Tiempo actual… Ivanka en ese mismo instante se quedó sin palabras moviendo uno de sus pies con mucha insistencia. —¡Pues… yo…! Pero Alexander estaba muy alterado porque se sentía frustrado que aún Ivanka no daba su brazo a torcer y se seguía alejando. —¡Contigo no se puede dialogar. Siempre estás a la defensiva! Enseguida, se dio la media vuelta para retirarse del cuarto, pero el pequeño Simba gracias a ese baño que él le dio, se encariñó mucho con él y fue detrás de él. Pero Alexander no se iba a ir, sin antes decirle algo que tenía por dentro desde que entró al apartamento de Ivanka, así que, se devolvió y le dijo: —¡Y otra cosa que te iba a decir, deberías recoger las cosas que compramos en el supermercado. Esta casa es un desastre. Hasta la ropa del pobre perro está por todos la

