—Lex, Lexi, amor, despierta —lo llamo quedo. Gruñe y se aferra a su almohada colocándola sobre su cabeza. —Cinco minutos más, mamá —responde haciéndome reír, su cuerpo se sacude dejando inmediatamente la almohada a su lado—. ¿Thorn? —¿Quién más, tonto? Vine por el resto de mis cosas y te encuentro dormido —respondo con diversión, se gira sobre la cama para mirarme, estira sus brazos desperezándose y me sonríe. —¡Dios! Que buena siesta, tuve que ir a comprar algunas cosas para la cena de mañana y me cansé horrible —dice pasándose las manos por su cabello. —¿Cena? —Charlie y yo iremos a cenar a casa de sus padres, prometí hornear brownies para el postre, su madre adora el chocolate. —¿Quieres ganarte a tu suegra? Lexi, eres un amor. —Tu receta hará que me gane su corazón y conquiste

