IV

1892 Palabras
Salimos de clases con Lía y caminamos hacia los casilleros, cómo el profesor nos dejó salir 10 minutos antes por buen comportamiento y excelente participación en clase, aprovechamos para sacar los libros de los casilleros e irnos. Tenemos mucho que estudiar, ya que los profesores quieren hacer un primer examen de prueba para saber que tanto hemos aprendido los años anteriores. - Lía, ¿estás segura de que quieres llevarte los libros que están en la biblioteca de hace 3 años? - pregunto sacando mis libros de literatura, filosofía e historia. - Sí, estoy segura, a ti no te cuesta ni matemáticas ni física, a mí sí y si tengo que estudiar los libros de la primaria lo haré - dice y me río. - Perdón, no quería reírme, solo... - y sin querer se me escapa una risa burlona. - Anda, ríete, voy a ver si en la biblioteca hay más libros, te veo en la puerta - y se va enojada. Me río y la sigo con la mirada. Se da media vuelta, me mira y me saca la lengua, pero sonríe de labios cerrados y sé que no está molesta. Sonrío y niego con la cabeza, a veces es tan infantil, pero es tan especial para mí, la adoro de verdad y no sé qué haría sin ella. Cuando la pierdo de vista, cierro mi casillero, me giro para comenzar a caminar hacia la salida y me choco con alguien, haciendo que los libros se caigan, demonios. - Disculpa, no vi por dónde iba y necesitaba irme rápido - digo excusándome para no tener problemas con quién sea que me haya chocado por bruta, miro para ver al que posiblemente me vaya a insultar por chocarlo y es él. - ¿Ah?, no te preocupes, no pasa nada - dice y sonríe, le regaló una sonrisa sincera y de verdad estoy agradecida con él, el que no quiera matarme por haberlo chocado me hace sentir bien. Por esto se ganó un punto a favor, quizás me caiga un poquito menos mal. Antes de que pueda hacer o decir algo me agacho a juntar mis libros y noto que él se queda parado en el mismo lugar por unos segundos, entonces recojo mis libros más lento, quizás quiera ayudarme, pero descarto esa rápida idea cuando veo que comienza a caminar hacia la salida a paso rápido y me levanto enseguida para mirar hacia afuera, pero ya no está. Arrugo mi frente, pero no le doy importancia, capaz lo estaban esperando para irse. Mientras esperaba a que Lía llegara me puse a leer el libro de literatura, se dice que hace más de 5000 años las criaturas sobrenaturales eran las más estudiadas en aquella época, eran agresivas, salvajes y no tenían piedad de sus víctimas. Pero después de varios años, aquellas criaturas comenzaron a desaparecer o a camuflarse entre los humanos, haciéndose pasar por personas reales. Me sorprende leer esto, porque si bien es literatura ficticia lo que tengo que estudiar, porque es lo que más me cuesta, dudo mucho de la existencia de criaturas sobrenaturales, pero tendré que investigar más si quiero sacar un A+ en mis exámenes. - Lea, encontré este libro sobre la historia de la literatura ficticia, ¿Crees que te sirva? Observo el libro, es enorme, viejo y está lleno de polvo, pero sí, me sirve. - Sí, me sirve - sonrío amablemente y extiendo mis manos hacia ese libro y ella lo hace para atrás y mi sonrisa se borra. - ¿Resulta que ahora sí eres benéfica?, pues fíjate que no - dice y comienza a caminar hacia la salida, ruedo los ojos y la sigo. - ¡¡LÍA!!, era una broma, no te enojes - digo y ruedo los ojos sonriendo. - No llores florecita, te lo doy cuando lleguemos a casa. Sonrío y doy saltos como una niña pequeña a la cual le acaban de dar un dulce y Lía suspira. [...] Llegamos a mi casa que queda a metros de la casa de Lía y nos ponemos a estudiar, cómo salimos de estudiar y tenemos que seguir estudiando y se acerca la hora de la merienda, mi mamá decidió cocinarnos una tarta de manzanas y arándanos con una taza de chocolatada bien fría, una delicia para nosotros y la energía suficiente para nuestro cerebro. Después de la merienda continuamos estudiando, Lía en la computadora y yo en su cama. - Lía, ¿Dónde está el libro que me ibas a dar? - pregunto mirándola mientras ella escribe una reseña sobre recetas de cocina, nunca entendí por qué lo hacía, pero se distrae de esa manera. - ¡¡LÍA!! - le grito, mientras me siento en el medio de la cama. - NO ME GRITES, TE ESCUCHÉ LA PRIMERA VEZ - me dice y se da la vuelta en su silla giratoria. - Y, ¡¿por qué no contestas?! - Es que estaba leyendo sobre... - me mira y enarco una ceja. - No importa, el libro está ahí arriba - dice y señala la mesa de luz que tiene al lado de su cama y vuelve a girarse para seguir comentando la receta de no sé qué. Me estiro para agarrar aquel viejo libro y lo abro, veo que la primera hoja es de papiro y en letra grande y cursiva se lee "La literatura ficticia", y debajo de ella en letra muy pequeña dice "Aquí verás la historia de aquellas criaturas que aún habitan en la tierra, camuflados entre los humanos" y solo leer eso provoca estragos en mí cuerpos. Es como si una pequeña brisa cruzara por mi espina dorsal haciendo que mi cuerpo reciba una descarga eléctrica y provocara que cada bello de mi cuerpo se eleve, dejándome la piel de gallina, erizándome la piel. - Lía, creo que esto te interesará - digo y ella se gira y viene hacia mí, cuando le muestro la primera hoja del libro ella obtiene la misma reacción que yo tuve y me mira preocupada. - ¿Crees que esto tenga algo que ver con las criaturas que a ti te gustaban hace años? - dice y la miro irónicamente. - ¿Eres idiota o qué?, esas criaturas no existen, tuve un pasado bastante vergonzoso con respecto a eso y lo sabes - Lía se ríe, pero es verdad. - Bueno, léelo y después de que lo leas veré si tu obsesión por los vampiros, híbridos y licántropos sigue o si realmente le diste un fin a eso, a eso que un día intentaste invocarlos - dice y se vuelve a la computadora. Bueno, parece idiota, pero lo que dice mi mejor amiga en parte tiene una historia para explicar. Hace unos 10 años atrás, cuando aún no cumplía los 13, me obsesioné con los vampiros, me vestía como ellos, actuaba como ellos, intente incluso una vez tomar sangre como ellos, eran un ejemplo para mí y quería saber si realmente existían. Me contacté con una persona por una página de internet, le dije lo que quería hacer y me dio instrucciones detalladas para hacerlo, las primeras dos veces que intenté no funcionó y le pedí a aquella persona que me diera alguna otra forma para contactar con un vampiro real y entonces sucedió... Flashback La tarde se acercaba y tenía que ir al campo a buscar aquel caballo que mortifega1 me había dejado. Salí de mi casa diciéndole a mamá que iría a la casa de mi tía, lo cual fue así, pero fui a buscar a mi primo y aquel caballo que esa mujer o ese hombre del internet me habían dejado. Habíamos acordado este día para yo pasar a buscar ese caballo. Cuando llegue a la casa de mi tía le dije que iba a sacar a mi primo a dar una vuelta por el campo, lo que ella no sabía era a qué campo lo iba a llevar. Caminamos con mi primo por unos 20 minutos y llegamos a dónde estaba aquel caballo n***o de pelaje brilloso, me acerque a él lentamente y con mi mano de frente hasta llegar a tocar su cabeza sin que se fuera a molestar y huyera, para mi suerte era bastante joven y obediente, cuando acerque mi mano enseguida bajó la cabeza para que lo tocara y estuviera segura de él. Sobre su lomo llevaba una manta para montarlo y aquellas anteojeras para que no se distrajera del camino. Subí a mi primo y me subí yo, fuimos hasta el cementerio y ahí estaba la entrada principal y la entrada para vehículos que transportaban a la persona que fallecía. Entre por ahí y como no había nadie se me hizo más fácil ingresar sin generar dudas. La mujer o el hombre decía que tenía que recorrer todas las tumbas hasta que el caballo no quisiera cruzar por alguna tumba, es en ese entonces y solo ahí que habría uno de ellos, entonces comencé. Estuvimos aproximadamente 30 minutos haciendo eso, recorriendo cada tumba y cuando estaba a punto de darme por vencido, el caballo freno de golpe y relincho, mi primo asustado se abrazó del caballo y yo por un momento me asusté y mi corazón comenzó a latir muy rápido, encontré lo que quería, intente hacer pasar el caballo por ahí y no quiso, entonces me baje y bajé a mi primo. Lo senté sobre aquella tumba y él solo me miró y sonrío, corrió hacia mí y me abrazo, algo extraño, pero normal, era un niño. Montamos de nuevo el caballo y salimos rápido de ahí, yo seguí los pasos tal y como se me había mandado, lo que dijo aquel hombre o aquella mujer, yo lo seguí tal cual y si hacía eso aquel vampiro debería de aparecer esta noche en donde estuviera el niño que se sentó en su tumba, era perfecto porque mi tía se iba a quedar con mis primos a dormir en casa y especialmente se iba a quedar Thiago, a quien llevé en el caballo conmigo. [...] Llegamos a casa con Thiago, el caballo lo deje en el campo y camine con mi primo hacia mi casa, mamá estaba preocupada, pero después de decirle que saque a Thiago a pasear se le pasó. Cenamos en familia, jugamos juegos y miramos películas. Se acercaba la hora de dormir, pero el nerviosismo de que llegara aquel vampiro y yo no estuviera despierta para verlo me hizo no poder dormirme, me levanté lentamente de mi cama y camine hacia mi ventana, estaba abierta y corría una brisa fresca, mi piel se erizó y por un momento cerré mis ojos, de repente la brisa se detuvo y abrí mis ojos algo extrañada y lo vi, vi la silueta de un hombre parado en el patio de mi casa. Miraba en una sola dirección y esa era mi habitación, de repente mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente y por primera vez tuve miedo de que me hiciera algo malo, aquella silueta solo sonrío, no pude ver su rostro, pero si pude ver aquellos ojos que comenzaban a teñirse de un rojo eléctrico y que me hicieron poner los pelos de punta, dio un paso y automáticamente comencé a hiperventilar, mi visión era distorsionada y de un momento a otro todo se volvió n***o. Fin del flashback
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