4. Ignorando.

3089 Palabras
Llegamos hasta el departamento de Evan, Nani y yo recogimos lo esencial, no sabía que tan grande era su casa y para ser honesta me imaginé un triste cuartucho en un edificio de hippies, pero para mi sorpresa era un elegante complejo de edificios, con una seguridad impresionante y grandes espacios verdes, incluso había una fuente muy art deco. Caminamos en total silencio hasta la recepción, yo trataba de disimular mi estupefacción, por ese impresionante y hermoso lugar. - Buenas tardes- salude- podría decirnos cuál es el departamento de Evan Garret, soy su ...- su qué?, qué era para él?, no tenía idea de como presentarme- soy.... una amiga. - El Señor no se encuentra, si desean esperarlo- por supuesto que no, ya era algo tarde y quería descansar. - No, vera, él sabe que venimos, de hecho vamos a quedarnos en su departamento. - Lo lamento, el Señor no me comentó nada y yo no puedo permitir el acceso, va contra las reglas. - Por qué no se comunica con él por favor, estamos cansadas. El tomo el teléfono pero no obtuvo respuesta este era un pésimo chiste si sabía que vendríamos por qué diablos no aviso?, Dios de verdad este hombre me enloquecía, el guardia volvió a marcar, pero al parecer se comunicó con alguien diferente. - Enseguida vienen a darles el acceso, las recibirá la Señorita Madison- quién rayos era Madison y por qué nos atendería ella?, seguramente era una secretaria toda tonta, insípida y sin chiste, Nani y yo esperamos hasta que apareció esa bendita mujer. - Hola, lamento la demora, soy Madison y Evan me pidió que las recibiera- giré en cuanto escuché su voz, pero esta mujer estaba muy lejos de ser lo que yo me había imaginado, parecía una maldita modelo, era una Diosa, bella, elegante, alta y carismática, no pude evitar recorrerla con la mirada- me acompañan por favor. Nos guió por un hermoso pasillo rodeado de árboles y un elegante adoquín, hasta la entrada de uno de los edificios, mi mente no dejaba de analizar a esa mujer, caminaba con tanta ligereza que parecía estaba flotando, su hermosa cabello lacio color chocolate se movía sutilmente, esos labios carnosos se ensanchaban cada que sonreía y sus ojos grises parecían los de un maldito gato, me sentí diminuta a su lado y me comenzaba a molestar lo perfecta que lucía, cómo diablos un tipo como Evan terminó a lado de una mujer como ella, esto no era posible, Madison no dejaba de hablarnos del complejo, las reglas y la seguridad, esperaba que fuera una tonta al menos pero era muy inteligente. Llegamos hasta la entrada del departamento del último piso, mejor dicho el Pent House. - Este es el departamento de Evan- dijó y abrió la cerradura digital como si nada, conocía la clave, eso solo significaba que había venido antes y con completa libertad, era oficial la odiaba con todo mi ser, pensé que solo nos daría acceso y se iría pero nos dió todo un recorrido, por ambas plantas hasta llegar a las habitaciones- esta es la recámara de Evan, por aquí dormirás tú y en esta otra habitación usted, si desean ya pueden instalarse, no debe tardar en llegar. - Gracias-dije lo más amable que pude-es bueno que Evan tenga una asistente tan capaz a su lado- por alguna extraña razón necesitaba saber que relación tenían esos dos. - Oh no Davana- la bruja sabía mi nombre- yo no soy su asistente somos amigos, socios y vecinos- pues yo soy su esposa, cómo la ves?, desde luego solo lo pensé. - Ya veo, bueno muchas gracias, nos vemos- si era hora de correrla. - Que pasen buenas noches- pero esta bruja no se largo, entró a la recámara de Evan como si nada y cerró la puerta, ah no, esto no se lo iba a permitir en cuanto él llegará le pediría un mínimo de respeto y que tuviera sus aventuras fuera de esta casa y entré a mi recámara furiosa así que azote la puerta con todas mis fuerzas. Era un bonito y amplio lugar, tenía un gran vestidor, una ducha con tina e incluso un balcón que daba hacia Central Park, no podía negar que me gustaba pero yo estaba molesta y solo quería golpear algo, destruir este maldito sitio desde sus cimientos, quería entrar a la habitación de enfrente y sacarla de ahí hasta la calle y de repente tocaron a la puerta, fuí a abrir solo para toparme con Nani, aún tenía su maleta en la mano. - Por qué no te has instalado?- pregunté sin dejar de mirar la puerta de enfrente. - No es correcto que yo me quedé aquí, seguro el Señor tiene un cuarto de servicio, esperaré a que llegue y lo solucione, puedo estar aquí? - Supongo ....- me gire sin más y ella cerró la puerta tras de si. - La Señorita Madison, es una joven preciosa, no lo crees?- fue lo primero que dijo mientras tomaba asiento en la cama. - Bastante común- mi tono demostraba molestia. - Común?!, bueno no veo muchas mujeres como ella en la calle. - Es porque no sales mucho, créeme no tiene nada de especial. - El Señor y ella seránnnnnn?- preguntó pícaramente, yo giré de inmediato mi rostro hacia ella y la fulmine con la mirada- jajaja....ay mi niña quién lo diría? - Quién diría qué? - Nada, yo solo digo. - Pues deja de hablar con acertijos que ya me estoy cansando, si tienes algo que decir solo dilo y déjate de jueguitos absurdos y no me salgas con lo mismo de siempre, "Si te lo digo no me creerías", ya me cansó, o me dices o te buscás otra frase- dejé de guardar mi ropa y me paré frente a ella. - Segura que quieres oirlo? - No, solo preguntaba por qué se me ocurrió por supuesto que quiero saber. - Tú lo pediste......pues solo estas celosa de tu esposo- esto si debía ser un jodido chiste, seguro Nani sufrió un derrame cerebral en el camino. - Jajaja, ay Nani, necesitas un doctor. - Ves....no lo crees. - No si te creo- dije sarcásticamente- en cuanto llegue le pediré que durmamos juntos. - Pues deberías antes de que te lo quiten y te arrepientas. - Si lo haré descuida. - Ay Davana..... desde el día que llegaste de la universidad y me contaste todo lo que ocurrió entre ustedes fue claro que estás celosa, te molestó que te ignorara, te molestó que hablará con otras y te molestó no poder estar junto a él y ahora mírate, estas furiosa con esa Señorita, es obvio para cualquiera que estás celosa, la única que no quiere o no puede darse cuenta eres tú. - Oh Nani me conoces muy bien, solo hay un problema con tu teoría.... él no es Kyle!- sentencie firme. - No, no lo es..... afortunadamente.....pero deberías aprovechar que estamos aquí y empezar a marcar territorio porque si te descuidas hay 20 más que gustosas tomarían tu lugar.... aquí enfrente hay una. - Lo pensaré.....dame un año. - Si quieres carbón en vez de oro, quien soy yo para juzgarte, cada quien, pero si sigues así vas a perder mi niña. - Lo tomaré en cuenta....si me disculpas me daré un baño- no quería seguir con este absurdo tema, celosa yo? y de Evan?, que tontería. Entré a la ducha para intentar relajarme pero la presencia de aquella mujer me estaba taladrando el cerebro, parecía muy cercana a Evan, es cierto que no teníamos un acuerdo de fidelidad y bueno no es que yo lo haya respetado pero tener a su amiguita bajo el mismo techo que a su esposa era un enorme descaro, él tendría que solucionar esto de inmediato. Pase un largo rato en la ducha hasta que Nani entró con mi celular en mano, no tenía un buen semblante así que solo podía tratarse de una persona y no me equivoqué, era mi Kyle. - Hola ricura- saludó de inmediato. - Hola guapo, cómo estás?- escuchar su voz me hizo sentir feliz. - Pues no muy bien, oye ya tendrás el dinero?- dijó llendo directo al grano-me urge pagar.....lo de mi universidad- sentía una ligera punzada en el estómago, yo sabía para que era ese dinero. - No, Evan no lo liberado- yo sabía que a Kyle no le gustaba que lo mencionara pero necesitaba sacar este dolor por sus mentiras. - Ese imbécil.....oye ricura, crees que podamos pasar una linda luna de miel en tu casita, a ver si por fin me complaces, qué dices?, podemos jugar al doctor tal vez te guste mi jeringa- sentí repulsión por su comentario, ni siquiera saludó o me preguntó cómo estaba, y seguía con sus insinuaciones, yo sabía que él quería tener sexo, lo dejó muy en claro en muchas ocasiones pero claramente le dije que No, hasta divorciarme, no era tan descarada para acostarme con mi cuñado, pero al parecer a Kyle no le importaba su hermano y aparentemente yo tampoco, siempre creí que era algo intenso y apasionado, y eso creo que me gustaba pero justo ahora me tenía incómoda. - No será posible. - Davana, en serio a qué puta mierda estas jugando?, no te parece ya suficiente?.....pero como quieras, no vengas a joder cuando me encuentres con otra- fue todo lo que dijó y colgó, no me dió tiempo de explicarle mi situación, por qué era tan difícil que él esperará un tiempo, me había pedido tener relaciones desde que cumplimos 17 años y yo claramente le expresé mi incomodidad, soy la esposa de su hermano nos guste o no y al menos debo mantener un mínimo de respeto a mí, a Evan y a su familia, pero algo había aprendido de todas nuestras discusiones sobre sexo, era mejor dejar que Kyle se calmara y después hablar con él tranquilamente, lo buscaría a primera hora mañana para aclarar todo. Nani no comentó nada, afortunadamente y solo salió de la ducha, yo tardé un poco más necesitaba relajarme todo este asunto con Evan y ahora también con Kyle me estaba volviendo loca, después de un largo rato salí y ella ya tenía lista mi ropa sobre la cama, amaba a esta mujer aunque odiará a Kyle, ella siempre me cuidaba, me estaba terminando de vestir cuando tocaron a la puerta, era esa mujer para avisarnos que Evan había llegado. Desde luego la primera en salir a recibirlo fue Nani, bajó y en el lugar ya estaban Madison y él muy risueños platicando y secreteando, yo me quedé al pie de las escaleras pero ella llegó hasta él y lo abrazó muy efusivamente. - Señor....que bueno verlo. - Nani, no me llames así por favor, no soy ningún Señor, solo soy Evan. - Eres el Señor de la casa. - Soy el dueño de la casa, pero no soy ningún Señor o a caso ves a la Señora de la casa por aquí?- preguntó muy quitado de la pena, era necesario ese comentario?- y dime te gustó tu recámara?- le preguntó a Nani, adelantándose a su respuesta. - No me he instalado todavía. - Pero, por qué?, no fue de tu agrado? - Es solo que no me siento cómoda durmiendo en el piso de arriba me sentiría mejor en el cuarto de servicio, seguro un lugar tan bonito como esté tiene uno. - Pero tú no eres del servicio Nani, eres mi invitada de honor- ajá y yo qué? - Por favor, Evan.....lo prefiero, aunque si es un inconveniente para ti.... - Desde luego que no, esta bien Nani como desees, Mady te mostrará el cuarto en cuanto acabemos de cenar- yo no pude quitarle la vista de encima a esa mujer, lucía tan perfecta y fresca, y ellos no dejaban de intercambiar miradas y sonrisas, quién era esta mujer para Evan? y por qué le hablaba tan dulcemente y con sobrenombre?, nunca me trató así a mi- y díganme qué desean cenar mis preciosas mujeres? - Si me das unos minutos prepararé algo rápido- respondió apresuradamente Nani. - Desde luego que no.....hoy yo invito la cena. - Además, sería un milagro si encuentra algo para cocinar en esta casa, Nani- intervino Madison, pero esto ya era demasiado para mí, estuve aquí parada todo este tiempo y parecía que para ellos era invisible. - Su nombre es Martha- respondí mientras caminaba hasta ellos- solo las personas de la familia pueden llamarla Nani- dije muy seria parandome frente a esa mujer. - Ah mi niña....no hay problema, tú también puedes llamarme Nani, descuida- la tomó de la mano y le guiño el ojo, cómo era posible que hasta ella la prefiriera. - No estoy de acuerdo, sería muy inapropiado que una perfecta desconocida venga a intimar con nosotros- sentencie furiosa y Madison se quedó atónita. - Disculpa Mady, lamento toda esta situación, Davana será una invitada más en mi casa por algún tiempo y ella no es muy amable que digamos, suele ser un poco selectiva con las personas que la rodean, prefiere a la gente que cumple con sus estándares y expectativas de niña rica, lo lamento en verdad- dijó Evan, él acababa de decirme sangrona de una forma tan sutil pero lo peor fue que tomó de la mano a la tal Madison y le dió un beso en el dorso. - No te preocupes, cariño, la entiendo y tiene razón, me estoy tomando demasiadas libertades con una persona que acabo de conocer y no es correcto que familiarice de este modo- qué dijo Madison?, a caso le dijó cariño?, no había duda que entre ellos la relación no era solamente de colegas, seguramente eran pareja, me dieron ganas de llorar y no supe porque, pensé en subir a mi recámara pero no dejaría que Evan me viera en ese estado, Nani solo tomó mi mano y sonrió intentando consolarme, creo. - Y bien qué quieren cenar?- preguntó Evan de nuevo como si nada hubiera ocurrido- Nani, Mady alguna sugerencia? - La verdad no se me ocurre nada, Evan- contestó Nani. - Qué tal comida Italiana......amo la comida italiana- repuso Madison, aplaudiendo como una niña pequeña, me gustaba también la comida italiana pero justo ahora me daba asco. - Comida italiana, será- y qué yo no contaba?, no me preguntó que quería comer, al parecer él se tomó muy en serio mis palabras si bueno no quería que nos relacionaran, pero tratarme así como un fantasma, inexistente ante sus ojos- Mady, ayuda a Martha a instalarse y después serían tan amables de poner la mesa?, yo me encargaré de traer la cena. - Soy Nani....no Martha, por qué tanta propiedad muchacho? - Bueno, porque no soy de la familia y no debo intimar contigo más de lo debido- Evan de nuevo tergiverso mis palabras de forma literal, si fue lo que dije pero solo fue por esta mujer no para él, sin embargo no tuve tiempo de nada, él tomó sus llaves y salió del departamento. - Ven Martha, te muestro tu recámara y luego te diré dónde esta todo en la cocina de esta casa- Madison agarró la maleta y a Nani de la mano y también se fueron, me quedé sola en la estancia, no sabía que hacer en este lugar al parecer no era bien recibida y sin más me dirigí al balcón a observar la noche, la carta de mi madre seguía haciendo eco en mi cabeza, parecía un presagio ya que justo en este momento me sentí realmente sola, no tenía a nadie a mi lado, Nani no parecía querer entender o apoyar mis sueños, no contaba con la comprensión de Kyle, a Aiden francamente no le importaba ya que casi nunca me llamaba, me disguste con Megan por culpa de las prácticas y a Evan.... bueno él no era nada para mí y yo no significaba nada para él, necesitaba a mi padres más que nunca. No sé cuánto tiempo paso, yo seguía inmersa en mis pensamientos a lo lejos se escuchaban las voces y risas, los ruidos de los autos en la calle, algo de música pero solo eran sonidos ajenos a mi presencia y de repente la voz de Nani me sacó de mis pensamientos, me llamó para cenar, no quería comer con ellos y ser un objeto más en esta casa mientras reían y platicaban como una feliz familia, pero tampoco quería encerrarme en mi cuarto un lugar más grande para contemplar mi soledad, así que solo fuí a sentarme a la mesa con mi tristeza a cuestas. Ya todo estaba dispuesto, Evan llegó con una gran variedad de platillos, había spaghetti carbonara, risotto de gorgonzola y pera, ravioles de espinaca, ossobuco, ensalada capresse, focaccia de oliva, romero y jitomate, sopa minestrone, pizza siciliana y desde luego vino; toda esa era comida deliciosa, yo la había probado antes pero siempre preferí la lasaña blanca y los canelones Rossini pero desgraciadamente no estaban en el menú. Madison y Nani tomaron asiento cada una a lado de la cabecera de la mesa, donde supongo era el asiento de Evan, a mi no me quedó más remedio que sentarme en el otro extremo sin que nadie me dirigiera la palabra, tal vez si hubiera sido mejor comer en mi cuarto, de cualquier forma estaba sola, mientras esperabamos al anfitrión. Evan finalmente llegó, llevaba dos platos en las manos, supuse que algo especial para sus preciosas damas, como él les dijó, pero para mi sorpresa eran mis platillos favoritos, la lasaña y los canelones, y sin decir una sola palabra los colocó frente a mí y se fue a tomar asiento, lo había recordado, probablemente lo mencioné solo un par de veces frente a él pero no pensé que le diera mucha importancia y aún así lo había traído solo para mí. Yo no sabía que decir, me quedé sin palabras, me sentí confundida, esta mezcla de sentimientos era nueva y desconcertante. Tal vez decir gracias, pero a él no parecía importarle lo que yo dijera, simplemente se sentó a comer sin mediar palabra o mirarme siquiera, seguía ignorandome, nadie mencionó nada al respecto y continuaron con su charla, Nani me dirigió una pequeña sonrisa pero eso fue todo y justo ahora me preguntaba qué más sabia Evan sobre mí, qué tanto me conocía y por qué yo no sabía nada sobre él, además me cuestioné si Kyle sabría esto sobre mí o si a caso le importaba.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR