CAPÍTULO X

1111 Palabras
"Tras las sombras" Nadie sabrá en realidad quien eres hasta que te ven en tu peor momento. Miguel. Estar sumergido en el mar de lágrimas, la oscuridad y soledad en la que estoy a diario "nadie la conoce" y mucho menos lo desean. Estoy rodeado de personas que viven solo para respirar y mal gastar su tiempo hasta el día del juicio final donde su alma será llevada al más allá, a diario me pregunto si llegara un momento donde el tiempo se detendrá y alguien dirá: "Todo es una farsa, nada de lo que has vivido es real" Pero no, aquí estoy sentado y atado de pies y brazos. —Miguel Knight —murmura el hombre obeso ante mí con vestimenta blanca; típica de los enfermeros de este asqueroso sanatorio mental. —Tu cuerpo parece estar en buen estado al igual que tu rostro. —Anota unas cuantas cosas en su libreta y da media vuelta para retirarse. No estoy loco, ni lo estaré jamás. Quizás Poe sí y Mika también, pero yo nunca lo estaré. Solo soy incomprendido y está bien, lo acepto porque reconozco que estoy en un mundo podrido donde la corrupción domina en 99,9% del mundo y ninguna persona hace algo para cambiarlo por miedo a que salga mal y muera. ¡Cobardes!. Mientras existan personas con miedo a algo nuevo e inigualable, no podré ser visto como alguien normal o entrar dentro de lo que llaman así. Soy capaz de rastrear a una persona muerta en siglos pasados, capaz de crear un misil con unos cuantos clics y muy capaz de hacer que el mundo pierda toda su electricidad solo por mero capricho. Pero, lamentablemente no soy como g*****a y su ambición de ver el mundo arder ante sus pies pidiendo piedad por todas las guerras y maldades que han hecho y harán, tampoco diré que soy como Dylan y su enorme capacidad para mantenerse sereno ante toda esta basura que pasa. "Tus pensamientos... Tan profundos, son algo asquerosamente retorcidos a tu manera." Sus pies hacen un sonido seco al impactar con el suelo, nunca pensé estar en esta posición. En realidad, jamás imaginé conocer a Marcus dentro de mi cabeza y ver como es realmente, todo en el grita ¡Peligro! Pero aun así no soy capaz de bloquear mi mente porque estoy seguro de que moriré sin él. A vagado dentro de mi subconsciente desde que entre en este lugar y se ha encargado de proteger mi cerebro de esos choques eléctricos; estoy muy seguro que está haciendo lo mismo con los demás porque algo malo trama, bueno para nosotros claro está. — ¿Que estas esperando aquí? Soy capaz de percibir su aroma a azufre y su cabello blanco resalta en toda esta niebla espesa que está creando. —El momento exacto para que ellos lleguen. A pesar de que tengo total libertad aquí, el creó muros entre nosotros. Y no de concreto, sino, de terror que me mantiene alejado de su extraña figura que cambia al pasar por algún deje de luz que sin querer pienso. — ¿Quiénes?, ¿Angy, Mika y Trisha? Se detiene luego de la mención del primer nombre y caigo en la cuenta de que Marcus tiene un secreto "muy evidente", después de todo la humanidad de Dylan debió llegar a alguna parte de su corazón, si es que acaso tiene este monstruo. El lugar se vuelve asfixiante, pequeño y distante pero trato de mantenerme aquí y no despertar porque se lo que está pasando afuera, otra sesión de choques eléctricos se está llevando a cabo. A veces pienso que ya los hacen por diversión y no por borrar los recuerdos de lo ocurrido afuera, pero no podrán hacerlo nunca. —No, ellos no. Vaho sale de entre sus labios y su cuerpo se deforma haciendo que gire mi rostro en otra dirección, quizás los demás se han acostumbrado a verlo así, pero yo no. Es espantoso saber que tienes de visitante un ser oscuro que come almas e invoca a otro como él para que posea tu cuerpo. —Entonces, ¿quién? Llevas días de aquí para allá, de una mente a la otra en busca de no sé qué y no permites que nadie entre o salga. Ríe de una manera tan macabra que me causa estragos en el estómago, estoy seguro que mi cuerpo allá afuera debe estar temblando de puro y fino miedo pero por más que tema debo obtener respuestas, estoy cansado de que teniendo el poder para unirnos en un mismo sitio a los chicos y a mí, prefiera mantenernos distanciados. —Si les permito salir en este momento ella no podrá entrar, y necesito entablar un conversación muy seria en persona para que todos salgan de aquí y hagamos pagar a quienes desean. El silencio en este momento es incómodo, bueno la verdad todo lo que tenga que ver con Marcus lo es. Toc toc toc, tres golpes en una puerta que recién acaba de aparecer frente a mi obtiene toda la atención. La figura inhumana de algún extraño ser queda del otro lado, puedo notarlo porque Marcus abrió la puerta con pereza y cuando vio lo mismo que yo bufo de molestia. —No queda mucho tiempo. —Comenta la figura con una voz aterradora que me hace encoger en un sillón imaginario. He pasado quizás, a tercer plano y me siento feliz por ello porque eso quiere decir que puedo salir vivo de esto. —No es mi problema. —Responde frío y distante, como si le molestara en serio que esa cosa estuviese aquí, empiezo a rezar en voz baja y mi acompañante frunce el ceño molesto. Murmuro por lo bajo un "lo siento" y el gira los ojos fatigado. —Prometiste algo y debes cumplirlo. Rasguña con sus enormes uñas una pared invisible y entonces una idea fugaz atraviesa mi cabeza, quizás este delirando del miedo pero creo que esa cosa no puede entrar sin ser invitada. "Yo no prometí nada, tú fuiste quien se creó toda esa basura." Marcus entra en fase de terquedad y la figura tras la puerta se vuelve muy agresiva tanto que con su cuerpo golpea la pared invisible para entrar pero sin poder lograrlo. — ¡Miguel!— Mi alma responde ante la voz de Tessa y salgo de mi ensimismamiento. —Dios mío, pensé por momentos que entraste en estado vegetal. —Frota mi rostro con sus manos y sale en dirección al baño. Qué raro, no recuerdo en que momento llegue a conocerla, es como si alguien hubiera murmurado información en mi cerebro.
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