ESTEFANÍA Sabía que no tenía permitido realizarle la cirugía a mi hermano por ser un familiar. Estaba en el punto ético porque tenía relación emocional con el paciente y eso podría quitarme el ser objetiva en la toma de decisiones. Si le sumaba el shock que tenía por el miedo de que me habían encontrado, no solo a mí sino que a Josué también, significaba que mis sueños se estaban volviendo a romper. El estómago se me revolvió en cuanto pensé en Joshua y nuestro hijo. No quería pensar en un futuro si mi hermano en algún momento despertara y decidiera decir dónde estoy. Él era a quien le habían encomendado buscarnos a mí y a Josué. Nos habíamos escondido bien por más de una década entera ¿Por qué ahora? — Maldita sea Oliver ¿Por qué en estas condiciones? —Le reclamé a mi hermano en ap

