frente a él, y la lástima que escondía en su corazón estallo junto con su deseo Pero lo despertó el golpe repentino de Jara – Ya tienes una Luna ¡nunca seré tu concubina! Aparecen cinco huellas dactilares en el rostro del lobo – Jara ¿Qué haces? Lo golpeaste ¡él nos matara – la loba de jara se despertó de repente – Yo…lo siento… no era mi intención Jara sintió que su rostro se calentaba y su corazón latía más rápido, no le tenía miedo a la muerte, pero lo que temía más que nada era enojar al lobo frente a ella, no sabía que tipo de tortura podía propinarle. En cambio, mientras se frotaba la mirada de la cara, el hombre sintió cada vez más que esta pequeña esclava no era de ninguna manera vulgar En lugar de estar enojado, él sonrió, lo que hizo que Jara se sintiera aún peor, y ella se tensó, esperando la prueba del destino. – Llámame alfa – Perdona… eso es imposible, tú no eres… – Hazlo o te daré la vuelta y hare todo lo que estás pensando en esa linda cabecita – Eres un sinvergüenza ¡solo mátame! El hombre se dio la vuelta, abrió la puerta sin decir una palabra y se fue … – Es tan peligroso, casi me violo ese bastardo – Creo que solo intentaba levantarte y lo abofeteaste – la loba de Jara responde Obviamente es un pervertido que insulta a mujeres ¿no viste la forma en la que se quedó mirando mi pecho? Es un demonio obsceno con piel de lobo – Creo que piensas muy mal de él, no te hizo daño viniendo aquí, incluso puso ropa limpia en tu cama Un rato después Arlan regresa “maldita sea, volver a estar cerca de ella es una total tortura para mí; pero de igual forma no es algo que quiera evitar. No comprendo por qué razón insisto en hacerme esto a mí mismo” piensa Arlan antes de entrar manteniendo a mano en el pomo de la puerta “esto de tener una lucha interna entre si debería de entrar o no, es algo que definitivamente no haría si estuviera en mis cabales, pero es que esta loba me vuelve loco por completo, ella y su maldito olor” – Te suceden estas cosas porque eres un total idiota – escucha decir a su lobo que se ve bastante molesto – Ya deja de molestarme, sé que te sientes tan afectado como yo por ella ¿o me vas a decir que no puedes sentir su aroma incluso ahora con esta puerta cerrada? – No, claro que no voy a decir eso, pero yo la hubiera tomado desde el principio ¿dime por que no la tomas? ¿es que acaso le temes? Si es así deja que lo haga, estaría feliz de hacerla mía Arlan respira profundo, increíblemente y aunque no le gusta para nada ese tipo de cosas la idea de su lobo no le pareció tan mala, tomarla y hacerla suya como tanto deseaba. Entra en la habitación y se queda viendo a Jara, esta arrodillada en el suelo con los ojos cerrados como si se estuviera castigando a sí misma, su cuerpo semidesnudo hacía que su problema para controlarse fuese aun mayor, y sin embargo para él no era suficiente, quería más de lo que estaba obteniendo en ese momento. – Tu ropa – le recuerda Arlan a Jara, su deseo se hace más profundo y respira profundo varias veces, aprieta los puños junto a su cuerpo – espero que sea la última vez que me haces decirlo – utiliza la mala acción de ella para reprenderla y calmar su ansiedad. – Tu Luna me tiene miedo, no deberías de hacerla pasar por esto – Arlan se voltea a verla, el pelo color fuego de ella ondea libre a su alrededor, termina de quitarse la ropa como él le ordeno y se arrodilla en el suelo, desvía la mirada, porque siente que a su lobo le gusta lo que ve, es normal que se sienta atraído por alguien tan fuerte – Eso no es tu problema – él se quita la parte superior de su ropa, sabe que ella tiene que sentir algo y no se equivoca, para Jara es igual de difícil que para el controlarse, intenta negarlo, pero hay un fuego en su interior que la hace querer estar más y más cerca del cuerpo masculino. Arlan se siente frustrado porque ella cambio el tema, y también por cuestionar la actitud que tiene con su Luna, siente que lo mejor que puede hacer es darle un castigo apropiado para lo que acaba de hacer, y no hay nada mejor que humillarla, si hay algo que esta Luna aprecia es su orgullo. – a partir de mañana cuando yo no esté aquí te tienes que encargar de arreglar la habitación, hacer la cama y fregar el suelo – Jara sonríe – Tus pedidos son patéticos – de verdad está siendo ridículamente patéticos en lo que a esta Luna respecta – Has lo que te digo y punto, y no es solo que tengas que hacerlo, quiero tus rodillas en el suelo mientras lo haces, como una verdadera esclava, te recuerdo que es lo que eres ¡mí esclava! Y si digo que friegas el suelo de rodillas eso es lo que haces sin discutirlo, además – le lanza la ropa que estaba sobre la cama – también quiero que te pongas esto – Jara aprieta la mandíbula y mira la ridícula pieza de ropa – ¿en serio piensas que me voy a poner esta mierda? Tienes que estar bromeando ¿hasta cuándo piensas mantenerme encadenada? – él se sienta en el borde de la cama y la mira – Cambia tu ropa – Jara aprieta la mandíbula, se pone la ropa y se siente ridícula, el pequeño traje de mucama queda tan ajustado a su musculoso cuerpo que le incomoda. Arlan se da cuenta de que cometió un error en el instante en el que la mira, si pretendía humillarla estaba equivocado, lo único que consiguió es que su instinto s****l se multiplicara, ahora quiere arrancarle el pedazo de tela y tirarla sobre la cama para hacerla suya. – No tengo planeado liberarte, ¿Por qué lo haría? Te sigues comportando como si el mundo estuviera a tus pies cuando no tienes nada más que orgullo– le dice, siente que tiene que domesticarla, si es que quiere que en algún momento sea suya es algo que necesita hacer, Jara baja la mirada - ¿Por qué te echaron de tu manada? – ella no se esperaba una pregunta como esa, pero Arlan no quedo satisfecho con su última respuesta – Mi Alfa marcó a una pareja – levanta la vista – y me tenía tanto miedo como lo tiene tu Luna, así que lo convenció de que no debería de estar con ellos. Arlan no puede creer que ese Alfa haya tomado una decisión tan tonta, difícilmente su pareja sería tan fuerte como Jara, y que ella fuera su Luna tampoco tenía por que intervenir con la relación de él, eso es una tontería inmensa.
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