Ivanka al verlo en su habitación, se encontraba muy nerviosa, porque muy dentro de ella sabía, que ese hombre la haría caer en la tentación, cuantas veces lo pidiere. Entonces, al verlo ahí, acercarse a ella, la nerviosa mujer pensaba:
«¿Será que viene por más? ¡Ay, no. ¿Será que es insaciable? Pero… ¿Por qué mi cuerpo lo quiere?»
Alexander con cara de preocupado porque no quería perderla, caminando hacía ella, porque aun no le respondía, volvió a preguntarle:
—¿Dime porque te fuiste? ¿te asusté o… algo por el estilo? Mira que siempre te preguntaba si te estaba haciendo daño.
La mujer, gracias al tierno gesto de preocupación que Alexander había puesto en su rostro, comenzó a ablandarse otra vez.
«¡Ay que lindo se ve como pone su carita y sus cejas así todas tiernas. Sus ojos son tan t
