Capítulo 1
La grandiosa psiquiatra de nombre Constanza Bernoulli Cantellani, luego de su jornada de trabajo pasada las 7:00 pm aun estando en su consultorio recibe un mensaje en su móvil, diciéndole: ¡Hola! ¿Te conozco?
Ella revisa cautelosamente sus contactos para cerciorarse de quien fuese, pero solo constato que se trataba de un número desconocido.
Momentos más tarde Ella pensativa preguntándose asimisma ¿quién podría ser? ¡Tal vez se tratase de un paciente!, ¿un amigo de su juventud?o simplemente de ¡alguien que necesitase su ayuda! Sigue preocupa, se pregunta una y otra vez. ¿Quién podrá ser?
Por un instante Ella cierra sus ojos, eleva sus pensamientos, hace una plegaria a su Dios y pide por esa persona desconocida que tal vez necesitase de ella.
Horas más tarde ya estando en su casa, toma una ducha para relajarse de su día de trabajo, cae rendida en su cama. En su sueño sigue pensando de aquel mensaje anónimo de un desconocido número. Se remonta en su pasado en años atrás, indagándose ¿quién podrá ser? De repente Ella se despierta, abre sus ojos revisa de nuevo su móvil, observando que ese número desconocido tiene una foto en su perfil. Era un chico joven, cara de ángel, atractivo, cabello risos de oro, con una gorra de militar.
Constanza sigue impactada, preocupada y se afana porque aún no recuerda de ¿quién pueda tratarse?, ¿será un paciente? ¿Dónde me conocería? ¿Cómo obtuvo mi número? ¿Quién le habrá hablado de mí? Pero lo más relevante es. ¿Por qué? Me escribe. ¿Te conozco?
Al día siguiente a la puesta del alba, Constanza se levanta de su cama, se dirige al baño, luego al closet para alistarse e ir a su consultorio ubicado en la Plaza Gae Aulentina en la Ciudad de Milán Italia.
Ella estando en su coche, suena su móvil, de nuevo ¿es él? Ese desconocido. En el mensaje dice: ¡Hola! Perdón por escribirle anoche.
Constanza le escribe, —¡Sorry! ¿Quién es? ¡No tengo su número registrado!
El número desconocido le vuelve a escribir. —Soy Marwin Pizarro, no te conozco, solo me equivoque al marcar su número. ¿Pero no habrá posibilidad de podernos conoce? eres muy bonita, vi tu foto de perfil, permíteme decirte que estas hermosa.
¡Ella le escribe! —No acostumbro chatear con números desconocidos. Ah y ¡eres un chico muy joven! No pierdo mi tiempo con jovencitos.
¡Marwin le escribe de nuevo diciéndole! —¿Por qué me dices jovencito? ¡No soy tan joven! Tengo 35 años, soy un muchacho serio y trabajo en las canteras, te enviare fotos de Los lugares que frecuento para que los visualices y te des cuenta que es verdad. Si vives aquí en Milán sabrás donde se encuentran esas minas. Él le pregunta a Constanza ¿cuántos años tiene usted? ¿Eres casada?
Ella ¡contesta muy abrumada, cautelosa y enojada! —No me intereso por hombres jóvenes como lo es usted, soy una mujer adulta. Mi vida personal es privada como figura pública que soy debo cuidar mi imagen, por favor no moleste.
Pasan aproximadamente unos 15 minutos y el móvil de Constanza vuelve a sonar era Marwin otra vez.— Le escribe diciéndole: por favor ¿dime cuántos años tienes? ¿En qué parte de Milán vives? ¡Ah! a propósito me gustan las mujeres adultas como lo eres Tú.
Constanza sorprendida de los mensajes que estaba leyendo en su celular, ella queda en silencio. No sabe que decir, solo piensa una y otra vez. ¿Quién podrá ser? ¿Sera que me confunde con otra mujer? Toma su móvil y le escribe: ¿Cómo obtuviste mi número?
Marwin lee el mensaje pero no le contesta. Así pasan varios días, y Constanza no recibe respuesta alguna. Piensa que tal vez le habrá sucedido algo a este joven ¿Habrá tenido algún accidente?, Solo bastara en esperar a su retorno para poder indagar ¿cómo sabe de mí? ¿Por qué habrá escogido una mujer adulta? ¡Si apenas es un chico tan joven!; donde tiene toda una vida por vivir e incomparables experiencias que abordar.
En el mes de Junio estando Constanza en la Catedral del Duomo, como católica ejemplar que es ella. Le suena su móvil, revisa y se percata que es Marwin. Pero no le contesta, solo coloca su celular en silencio para seguir la eucaristía y no interrumpir.
Una vez culminada la misa comparte con sus familiares, amigos y feligreses impresiones de su día a día. Aconseja a un grupo de adolescentes, ayuda a una pareja de ancianos a subir a su coche luego se devuelve a la iglesia y el padre Nelson Del Pino, pide a Constanza la asesoría psiquiátrica para unos pequeños huérfanos del orfanato Le Stelline debido a la perdida de sus padres en un accidente automovilístico reciente.
Cuando termina de hablar con el padre, sobre la petición solicitada por éste, se despide retirándose a su hogar, en la vía hace una parada al frene del castillo Sforzesco, toma su móvil en sus manos, lee el mensaje de Marwin el cual dice; ¡Siento tanto haberme ausentado! He pensado en usted, cada instante que respiro, vivo y sueño. Estuviste siempre conmigo en la lejanía. Discúlpame por no haberte escrito, no tenía señal, recuerda que soy minero, mis labores están debajo de montañas rocosas; sin embargo mi alma te pertenece solo a usted mi amada Constanza.
Leyendo Constanza el mensaje escrito por el joven Marwin. Ella se sonroja, piensa ¿porque este hombre me corteja? ¿Por qué me piensa? ¡Hasta dice que él me pertenece! ¿Como se explica tanto amor de una persona hacia mí? ¡Que ni siquiera me conoce!
Constanza le escribe a Marwin, exigiéndole le explique esos sentimientos que ¡él siente por ella! ¡Si nunca no hemos visto! ¡Ni hablado! ¿Ni se si eres de verdad? o solo ¿eres un fantasma? Porfavore ¡sea sinceró conmigo! ¡Mi tranquilidad y paz espiritual son muy importantes para mí! Solo ¿dígame de donde me conoce usted señor?
Al rato suena de nuevo el móvil de Constanza, es Marwin escribe; por favore mi linda dama acéptame permítame ¡ser parte en su vida! Quiero que cenes algún día conmigo, prometo no jugar con sus sentimientos, ni hacerle daño, eres una mujer muy ejemplar, digna de admiración, ayudas a personas en situaciones difíciles superando sus adversidades, ¡le admiro! ¡No temas ¡No me alejes de su vida! Podemos formar algo bonito, sólido y duradero, solo depende de su decisión bella dama.
Constanza responde, — Señor minero, reflexionando cada uno de los mensajes que usted me ha escrito permíteme comunicarte que acepto la cena la cual me has invitado solo indíqueme lugar y hora allí estaré…
Marwin contesta: — la estaré esperando en el restaurant Cantine Milano es un bonito lugar a las 7 pm del día viernes por favor no faltes esperare con ilusión a nuestro encuentro, ¡quiero verte! Conocerte, escuchar tu voz, contemplarte sé que eres muy linda.
Pasan los días, la vida continúa en cada uno de ellos, hasta que llega el esperado día del encuentro.
Constanza se alista, se coloca su vestido n***o, se arregla su cabello castaño claro se pinta sus labios, se delinea sus cejas, se coloca su mejor perfume y sus zapatos de colección Prada. Acude al lugar indicado por su admirador desconocido.
Ella llega a la hora pautada 7:00 pm, le dan la bienvenida y es recibida por el barman del restaurant Cantine Milano, indicándole la mesa reservada, le sirven Champan pasan 30 minutos, mira su reloj, el tiempo sigue transcurriendo, pero su minero Marwin no asiste a la cita pautada.
Constanza se desilusiona, se entristece, baja la mirada, poco a poco se levanta de la mesa, antes de irse deja una nota a su admirador desconocido por si
llegase a venir. La cual dice lo siguiente; Estimado Marwin, nunca llegaste a la cita ¡te sugiero reflexiones! Yo quería conocerte, espero encuentres paz en la vida, seas feliz en compañía de una mujer que llene tu alma, espíritu y corazón.
Pasaron horas, días, semanas meses la vida transcurre para la Psiquiatra Constanza. Estando ella en su consultorio, le suena el móvil, es un mensaje era el Marwin diciéndole; Mi querida y linda amada. No pude ir a nuestro encuentro, tuve un accidente, no fue nada grave, estoy bien, solo me fracture la pierna derecha, mis compañeros mineros que laboran conmigo ¡se preocuparon por mí!, me auxiliaron, me llevaron al hospital, allí el doctor me coloco un yeso en la pierna. Me enviaron reposo sin poder movilizarme por un mes y medio, por este incidente no pude asistir a nuestro encuentro. La vida, el destino y las circunstancias me impidieron poder ir a verle.
Constanza, solo lee los mensajes, y se queda en silencio. Seguidamente, le suena el móvil otra vez es de nuevo él pidiéndole disculpas, más una segunda oportunidad para verla esperare tu respuesta, mi amada.
La doctora al ver lo que le escribió su admirador desconocido solo responde: —¡No puedo atenderte! Estoy muy ocupada con mis pacientes, le invito pidas una cita con mi asistente Laura. Te envió el número móvil de ella, para ver si te hace un espacio y así pueda atenderte de manera profesional. Meditando tu comportamiento hacia mí, he intuido que necesitas ayuda psicológica. Lo puedo escuchar, guiar y canalizar las situaciones que estés viviendo. Pero no le permitiré juegues conmigo, como médico psiquiátrica que soy te puedo recomendar algún tratamiento con medicamentos para mejorar tu salud, si lo ameritas. Buenas noches joven Marwin.
El de nuevo le escribe contestándole; —Si así es la única forma de verle y poder hablar contigo Constanza, entonces lo hare, solicitare una cita.
Días después la asistente Laura llama a Marwin para confirmar su asistencia a la cita. El responde que si asistirá. Llega el día de la consulta, el joven minero asiste al consultorio de la Psiquiatra Constanza. Se anuncia, le indican donde debe permanecer para esperar a la Doctora.
Pasan minutos, horas y nada que llega la Dra. Constanza. Suena el móvil de la asistente Laura. Recibe una llamada es ella (la psiquiatra), participándole que no podrá asistir al consultorio, debido que se encuentra quebrantada de salud, favor pide que la dispensen y reprogramen las citas.
Los paciente reprogramaron sus citas, entendieron que todos podemos enfermarnos, pero el Joven Minero Marwin, No acepto la justificación que dio la asistente Laura sobre Constanza, solo frunció el ceño, se despidió de la concurrencia y se retiró del lugar. Pensando ¡tal vez mi amada no asistió para no verme! ¡Tal vez me está castigando! ¿Será verdad que está enferma? ¿Cómo podre saber de ella si ya comprobé que ni siquiera quiere verme?
Camino a casa donde se aloja Marvin, la cual está ubicada en la plaza Della Scala se le viene un recuerdo de un gran amigo de la universidad militar en Italia, Bruno Spinitti, quien se graduó de detective y criminología forense, la última vez que hable con él me comento que su residencia era en Mónaco. Viajare para allá le pediré ayuda sé que el podrá apoyarme sobre mi asunto con Constanza.
Al día siguiente Marvin se dirige a la estación de tren en Milán, compra un boleto con destino a Mónaco, Él viaja 6 horas y 24 minutos recorriendo en tranvía 245000 kilómetros de trayectoria. Cuando llega a la casa de Bruno Spinitti, el cual lo recibe con gran entusiasmo, con los brazos abiertos, se abrazan entre sí, por el tiempo que tenían sin verse, se ríen y comparten saludos. Lo invita a pasar a la casa; entablan una conversación muy amena de los viejos tiempos universitarios, beben unas copas de vino, wiski con una música de fondo baladas.
Luego Bruno,le pregunta a Marvin, — ¿Qué ha pasado contigo? ¿Te casaste? ¿Tienes familia? ¿Creo que debes tener hijos? Tu siempre fuiste un hombre grandioso, te graduaste conmigo, eres un gran marine; especializado en técnicas de Buceó, fuiste el número uno de la clase, que más se le puede pedir a la vida hermano.
Con una sonrisa en sus labios y gesto de admiración. Marvin le contesta a su amigo Bruno diciéndole; — Estoy aquí porque en verdad necesito de tu ayuda. Hace unos meses, escribí por error un mensaje de texto a ¡una mujer bellísima! Trate de contactarla a través de una cita, la invite a un restaurante, pero no pude ir. En víspera de mi encuentro con ella sufrí un accidente me fracture la pierna derecha estando yo en las Minas Canteras de Mármol, allí trabajo por ello no pude ver a mi amada Constanza. Quiero que me ayudes a localizarla ¡Saber más de ella! ¿Dónde vive? ¿Qué personas existen en su vida?, ¿necesito saber si tiene un amor en su vida? Quiero saber ¿qué piensa ella? ¡Sus sueños! En fin mi amigo necesito conocer todo de mi amada. Porque ella no quiere verme, agende una cita con su asistente Laura, sin embargo ella suspendió todas las citas con el argumento que se encontraba indispuesta enferma. Pero no lo creo, por esto amigo mío Bruno necesito de tus conocimientos y talento de detective privado. Para saber ¿por qué ella no confía en mí?….