BANCARROTA Y MATRIMONIO
*** SOFIA CARVAJAL ***
Hoy será el gran día, al fin mi padre me dejará participar en las decisiones de la empresa y colaborar en la junta de consejo, ser parte de mi legado familiar que se remonta a más de 100 años de antepasados, mi tatarabuelo mejor conocido como don Tito Carvajal inició con un pequeño restaurante en una poco reconocida avenida de nueva york; así inició todo, se hizo famoso por las suculentas y cremosas enchiladas suizas, los molletes con la mejor salsa, singulares platillos y su exquisito café exportado desde México, donde su suegra doña Carmina se encargaba de cultivarlo en la ciudad de Córdova, Veracruz; él y su esposa Nina pasaron como indocumentados a los Estados Unidos, a base de esfuerzo y grandes sueños construyeron las bases de la gran cadena de restaurantes que hoy lidera mi padre, mi hermano y ahora yo. Estoy ansiosa por todo lo que viene, me cansé de sólo estudiar y no poder aplicar mis conocimientos al negocio familiar, mi padre me ha pedido estar presente porque se llevará a cabo la junta mensual de socios en la cual se analizan los ingresos y mejoras del consorcio, me pidió llegar dos horas antes porque quiere hablar conmigo supongo que para afinar detalles.
Me coloco la vestimenta más elegante y formal que encuentro, unos pantalones tipo sastre de tela ligeramente acampanados color café, una blusa de satín color rosa pálido, y el saco a juego con los pantalones, zapatillas y bolso en el mismo tono que la blusa, soy fanática de las combinaciones, paso horas buscando que los colores coincidan perfectamente, no soy superficial para nada, sólo amo la moda, es mi mayor delito. Hago una cola alta dejando unos pequeños mechones sueltos para darle un toque sofisticado, me maquillo básicamente, no suelo hacerlo mucho, fui bendecida con una piel tersa, con un poco de rímel y labial me siento más que cómoda.
Subo a mi auto y emprendo a la oficina más que extasiada por lo que se aproxima, el señor de seguridad me abre la puerta del coche y le entrego la llave para que estacione el auto, hago mi entrada triunfal, los empleados me observan detenidamente en cada paso que doy en c, me paro junto al elevador que lleva directo a la oficina de mi padre, las puertas se abren y dos hombres de porte muy elegante salen de él, un hombre mayor que es igual de guapo que el más joven que lo acompaña, los miro y les sonrío en muestra de cortesía; el señor mayor me corresponde y hace una reverencia con su cabeza pero el otro pone una cara de estreñimiento y desagrado que me hizo fruncir el ceño en señal de extrañeza, ignoré lo sucedido y subí al elevador mientras ambos me daban la espalda siguiendo su camino, fue inevitable observar la gran altura del chico desagradable, su espalda era ancha y trabajada, su traje era pegado al cuerpo y se notaba una gran masa muscular debajo de él, eso sin omitir que tenía unos labios perfectos y un porte que atrae mucho pero lo más singular sus ojos verdes, un tono extraño, los míos también lo son pero digamos que es un verde común, intenso, mientras los suyos tienden a ser transparentosos, algo difícil de explicar; lástima que sea el típico chico rico que cree que nadie lo merece.
Llegando al piso Sally la secretaria de mi padre salió de su despacho con un bonche de papeles en mano y muy nerviosa, nos conocemos desde niñas, su madre fue secretaria de mi padre pero al enfermar gravemente mi amiga tomó su lugar, alternando sus estudios con el trabajo con el respaldo de mi familia, nos queremos como hermanas, al verme su mirada fue de sorpresa, casi como si le asustara verme
-Sally, ¿Qué sucede?- cuestioné dándole un beso y abrazo
-Amiga, no sabes lo que te espera ahí dentro, te recomiendo que en cuanto llegues te sientes- exclamó correspondiendo a mi saludo
-No exageres, te olvidas que tengo dos maestrías y un doctorado, puedo resolver cualquier problema que papá quiera poner para evitar que entre a la empresa- alardeé caminando hacia el despacho
-Eso espero- susurró Sally, sonreí y entré
Mi padre se encontraba en su gran escritorio, analizaba unos documentos cuando le hablé
-Papá he venido como me indicaste, dime para que te soy buena- inconscientemente le hice caso a Sally y ocupe uno de los cómodos asientos de la oficina, justo frente a mi padre
-¿Realmente quieres ser de ayuda para esta empresa? Me miró serio, ese siempre fue su semblante un padre estricto y poco cariñoso, era su manera de amar, no era malo sólo poco demostrativo.
-Claro, siempre he querido hacerlo, lo sabes, puedo ser de gran ayuda a este gran consorcio- respondí
-Gran consorcio, de este “gran consorcio” no queda mucho, estamos al borde de la quiebra, la competencia nos está superando y tomamos algunas malas decisiones, si seguimos a flote ha sido gracias a las inversiones de Richard De Loer uno de los multimillonarios más sobresalientes del país y con un instinto para los negocios formidable, es un hombre mayor con mucha experiencia en finanzas
-¿Pero qué dices, cómo sucedió eso? Soy economista padre, debiste dejarme ayudarte no traerme aquí cuando estas al borde de la quiebra- suspiré tomando un poco de oxígeno pues sentía que estaba hiperventilando- quiero ver todos los libros contables, puedo encontrar una solución, podemos hacer acuerdos con el señor De Loer
-Ya he hablado con él, justo antes de reunirme contigo me reuní con él, está dispuesto a solventar todo el aspecto económico
-Eso es genial, entonces ¿qué es lo que te preocupa?- cuestioné
-Tiene exigencias como cualquier buen empresario
-Entonces hay que complacerlo padre, nada será peor que perder nuestro legado- afirmé
-Quiere que su hijo ocupe la presidencia… y- lo vi pensar sus palabras dudoso antes de soltar tremenda bomba- quiere que te entregue como su esposa
-Espera ¿Qué? ¿Casarme con un anciano? Eso es demasiado, imposible, ¿Qué clase de misógino es?
-Con su hijo Sophia, es apenas unos seis años mayor que tú, 31 años para ser exacto, tú tienes 25 no es una gran diferencia si lo analizas
Me quedé procesando las palabras de mi padre, ¿está tratando de convencerme? Se me hace inaudito, no sé qué pensar, lo entiendo por una parte es el trabajo de toda su vida, lo que nos da sustento pero no podía creer que cuando al fin decidió hacerme parte de la empresa fuera sólo para hacerme esposa de alguien que salvaría la empresa, subestimando mi preparación y capacidad como profesionista, eso me hace enfurecer un poco
-Déjame revisar los libros y te daré una respuesta- mi padre tomó el teléfono y ordeno a Sally traer los libros de los últimos tres meses, comienzo a revisar minuciosamente las entradas y salidas, las pérdidas y ganancias, ciertamente la situación es insalvable, son muchos los gastos y menores los ingresos, los gastos de mis tarjetas son grandes pero los gastos de la esposa de mi hermano Archie son exorbitantes, las malas inversiones y el costo de mantenimiento de autos que ni usamos. –Podemos cancelar nuestras tarjetas, vender los autos y ni así podríamos saldar dos quintos de las deudas, es muy tarde, debiste pedirme ayuda papá
-No queríamos preocuparte, además tenemos muy buenos economistas en la empresa, no era necesario
-Si papá, hombres economistas, porque me subestimas por ser mujer
-No es eso, es sólo que no quería inmiscuirte en este mundo, no lo necesitas- justificó parándose de su asiento y mirando por la ventana del gran rascacielos
-Quiero la vicepresidencia- dije firme
-¿De qué estás hablando Sophi?
-Si voy a casarme sin amor con quien sabe qué clase de hombre tengo derecho a poner mis condiciones “como la gran empresaria que soy”- dije citando las mismas palabras que él utilizó al referirse al señor De Loer. Estando en ese puesto me podré enterar de todo y levantar la empresa rápidamente para luego deshacerme de ese estúpido matrimonio.
-Lo que tú dispongas Sophi, en realidad pensé que no aceptarías- su rostro se mostraba confuso- sólo no quiero que te sientas obligada a hacerlo, aunque no lo parezca para mi eres más importante que todo esto
-Soy lo suficiente grande e inteligente para saber sobre mis decisiones y por ningún motivo perderemos la empresa, eso de mi cuenta corre, avísale a tu amigo que he aceptado y desde luego le daremos la presidencia a su hijo, que la boda sea pronto porque necesito esa vicepresidencia ya
Salgo de la oficina y Sally se acerca de inmediato a mí
-Tenías razón, que bueno que me advertiste, creo que aún tiemblan mis piernas
-Cariño, es horroroso lo que propuso ese hombre, cómo podrías casarte con alguien que no conoces y que a pesar de ser muy guapo parece un perro rabioso, yo te apoyo amiga, sé que perderé el empleo pero no es justo que te sacrifiques así- su tristeza era notoria
-He aceptado el trato- su mirada se petrificó- no me mires así, ya estoy pensando cómo reducir mi condena pero no podemos perder el trabajo de tres generaciones por unos cuantos errores, te contaré con detalle en la noche, vayamos a bailar un rato y divertirnos, me quedan pocos días de soltera, te veo a las ocho, paso por ti a tu departamento
-Por supuesto, te esperaré- dijo con una sútil sonrisa en su rostro, aún parece sorprendida ante tal noticia
-Sophia- mi padre salió de la oficina apresurado, nos reuniremos para comer con el señor De Loer y su hijo, ve a casa y cámbiate por una ropa más adecuada
-Esta ropa es perfecta, ¿dónde se concertó la reunión?- escudé, si quiere conocerme que vea lo formal que puedo llegar a ser, no quiero que me miré cómo una mujer superficial hija de un padre con dinero que sólo extiende la mano
-Te veré allí a las doce, no llegues tarde- me abraza y entra nuevamente
Voy a mi auto maquilando cada cosa por hacer, subo, saco mi libreta y comienzo a hacer anotaciones
1.- Actuar como la chica perfecta antes de la boda
2.- Los hombres son débiles a los escotes y ropa entallada
-Oh quizás sí debería cambiar mi ropa
3.-Una vez casada y con la vicepresidencia en mis manos le haré la vida de cuadritos a mi lindo esposo para que él mismo pida el divorcio
-para esto deberé hacer un prenupcial, si él decide divorciarse deberá otorgarme mis beneficios conforme a la ley y no retirar sus inversiones en la empresa, además de que la presidencia pasará a mis manos, soy genial- reí
4.- Cuando la empresa esté solvente daré el golpe final.
-Aún no lo he pensado pero en el camino descubriré los secretos oscuros de mi esposito y seguramente algo se me ocurrirá.