Tinder con el Millonario

La novia se bajó del coche y muchos se quedaron asombrados al verla, se veía hermosa con ese vestido sirena que resaltaba todas sus curvas. Ella los vio y sonrió a modo de saludo, pero sus expresiones serias y preocupadas le parecieron extraño. - ¿y Leonardo? - pregunto Abril nada más ponerse en la entrada y ver que su novio no estaba en el sitio acordado. Miró a todas partes por encima del hombro de su prima Keyla y su amiga Nancy pero no vio a nadie, solo algunos invitados estaban afuera y los demás esperando adentro. - no ha llegado. Ya intenté llamarlo pero no responde - dijo Keyla - no te preocupes Abril, quizás ya debe venir en camino Mientras hablaban en su idioma los invitados empezaron a murmurar diciendo que el novio no iba a aparecer y que algunos sabían el motivo menos la novia. Abril también cogió su teléfono para llamarle pero aún nada, se iba directo a buzón. - joder. ¿se arrepintió? - ha pasado casi una hora. - suspiro su mamá que estaba enferma e iba en una silla de ruedas - quizás deberíamos irnos a casa. Estoy cansada No podía creer que su prometido la había dejado plantada afuera de la iglesia; no quería abrir los ojos pero ahora Leonardo le estaba demostrando que no quería lo mismo que ella a pesar de quien fue con una bonita propuesta y una sortija a pedir su mano; y les había tomado un año completo llegar hasta ese momento. ¿que había cambiado? - ¡intenta otra vez! - casi gritó Abril. Ésta se negaba a irse pero al ver que nada sucedía no le quedó más remedio que decirle a todos los invitados que la boda se había cancelado. - lo siento mucho amiga - también yo. Ese hombre no es para ti hija. Vamos ya. - se dió cuenta entonces que no valía la pena a pesar que le dolía el corazón, y que su madre necesitaba reposo. Cuando Nadine, Henry y Camille pasaron por su lado ésta última le dió una mirada divertida y triunfante, le guiño un ojo y siguió su camino. Eso le pareció extraño pero solo podía pensar en el idiota de su primetido. O más bien ex, ya que era obvio el final de cuatro años juntos. Se subieron al coche y en el camino Keyla se quedo con ella pues Nancy debía volver a casa con su pequeña hija. Entraron en el apartamento que Abril compartía con Leo y no vieron nada fuera de lugar excepto una copa con un poco de whisky y la botella hasta la mitad. - parece que empezó a celebrar antes, solo que sin la novia - ella siguió derecho hacia la habitación y allí seguía toda su ropa. No debía estar muy lejos. - ayúdame a empacar mis cosas. - no Abril, es él quien debe largarse. - no quiero quedarme aquí donde todo me lo recuerde. Él ha dejado muy claro lo que quiere y no es a mi. - quizás haya alguien más - dijo con duda su prima. Saco sus maletas y fue a buscar algunas cajas en el cuarto útil. Empezaron a guardar todas las cosas y ropa mientras buscaba por internet un carro de mudanza. En cuanto Leonardo volviera vería que ella ya no estaría. En poco tiempo las dos tenían todo listo pero aún así no tenía tanta suerte ese día. - ayúdame con el vestido - su prima comenzó a desabrocharlo pero en ese momento la puerta de la entrada se cerró con fuerza, ambas se asustaron y salieron para ver al novio con el traje puesto pero hecho un desastre, estaba ebrio y aún así podía mantenerse firme. - Abril - murmuró al verla con el vestido aún puesto - estás hermosa. - intento acercarse pero ella lo freno con una cachetada tan fuerte que sus dedos se marcaron enseguida en la mejilla. - no hay excusa para lo que me has hecho Leonardo. No me importa el ridículo que pasé frente a todos pero me permitiste llegar hasta este punto sabiendo que no me amabas - lo siento Abril. Es cierto - se sirvió otra copa y la bebió completamente - ya no te amo - ¿hay otra persona no es así? - preguntó sabiendo la respuesta, él solo asintió encogiéndose de hombros. Cuando ella iba a golpearlo de nuevo la detuvo gritándole - ¡no vuelvas a ponerme una mano encima! No eres nadie - ¡era tu prometida! - la sonrisa socarrona de Camille vino a su mente y la expresión le cambio de una furiosa a una incrédula. ¿Era poco probable? no, esa niña era una solapada que le quitaba los novios a sus amigas, no tenia educación ni dignida - no puede ser - Abril tranquila - Keyla estaba interponiendose entre los dos. En cualquier momento saltaría a su yugular por la mirada asesina que le lanzaba - ¡pues sí, es ella! Es Camille - al decir esto Abril empujó a su prima a un lado y un puño impactó en la boca del hombre haciéndole un pequeño corte con el anillo de compromiso, el cual se quito del dedo y se lo tiró. - ¡maldito hijo de puta! ¡Es una menor de edad! Eres un desgraciado infeliz que no vale la pena, pero el karma se encargará de tí. - ¡que lo haga! Después de disfrutar esa ricura porque ella es mas joven y mucho mejor que tú en la cama, me complace en todo. - le dijo con sorna. La espectadora no dudo en golpearlo también en defensa de su prima y luego se detuvieron al ver que no se movía, ya tenía otro corte en la ceja y le sangraba la nariz. - ¿está muerto? - pregunto Keyla - no, solo está inconsciente el imbécil. - sabía que era ella - Keyla camino hasta la habitación y volvió con una caja poniéndola en el pasillo. - sí. ¿cómo carajos? - Abril la miró esperando una explicación. Estaba tan enojada que ni siquiera una lágrima había salido. - Abril, todo el mundo los vio el día de la boda de tu tío. Solo le faltó sentarse en las piernas de éste de lo insinuosa que estaba. Solo tú estabas idiota distraída con el bebé de Gwen - que mierda - se quejó. - ¿Que crees que le hara Henry cuando se entere? - no quería imaginarlo, él tipo había estado en la milicia hasta que conoció a su mujer. - a partir de ahora no es mi problema. - Leonardo estaría solo ya que toda su familia estaba en España. - vamos - rápidamente termino de quitarse el vestido y lo metió en una bolsa negra. Sacaron las demás cajas hasta el pasillo donde los chicos de la mudanza llevaron todo en un solo viaje y dejaron al inconsciente ex novio tirado en la alfombra debido a los golpes que recibió. *** En los planes de Abril no estaba conocer a un tipo rico por una aplicación de citas y mucho menos enamorarse, tenía una mala opinión del sitio pero supuso que todo fue suerte y no el destino, no imaginó que ese hombre le pondría su mundo al revés pero que sería toda una aventura dónde el amor triunfaria, incluso terminaría queriendo a ese chico problematico de su hijo como si fuera suyo también. Cuando entró en la mansión todo estaba en silencio, solo el mayordomo la recibió. - señora Holman - le agrado escuchar ese apelativo pues es lo que era, la esposa de Travis Holman - que bueno que ha vuelto. Ya la extrañabamos - gracias Jimmy. También los extrañé - el señor está en su estudio y el joven Jake salió con su nueva novia - Abril dejó un beso en la envejecida mejilla del hombre mayor y se fue en busca de su amor. Sin llamar a la puerta la abrió lentamente y lo vio de espaldas mirando por el ventanal, sobre la mesa había un libro, una copa y un puro que todavía echaba humo. - no quiero que me molesten Jimmy - ¿Estás de mal humor? - Travis se giró enseguida al escuchar su voz y ella suspiro porque después de varios días lejos lo veía de nuevo y se dió cuenta lo mucho que lo amaba. - ¿qué haces aquí? - rodeó el escritorio y luego se apoyo en el cruzando los brazos. - vine porque no tiene sentido que estemos separados Travis. Mi lugar es a tu lado - te creería si me amarás. - Abril solo lo miró sin responder, ella no dudaba pero Travis quería oírla. - ¿me amas? - le preguntó. Él era un tipo difícil pero sencible, y no estaba dispuesto a que le rompieran el corazón nuevamente. La madre de Jake le demostró de lo que las mujeres eran capaz, incluso de abandonar a sus hijos. - con todo mi corazón - quería acercarse, abrazarla y besarla pero ella no había dicho las palabras que él tan desesperadamente deseaba escuchar; no quería que lo hiciera porque creía que debía decirlo - ¿no vas a irte? Si las cosas se pone difíciles ¿te quedarás? - puedes confiar en que me quedaré a tu lado pase lo que pase, de lo contrario no te hubiera ayudado - ella tomó la iniciativa, se acercó y cogió su mano intentando trasmitirle lo que no era capaz de decir y que era tan real. Lo rodeo con sus brazos pero no le correspondió, solo quería que lo dijera en voz alta Sus problemas emocionales habían sido superados, ambos tenían la capacidad para sanar el uno al otro y ese era el amor, a pesar de la tormenta que pasaron cuando se conocieron. - dilo - ella levanto la cabeza de su hombro para mirarlo, los ojos verde claro más hermosos que había visto jamás y que amaba - dimelo Abril - te amo Travis... desesperadamente, desde que te vi esperándome en el altar - él sí estuvo ahí cuando llegó - desde que ví tu sonrisa por primera vez - lo sé, tus ojos no pueden mentir y aún así me negaba a aceptarlo. - ya no más. No más dudas amor - dejo un suave beso en los labios de su esposo, entonces por fin la estrecho en sus brazos - ¿juntos para siempre? - para siempre