Me encerré en mi habitación, le dije a mi padre que estaba enferma, que había ido al doctor, y me había mandado a reposar mientras me pasaba la gripe, gracias a Dios me creyó, estoy en el limbo no sé que haré ahora, no podre ocultar una barriga inmensa, tampoco que creyeran que engorde en nueve meses, tengo que hacer algo.
Pase todo el día en cama, mi mente aún no dijere la tremenda noticia de mi embarazo, lo que me está matando es como enfrentaré esto ante mi padre y hermanos, además para Ricardo solo soy su diversión, no cuento con él, aquí mi única salida es desaparecer, pero tengo que ser sabía en eso, para no preocupar a mi padre.
En eso me tocan la puerta, me levanto abrir es Lucia, ella entra con una cara de preocupada, nos sentamos en la cama.
¿Cómo te sientes?
—Fatal, no tengo
