CAPÍTULO 44.

2120 Palabras

No sé cuánto tiempo estoy ahí, inmóvil, como si el mundo hubiera dejado de girar y yo he quedado atrapada en un paréntesis extraño de vacío y silencio. Mis ojos han dejado de ver realmente; miran al frente, pero lo único que encuentro es una nada densa, oscura y asfixiante. El peso del aire en la oficina parece aplastarme los hombros, la garganta se cierra con cada respiración y los latidos en mi pecho son erráticos, como si no pudiera encontrar un ritmo al cual aferrarse. Es entonces cuando escucho esa voz. Una voz que al principio llega lejana, como un eco que apenas se abre paso entre la niebla en la que estoy hundida. —Prisca… —me llama. Pestañeo repetidamente y el mundo vuelve a tomar contornos y de pronto me encuentro con un par de ojos grises, tan cercanos que casi puedo sentir s

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR