—Bueno, tu papá era Daniel Fuentes, un pintor exitoso aventurero de corazón, mi primer hijo con una hermosa mujer que conocí en uno de mis viajes a México, pero por cosas del destino no pudimos estar juntos. —comienza a contar el señor Walter.
—Muchos años después supe de él, cuando él tenía 25 años quise reconocerlo como mi hijo legítimo, cosa que él no lo permitió. Aunque me perdonó por abandonarlo, fue un excelente hijo y empezaba a darse a conocer como pintor, por sus obras viajaba mucho entre México y Estados Unidos.
—En un pueblo costero conoció a una hermosa jovencita de la que hablaba demasiado con planes de convertirla en su esposa. Yo le pedí que quería conocerla, lo veía feliz enamorado un día decidido, dijo que iría a verla y proponerle matrimonios.
— ellos se mantenían en
