Punto de vista de Aleron Aleron se detuvo frente a la habitación de Silvy, con el corazón apesadumbrado por la culpa. Había caminado todo el camino pensando en las palabras de Lucien y en los rumores que ya circulaban sobre su familia. Su rechazo al matrimonio con Nathaniel parecía haber desatado una avalancha de problemas para su manada, y aunque no se arrepentía de su decisión, el peso de las consecuencias la estaba aplastando. Necesitaba a Silvy: su confidente, su refugio. Al principio golpeó suavemente, pero no hubo respuesta. —Silvy, soy yo. Abre, por favor —dijo con tono urgente. Solo oía ruidos extraños desde dentro: pasos apresurados, objetos que caían y el murmullo de voces. Confundida, volvió a llamar, esta vez con más fuerza. —¿Silvy? ¿Estás ahí? —insistió. Dentro, Silvy s

