Ahora podía distinguir, el n***o artificial en su cabello y esa mirada viperina que destilaba veneno y finalmente. Lo que ella había hecho. La mirada dulce que Evan poseía para ella, se desvaneció. Su porte dominante, su rostro carente de emoción, su mirada fría y calculadora aparecieron. Sus ojos se encendieron de furia, corrió hacia la puerta y la empujó de un golpe olvidándose de todos los empleados, salió sin mirar a nadie. — ¿Qué has hecho, Mery? Qué desilusionado estoy. Evan se subió en el auto y se fue directamente a su apartamento. Sabe que ella tiene llaves de ahí. Y solamente faltaba que le haya tomado foto a los documentos que tiene en su poder. Al llegar a su apartamento, inmediatamente revisó las cámaras de seguridad que tiene dentro de él. Es un hombre que no se fía de nad

