Capitulo 4.-Matt.

3816 Palabras
No voy a esperar a que Ana me quite clientes, de haber sabido que iría a la convención que organizó el gobierno, hubiese preferido venir yo personalmente y no enviar a Dereck, pero no se me va a adelantar. Me lo encuentro y le explicó la razón de mi presencia y aunque no me cree no me importa. Me alejo de él y ahora estoy con un par de hombres de negocios, cada uno en un rubro diferente pero útiles al fin y al cabo. -¿Sr Redmayer? -Diga. -Le pregunté si asistirá al lanzamiento de productos tecnológicos de la otra semana. Habrán muy buenas propuestas este año, sobre todo porque estará presente la Srta Ana Favre y por lo que escuché, tendrá algo muy interesante que presentar. ¿Otra vez ella? Se nota que se ha hecho de un nombre por si sola. -Porsupuesto que estaré presente, he estado trabajando mucho en un aplicativo que estoy seguro le va a interesar, mucho mejor que lo que presentarán la empresa de los Favre.-Digo y mis ojos están justo sobre ella, sobre Ana, quien parece estar muy feliz de la vida con un tipo que no conozco.¡Diablos! ¿Porque tiene que vestirse así y estar coqueteando con los hombres? -¿Ella no es la Srta Ana Favre?.-Escucho a un hombre detrás de mí, lo que llama mi atención. -Sí, es ella.-Responde otro y noto como se le van los ojos. Claro, ambos desconocen que Ana es mi esposa, si lo supieran no estarían hablando así de ella. -Es una mujer preciosa, ¿No? -Preciosa e inteligente, toda una revelación en los negocios por lo que he escuchado, además de ..-Mira hacia donde no debe. Calma Matt, calma.-Tiene un cuerpo de Diosa muy bien distribuido. Aprieto mi copa mientras estos tarados siguen hablando de Ana, como si fuera una mujer fácil. -He escuchado también que es una mujer muy exigente y especial, me pregunto si en la cama también lo será.-Estos tarados se ríen como si fuera un chiste.-Es hermosa, millonaria, tiene todo lo que un hombre desearía en una mujer. Curioso que esté soltera. -Asi que soltera, bien, no quiero perder más el tiempo, un mujerón así no se me va a escapar esta noche. Trago saliva y respiro hondo, estos imbéciles están colmando mi paciencia. -¿Y que harás? -Voy a ver si cae y me acompaña a mi cama. Si está soltera quizás quiera un poco de diversión, quien sabe.¿Apuestas? -¿Ana Favre? Olvídalo. -¿Que pasa?¿Tienes miedo que gane la apuesta? Ya verás que esta noche tendré a la codiciada Ana Favre en mi cama. Desnuda, encadenada y haciendo que grite mi nombre-Rien. . ¡Suficiente!¡Ya tuve suficiente! Me acerco a estos cretinos y le estampo un golpe a uno.-¡¿A quien crees que vas a encadenar eh?! -¡Oye detente! El otro intenta detenerme pero hago lo mismo, lo golpeo y lo sujeto de su camisa ya en el suelo.-¡Aparta tu vista de esa mujer o serás hombre muerto!.-Lo suelto con fuerza y me levanto. -Oye tú, ¿Quien te crees?.-El primero que golpeé intenta golpearme pero lo sujeto antes y le hago una llave. -¡Alejate de Ana Favre, ella no es una mujer con la que puedas acostarte tan fácil, ella ya tiene un hombre, así que si te acercas me encargaré que tu empresa solo sea un recuerdo hasta hoy! -¡Hey Matt!¿Que crees que estás haciendo? Justo tenía que llegar Dereck y separarme de estos idiotas. -Vamos, salgamos de aquí, esto no es bueno.-Me intenta alejar, pero yo estoy que hiervo de cólera. -¡Suéltame Dereck! -¡No!¡Nos vamos aquí! Ya fue suficiente. Llamaste mucho la atención.-Miro a Ana, que está sorprendida por mi actuar, si supiera por qué estoy haciendo esto, no lo creería. -Dereck, ya suéltame. -Solo si nos vamos. Miro a mi alrededor y veo que sí llame mucho la atención. Suficiente por hoy. Me acomodo las mangas y antes de salir del gran salón, les doy una última mirada de advertencia. -Ya muévete Matt. -¿Quieres dejar de darme órdenes Dereck? -No, así que camina. Estamos por subir a mi auto hasta que siento un abrazo por detrás.-Eso fue intenso hermanito, ¿Se puede saber la razón por la que casi matas a esos dos hombres? Respiro hondo, mientras Erick sonríe y Dereck tiene una cara de preocupación. -Solo espero que Ana no la razón. -Erick deja de decir tonterías, Matt no pondría en riesgo su reputación por la mujer que quiere destruir.-Me mira y yo aún no respondo.-¿Verdad Matt? Erick se ríe, se nota que está tomado.-Creo que te equivocaste Dereck. -Me lleva el diablo, los hermanos Redmayer me van a sacar canas verdes. Se queja y conduce con una cara de enojo hacia la casa de nuestra madre. Llegamos y aún sigue quejándose. -Vaya, vaya, que noche, yo formando relaciones con los nuevos ricos y aparecen ustedes para malograr mi trabajo. -Dereck ya deja de quejarte, pareces una niña.Ya puedes irte más bien. -¡Si! ¡Me voy a descansar! a ver si así pienso en una buena excusa que darle a los medios el día de mañana.¡Diablos! ¿Pero que voy a decirles? Vuelve a quejarse y se va. -Aun es temprano y no creo que mamá llegue hasta pasada la media noche. Más bien te recomendaría que te cures, tienes unos raspones y ella lo notará. -Mira Erick, no estoy bien y si sigues hablándome voy a terminar por golpearte. -Hazlo, eso me ayudaría. Lo veo y parece que algo no está bien con él y no creo que sea el alcohol. -A ver, ¿Que te pasa a tí?¿Porque estabas en la convención? -Mmm, digamos que quería ver a alguien. -Dejame adivinar,¿A la mentirosa de Livia? Asiente y se ríe, pero no es de alegría.-La ví, muy feliz con su prometido. -Asi que la viste, ¿Muy viejo su prometido no? -Sí, vamos, búrlate. Me lo merezco. Soy un idiota que quizo creer que ella era diferente a las demás, una peliroja hermosa por dentro y por fuera. -Erick, ya vas a encontrar a otra pelirroja.-Intento burlarme. -¡No!¡Jamás! Odio a las pelirrojas, con dos son suficientes, me van a arruinar la vida, ¡No Matt! Es la última vez que posó mis ojos sobre una, primero muerto. Se queja y sube lanzando maldiciones a las pelirrojas.¿Acaso tiene otra? Mientras me debato, el timbre suena. -¿Y ahora que te olvidaste Dereck?.-Abro la puerta pero no es él.-¿Ana?.-Me sorprende verla, está tan linda y bella, pero descarada a la vez. Detras de esa linda cara se esconde una mujer igual a su padre malvado y cruel y no tardará mucho en notársele. -Hola, ¿Puedo pasar? -¿Que haces aquí? -Vi como te peleaste con esos tipos. ¿Te hicieron daño?.-Apenas pregunta, nota que mis manos tienen un pequeño raspón. -¡Oh Dios Matt! Estás herido. Se acerca y toma mi mano con la suya. Es cálida, pequeña y suave, tal y como la recuerdo. -Déjame curarte. -Ana, pregunté que ¿Que haces aquí? -Bueno, soy tu esposa aún y mi deber es ayudarte. Al menos hasta que salga nuestro divorcio.-Divorcio que no pienso darle. -Mira Ana.. -¿Dónde está tu botiquín?.-Mira hacia la mesa de noche y ahí ya estaba un algodón y una crema. -Ana no es necesario que hagas esto. -¿Quieres callarte? En la reunión estaba el Sr Farrell, él sabe que yo soy tu esposa, así que si me quedaba en la convención lo hubiese notado y visto como si no me importara. ¿El Sr Farrell? Es un magnate Americano con el que hice contrato hace algunos meses, no lo había notado. No le respondo. Ella solo me jala hacia la sala y con sus manos me cura, mientras, el silencio se hace incómodo. -¿Se puede saber porque te peleaste? -Es algo que a ti no te incumbe. -Lo siento, no debí preguntar. Sigue curándome, pareciera que sabe lo que hace. -Ya está. Algo sencillo para que no se infecte.-Nos quedamos mirando, tiene esos mismos ojitos inocentes, preciosos y ese cabello rubio que la hace ver más linda.-Bueno, ya me voy. -¿Porque no te quedas a cenar? No debiste hacerlo al salir rápido de la convención. -No gracias, voy a hacerlo en casa. Mi celular suena, bendito celular. -¿Dereck? -Escúchame Matt, me acabo de cruzar con el auto de tu madre en el semáforo, ya está yendo a casa, así que procura que no note tus raspones. Miro a Ana y rayos. Mi madre odia a Ana, no debe encontrarla y menos aquí. Agradezco y cuelgo. -¿Ocurre algo? -No nada Ana, bien, si no puedes quedarte, al menos déjame llevarte a tu casa. -Pero tus manos no están.. -Mis manos están bien Ana, son solo unos pequeños raspones, nada fuera de lo común, puedo conducir sin ningún problema. Me mira con duda. No debería ser tan amable, ella duda de mí, es normal. -Tómalo como agradecimiento por haber venido hasta aquí y curarme. -Bien, creo que así puedo estar bien. Subimos a su auto y decido conducir. Mira a la calle, suspira y pareciera pensativa. -¿En qué piensas? -¿Que? -Es que parece que algo te preocupa. -No es algo por lo que tú debas preocuparte, después de todo pronto cada uno va a hacer su vida sin ningún problema.-Detengo el auto. -¿Que quieres decir? -Vamos Matt, en la mañana fuiste muy claro, pronto nos vamos a divorciar y yo voy a poder rehacer mi vida libremente. -Espera,¿Tan ansiosa estás de querer divorciarte de mí?¿Acaso tienes un amante?.-De solo pensarlo me irrita. -¿Amante? Yo no soy como tú que se va al otro lado del mundo a disfrutar de su soltería para que nadie te perturbe tu reputación. -Mira Ana, jamás te he engañado, solo me he dedicado a hacer crecer mi empresa hasta hacerla conocida y que tenga el reconocimiento que tiene hoy, así que deja de decir tonterías. -¿Así? Dos años que te largas al extranjero, entre viajes y viajes y ¿Quieres que te crea que no has estado con otra mujer? Tonta no soy Matt, ya no puedes engañarme como lo hacías antes, pero descuida, no me importa. Se calla. No sé que hacer para hacerle entender que nunca le fui infiel, no quiero que piense eso. -Sabes que, mejor me bajo aquí. -¿Que? No, ni hablar. No bajas. Te llevaré hasta tu casa así que aquí te quedas. -¡Matt! -He dicho que no Ana. Te quedas. Me aseguro que no se saque el cinturón de seguridad y conduzco. Durante el camino ,nadie dijo ni una palabra, ¿Pero que podíamos decir? Además aún tenía en mi cabeza eso que dijo. Que una vez libre podía rehacer su vida, tonta si cree que podrá. Llegamos y la cara de Ana cambia. -¿Ocurre algo? -Ese es el auto de Nina, ¿Que hace a estas horas aquí? -¿Nina?¿No es la castaña que se dedicaba a mirarme con ganas de matarme? -Sí, ella, así que..-Mira mi mano y otra vez esta pequeña herida sangra. -Sí quieres puedes entrar, te voy a poner una venda nueva, ese raspon es más grande que de la otra mano.¿Pero en qué diablos estabas pensando al golpearlos así? Si supiera. Entramos juntos a la casa que se supone ya no entraría. -¿Martha? -Srta Ana, que bueno que llega. -¿Que ocurre? -No sabía a quién llamar, usted no contestaba su celular, así que solo me quedo llamar a la Srta Nina. -No entiendo, ¿Para que la llamaste?.-Nota que estoy al lado de Ana. -Sr Matt, bienvenido. -Martha habla,¿Que pasó? Me preocupas. -La Srta Rossy, ella, sufrió un accidente. -¡¿Que?! Corre hacia la sala y yo solo la sigo. -¡Rossy!.-Entramos juntos y ahí estaba la hermana menor de Ana, una mujer para nada llamativa, pelirroja y que me odiaba con el alma, ahora debe hacerlo más. Ah, y Nina, esa mujer que es la mejor amiga de Ana.-¡Dios!¿Que te paso ? Miro que tiene una herida en su frente y Nina la está curando. -¿Ana?¿Que haces aquí tan temprano? Pensé que llegarías más... Me nota y cambia de expresión, he ahí esos ojos de odio. -¿Que hace él aquí? -Rossy no te muevas, primero espera a que termine de curarte. -¡Rossy te hice una pregunta!¿Que fue lo que pasó? -¿Otra vez tengo que contar? Por favor Ana. -¡Rossy! -Ya, ya no grites que la cabeza me duele. Lo que pasa es que conejo salió corriendo de casa y lo seguí hasta el otro parque, hasta que un imbécil que no sabe manejar o mejor dicho ,borracho, me chocó, pero descuida, no fue nada grave. -¿Que no fue nada grave? Rossy tienes una herida en tu frente que aún sigue saliendo sangre. -Ana, no exageres, estoy bien.Solo fue un rasponcito. -Yo no creo que esté bien. Ana, mañana temprano a ver si haces que esta terca vaya al hospital y se haga un chequeo. -Sí Nina, gracias por venir. Se levanta y me mira. -Hola Nina. -Tu sigues igual, no has cambiado nada, pero en fin, eso no se puede cambiar. -¿Que quieres decir? -Nada, chau.-Pasa por mi lado y susurra algo a Ana.-¡Ay Dios! Ana, tenemos que hablar después, sigue estando tan bueno. -¡Cállate Nina! Ya entendí que quiso decir. -Rossy. -Déjame Ana, no es grave. Más bien.-Me mira -¿Que hace él aquí? -Mira Rossy, si está aquí, es mi problema, solo me trajo y voy a curarle una herida que tiene en su mano, termino y se va.¿Dónde está la venda? -Preguntale a Martha. -Bien. Ana sale y Rossy sigue con esos ojos, no me ha quitado la mirada de encima. -¿Que ocurre? -Mira Matt, no sé que planeas al volver así por así a Londres, pero Ana no está sola esta vez, así que más te vale que dejes en paz a mi hermana. -Mira Rossy, tu hermana es una mujer adulta, no necesitas meterte en su vida. -Tienes razón, toda la razón. Solo quiero asegurarme que no estorbes en su nueva relación. -¿Relación?¿De que hablas? -Ah es cierto, seguro no te lo dijo, pero no tendría porque, tú nunca fuiste su esposo más que en un papel. ¿Que querías?¿Que mi hermana se eche a llorar todo el tiempo por tí? Pues fíjate que estás muy equivocado. Ella tiene una legión de hombres que la coquetean, que quieren salir con ella y ya se ha dado esas oportunidades, después de todo nadie sabe que están casados. -¿Que dijiste? -¿Que acaso estás sordo? Suelto una risa.-¿Acaso estas tratando de decirme que Ana tiene un amante? -Uno no, creo que hasta dos. Me quedo perplejo. -Aqui estaba, Martha lo tenía guardado.¿Que pasa? -Nada, me voy a mi habitación Ana, quiero descansar, hoy tenido que lidiar no con uno, sino dos idiotas. Se va y me deja con la duda. -Bien, déjame cambiarte la venda. -¿Así que te has estado divirtiendo muy bien en mi ausencia? -¿Que? No te entiendo. Dame tu mano. La extendió y ella me cambia de venda. -¿Asi que ahora te muestras como eres realmente? Debí suponerlo.-La miro y ahora entiendo porque ese cambio, esa altaneria, ese cambio de look, antes ni se maquillaba pero ahora lo hace para deleitar a esos pretendientes. -No entiendo de que me hablas Matt. Me callo hasta que termina. -Bien, ya está. -No tienes que ser tan hipócrita Ana. -¿Hipócrita? ¿Que te pasa? Desde que te peleaste con esos tipos estás raro. -¿Y de quién crees que es la culpa? Me acerco a ella. Ese vestido es demasiado, ya estoy soportando mucho y estoy llegando a mi límite. -Oye. -Escúchame bien Ana. No me importa con quién quieras estar, pero mientras sigas siendo mi esposa, tu debes respetarme, ¿Entiendes?.-La tomo del brazo. -Oye suéltame, me estás lastimando Matt. -No, no vas a hacer lo que quieras Ana. Ya bastante he tenido estos dos años lejos de tí. Yo preocupado y tú muy bien divirtiéndote. -¿Divirtiéndome? Espera, eres tú quien no sabe lo que dice. Estos dos años me he esforzado como no tienes idea, para que me vean por lo que soy, y no por ser una Favre. -Sí claro, divirtiéndote con hombres. -¡¿Que?! No puedo más, la tengo tan cerca, esos labios carmesí. Vienen las palabras de su hermana Rossy y todo se rompe. -¿Matt? No soporto y la beso como he deseado, como debería haberlo hecho apenas pisé esta ciudad. La jalo hacia a mí y la devoro, no quiero pensar en nada ni en nadie. Si tan solo no fuera hija de Hans Favre, todo sería tan hermoso, tan bello, perfecto,pero no.Ese hombre destruyo mi vida, mientras lo pienso, siento una cachetada en mi cara.¡Diablos! -¡¿Porque hiciste eso?! -¡Porque quería, porque debía hacerte entender que aún sigues siendo mi esposa Ana!.-Dios, en verdad la besé porque la deseaba. -¿Así que es por eso?.-Me aparta a la fuerza.-Sabes que Matt, vete. Tú no tienes derecho, lo nuestro se acabó el día que no asististe a nuestra boda, desde ahí, yo puedo hacer lo que deseé. -¿Cómo engañarme con otros hombres? -Yo puedo hacer lo que quiera Matt, no te preocupes, yo también sé cuidarme, nadie sabe ni sabrá que yo estoy con otro. Esto fue demasiado, Ana está logrando que me enfade como no tiene idea. -Escúchame Ana, nadie va a hacer que sientas lo que yo he hecho que sientas, recuerda algo, yo te he hecho mujer y nadie más tiene ese derecho.-Me acerco y vuelvo a tomarla del brazo. Debo estar loco por decirle esto. - ¿Así?¿Eso crees? Vamos Matt, he probado mejores que tú y créeme, jamás he disfrutado tanto estar en brazos de... -¡Cállate!.-La acerco a mí.-Cállate si no quieres verme enojado Ana. -No me importa si estas enojado, tú has estado haciendo tu vida y yo la mía.¡¿Porque no te vas con tus amantes y a mí me dejas en paz?! que muy bien lo has hecho por todos estos dos años. Puedo ver en sus ojos que está mintiendo, que no es cierto,que lo está haciendo a propósito para sacarme de mis casillas. -Yo sigo siendo tu esposo Ana Favre, y voy a serlo hasta que yo quiera.-La vuelvo a besar pero esta vez, ella me responde, me acepta, aunque al inicio intenta alejarse pero no, no se resiste, damos unos pasos más y la apoyo en una de las paredes. Quiero quitarle ese vestido, deseo hacerlo.-Matt. -No digas nada.-Sigo en este sueño, en este idilio que no quiero despertar. Ana es mía y no voy a permitir que nadie le ponga una mano encima, nunca. -Disculpe Srta Ana, conejo aún..Oh Dios. ¡Diablos! Tenía que aparecer la nana de Ana. Apenas la notamos, nos apartamos. -Lo siento, lo siento, no debí interrumpir. -No te preocupes Martha, el Sr ya se va.-Me mira algo avergonzada y desvía su mirada. Esta roja y yo debo estar igual. Respiro hondo.-Nos vemos mañana. Es lo único que se me ocurre decir después de la locura que acabo de hacer.¿Pero es que no entiendo que me pasa?¡Porque! ¿Porque la besé? Llego a casa atormentado, confundido, pero de alguna manera feliz. -Matt, hijo, no pensé que ya habías regresado a Londres. -Madre. Que bueno verte con salud. -Soy más fuerte que un roble hijo mío.-Me abraza y yo a ella.- No voy a descansar hasta ver el fin de los Favre, solo ahí, podré descansar en paz. Me acaricia, la veo un poco cansada y ojerosa. -¿Y ya sabes lo que Ana Favre está haciendo? -Sí, ya la ví, es una mujer que le encanta retarme. -Pero tu eres más fuerte y hábil, paciencia, ya pagará con lágrimas de sangre. Camina hacia un pequeño cuarto que hay en jardín, yo la sigo.Lo abre y ahí está, una pequeña gruta con la foto de mi padre. -Dentro de poco será su aniversario de muerto, y aún su alma no puede descansar en paz. -Lo hará madre, te juro que lo hará. -Solo tu puedes entenderme hijo, solo puedo confíar en tí. Tu hermano es un caso perdido, pareciera que no le importara el sufrimiento que tu padre pasó por culpa de Hans Favre y su padre. -No es así madre, él es más joven y no sufrió lo que nosotros sí sufrimos. Se arrodilla a orar. Ni siquiera su cuerpo, nada, nunca se nos dió esa oportunidad. Maldito Hans Favre, voy a destruirte, ¿Pero como? Ana cada día me tiene más confundido, tu hija es una manipuladora pero de alguna manera no la quiero lejos de mí. -Bien, me voy a dormir, si quieres, puedes quedarte y pedirle a tu padre que te guíe, ahora que has vuelto a Londres. Mi madre sale y me deja solo. Me acerco a la lápida dónde nos recuerda nuestro apellido paterno, ese apellido que tuvimos que esconder para no ser perseguidos por los Favre hace años. -¿Así que aquí estabas? Me encontré con mamá en el pasillo. No le respondo, estoy furioso y molesto por recordar todo lo que he pasado. -¿Matt?¿Estás bien? -No te preocupes Erick, estoy demasiado bien, cuando veo la lápida de nuestro padre, me reconforta a seguir. -¿Para seguir haciendo sufrir a Ana? -No, esta vez no.-Me mira sin creerlo.-Esta vez lo haré a mi manera.Yo, Matt Laberti Redmayer, no dejaré que Ana siga sufriendo, le mostraré quien es su verdadero padre, y será ella quien lo odie, ese será su castigo por matar a nuestro padre. Dirijo de nuevo mis ojos hacia la lápida. Padre, juro que Hans Favre y su padre pagarán, pero lo haré a mi manera, no se cómo, pero alejaré a Ana de ellos, le haré ver el tipo de padre y abuelo que tiene, ya lo verás.
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