"Entre cielo y tierra, no hay secretos ocultos"
Galatea.
Estar metida de cabeza en un mundo que desde un principio no es lo tuyo es algo asquerosamente aterrador, Lucia mi enfermera de guardia danza dentro de la habitación en busca de ropa que le sirva para atraer a dos enfermeros nuevos. No tendría nada de malo, sino fuera en mi armario donde está hurgando, si algo detesto más que a nada es que tomen mis cosas prestadas, ¡Son mías y punto!
—Querida, este vestido me luce. Está divino, mira como queda mi espalda al descubierto.
La odio, el simple hecho de que la hicieran mi guardiana en este lugar me enferma, desde que tengo memoria evitaban colocar mujeres para que me cuidasen pero desde que use mi felino encanto sobre Noei y luego le arranque su m*****o con mis propias manos han dejado de mandar hombres y no tengo ni idea del porqué.
—Me llevare estos —señala cinco blusas, una falda, tres suéteres y seis vestidos negros que tenía escondidos al fondo del armario. —De todas formas no los vas a necesitar, aquí no te visten para fiestas ni salidas al campo. —Saca una bolsa de basura y mete todo en ella, es la manera en que se ha estado llevando cosas de mi habitación sin que nadie se dé cuenta, total nadie busca entre la basura de un enfermo.
— ¿Estas segura que no quieres ir a la segunda planta?, me han dicho que hay chicos lindos allí.
Miro directo a la cámara que esta sobre la mesa de noche y niego con la cabeza, emito un ¡No! Lo mejor que puedo ya que estoy sedada pero no por completo noqueada. Lucia, gruñe molesta porque sabe que no puede sacarme si no doy mi permiso.
Desde que se enteró que volví a este lugar me ha hecho la vida a cuadros, me ha empujado por las escaleras, envenenado la comida y mentido para que me den electrochoques más fuertes. Ella, es la reencarnación del mal en un cuerpo de adolescentes inocente aún me pregunto cómo le hizo para conseguir un trabajo en este lugar.
Hace dos semanas y media me encontraba con Tessa la enfermera a cargo de Dylan en los baños, puesto que era su turno de guardia con las mujeres y ella se encarga de supervisar que no nos matemos entre nosotras. Cuando salía de darme una ducha rápida, me detuve en el pasillo al ver a Lucia hablando con Reginal y Lucas, se veía muy animada al igual que los dos chicos así que aproveche el intervalo de segundos libres que me daba el que Tessa estuviera tratando de calmar a Sonia, una paciente nueva y escuche su conversación.
Sentí el más puro odio hacia esas personas cuando escuché lo que planeaban, Lucia se encargaría de llevar dos chicas cada viernes por la noche al segundo piso para que su hermano y mejor amigo abusaran de ellas, nadie sospecharía ya que allí es donde se encuentra la sala de "Juegos" que creó la madre de mi amigo. La verdad, ese lugar nunca era usado por que fue creado como un señuelo, así que nadie iría a ver qué sucede.
—Que lastima, tú y Támara son las únicas chicas que no han ido a jugar, estoy segura que les encantaría si se dieran la oportunidad.
El nombre que menciona de inmediato me hace hurgar en los más profundos recuerdos de mi infancia. Si no me equivoco Támara es uno de los gemelos peligro a los que Marcus temía, no por fortaleza sino porque no era capaz de retorcer sus mentes como a él le gusta.
—Lucia, cambio de guardia.
La chica entra y la otra sale sin despedirse, Tessa ve la bolsa que lleva entre sus manos y frunce el ceño algo molesta. Me agrada esta chica, tiene algo que me recuerda mucho a Angy.
—Qué raro, la última vez que vine tu armario estaba repleto de ropa hermosa. —Tuerce la boca y no tarda tanto en darse cuenta, su rostro se torna sombrío y gruñe molesta.
—Esa bruja, se ha estado robando tu ropa. —Comenta frente a las cámaras, estoy segura que la luz que se enciende de color rojo en la puerta de la habitación les ha indicado a todos que Lucía desparecerá dentro de pocos minutos del planeta tierra.
Otra rata de laboratorio para la mujer tras las cámaras.
—Como sea, esa chica jamás me ha dado confianza. — busca uno de los libros de la biblioteca y me lo señala. — Hoy te leeré "En el jardín de los sueños", seguro que te va a gustar.
Su estúpida historia llena de alegría, amor y esperanza me tiene mareada hace un rato así que concentro toda mi atención en un juego de ajedrez imaginario donde por cierto, voy perdiendo. Cuando caigo en la cuenta de que dentro de mi mente yo tengo el control y debería estar ganando veo su rostro, está sonriendo al igual que su hermano y sé que esta divertida por mi confusión.
—Tessa es buena ¿no lo crees?
Támara esta igual a como cuando la conocí por primera vez, sino mal recuerdo yo trate de clavarle un cuchillo en el ojo por mirar por diez segundos a Poe. Claus, sigue también igual con su rostro de niño bueno y su aura de vida que lo rodea, sin Claus sencillamente su hermana muerta no existiría.
— ¿Qué quieres Támara?, jamás hablas con alguien a menos que sea para utilizarlo y pedir algo. —Sonríe y deja ver sus dientes blancos.
—Quiero hablar con Dylan y Marcus, reunirlos a ustedes y largarnos de aquí antes de que recolecten lo que necesiten de nosotros y luego nos eliminen. —Frunzo el ceño y veo como Claus juega con un gato n***o imaginario.
— ¿Que desean reunir de nosotros? —Un pequeño hoyo se forma en su mejilla y me mira como si viera a una cabeza hueca.
—Quiere crear algo más poderoso que nosotros, ella sabe que no puede conseguir una cura para la esquizofrenia que sufre su marido. —Hace jacke mate
Cree que al crear algo desde cero podrá controlarlo hasta tal punto que luego de hacerlo lavara el cerebro de su esposo, si une nuestra fuerza y habilidades, más la de ustedes tendrá a algo capaz de poder eliminar desde la raíz la mente de alguien.
—Maldita enferma. —Asiente y se levanta de la silla.
—Debo irme, no puedo estar mucho tiempo gastando la energía de Claus o puede entrar en estado vegetativo. Nos veremos pronto, g*****a.
Comoun apagón de luz total, todo se vuelve n***o y despierto ante Tessalevantándose de la silla para irse, no sé cuánto tiempo dure allí dentro perodebió ser mucho como para que ya acabara la guardia de la chica.