Me senté en la banca con vista a la calle. Los autos pasaban lentamente con música a todos volumen, en su mayoría eran personas jóvenes que mostraban sus riquezas y competían con los otros para saber quienes eran mejor. Recordé cuando iba con mis amigos en el auto de Bernardo o Ricardo y los veíamos correr con otros chicos en sus autos por la carretera. Los pequeños globos se elevaron hasta arriba, las brisas los azota con fuerza y varios solo cayeron hacía el mar, otros perdieron su curso, el cielo no quería tener nada que ver con alguien quien no había muerto, el mensaje de Jessica sobre que la extrañamos era solo una burla, un pequeño regalo para su gran ego. -Espero que estés contenta-le dije. Al menos a ella la recordarían como una buena amiga, alguien quien sufrió por culpa mía y d

