Anaia D'Angele
Hoy amanecí como la chica más feliz, me tome una ducha rápida desde que me desperté y me esmere en elegir mi mejor atuendo, me puse unos pantalones estilo campana y un polo de tela parecida a latex, y aquí viene la decisión más difícil, ir a enfrentar a esos 14 intolerantes o sólo quedarme aquí en paz, empiezo a dar vueltas por la habitación hasta que veo que alguien abre la puerta.
—Supuse que no bajarías así que traje el desayuno— Loan entra la bandeja en manos — Te la prepare yo mismo porque sé que tus hermanos lo hacían, quiero que te sientas como en tu casa— lo único que paso por mi mente fue darle un abrazo, aunque sea yo la que lo necesite, empiezo a comer mi desayuno mientras él me platica las actividades para hoy.
Al terminar me convence de que baje porque sus hermanas me querían ver.
—Es un gusto conocerte, yo soy Lia, y ella mi hermana Kara— las dos son muy hermosas son iguales a Yase.
—Yo soy Anaia, el gusto es mío.
—Bueno, nosotros ya nos tenemos que ir al cuartel, nos están esperando— dice Mikhael, a lo que Lia me mira con cara de asombro y me toma del brazo:
—¿Si nos llevan? — lo dice con mucho entusiasmo así que no les queda más nada que aceptar —Vámonos con Leix — lo niego sin pensarlo dos veces y me hago a lado de Kara que se iría con Rian.
En todo el camino me quede mirando lo hermoso que se ve relajado, al notarlo me regala una pequeña sonrisa que me hace sentir más tranquila.
—¿Pasamos por helado? — Kara y yo aceptamos al momento, tuvimos que esperar un buen rato porque la fila estaba larga, los chicos empezaron a llamar a Rian con desesperación y no nos quedó de otra de pedirlos para llevar.
Al llegar vi un edificio gigante que en él hasta se podían ver las personas que pasaban por los vidrios.
Rian iba casi corriendo porque nos contó que era una reunión importante. El entró, nos dejó la puerta abierta haciéndonos una señal de que pasemos, Kara y yo levantamos los vasos para que entendiera que no habíamos terminado.
—No importa, pasen — al entrar hay una mesa bastante amplia y mínimo 30 personas rodeándola.
—Ella es Anaia, nuestra compatible — Loan me toma de la mano para acercarme a él. Al otro lado de la mesa una chica me miraba con odio, traté de ignorarla en el tiempo que teníamos aquí pero nunca me quitó los ojos de encima.
—¿Quien es esa? — les pregunto refiriéndome a la chica que le está haciendo rabietas a Nikhael.
—Es amiga de lo familia, pero ella cree que somos suyos — es lo más estúpido que he escuchado, lo único que pasa por mi mente es salir de aquí — No te pongas así, nosotros la ignoramos — los mire con desconfianza y le acepte la palabra. Total, no voy a estar haciendo escenas de celos tan pronto.
Kara y Lia me tomaron de los brazos para dirigirme a un pasillo completamente blanco.
—Te vamos a enseñar algo pero no le puedes decir a nuestros hermanos— pasamos por una de las tantas puertas, y sigue, todo en blanco. Empecé a recordar cosas de cuando era pequeña y sentí pequeños mareos.
—no te dolerá— sentí que el brazo se me caía, caminé por toda la habitación y no se me quitaba el dolor, solo vi una silueta borrosa y....
Me sostengo de una pared al ver todo mi alrededor dando vueltas, suspiro para intentar relajarme y me dejo llevar por mis pensamientos.
Kara Nariot
Anaia se desmayó repentinamente y no sabemos porque.
—Les voy a avisar a nuestros hermanos— al llegar Dian me pregunta que donde estábamos yo les hago una señal para que me sigan.
Al llegar donde las deje veo a Lia llorando desconsoladamente y a Anaí en sus brazos me miro con una cara de tristeza:
—No despierta, está muerta— Liam niega y se la quita de los brazos.
—Quizás se haya desmayado por el lugar, a algunas personas le marea estar en lugares así— puedo creerle ya que estudia psiquiatría.
Al llegar a la casa Nikhael le estaba pasando un algodón con alcohol por debajo de la nariz para que reaccione.
Anaia D' Angele
Al abrir los ojos me quede un rato mirando el techo, cuando me paré todos me miraban con preocupación.
—¿Si te sientes bien? — asiento.
—Tenemos que hablar algo importante— todos prestamos atención a lo que dice Loan — La mayoría de ustedes ignoran a Anaia como si no fuera nuestra compatible, les agradecería que se tomaran la oportunidad de conocerla.
—Si no quieren pues no están obligados — lo tomo del brazo y lo miro con pena tratando de hacer uso la manipulación, Loan me toma de la mano y subimos a mi habitación.
—Si ellos no te quieren te tendré para mi — me sube a su regazo y me aprieta las piernas con una sonrisa pícara — No te lo había dicho pero me encanta verte a los ojos, son hermosos — me dice acariciando mis mejilla seguramente sonrojadas.
—Ya hablamos de... — al voltearme veo a Dain recostado en el marco de la puerta, mi único pensamiento fue pararme pero Loan no me lo permitió, Dain se sentó en la cama y me dio la misma sonrisa que su hermano — Perdóname chiquita, tienes que entender que nosotros no somos apegados a los otros, si nos das tiempo todo va a ir mejor — no dudo en las palabras de Dain pero igual me lástima que me rechacen.
Me pongo de pie y empiezo a caminar por la habitación haciendo dudas, me inclino delante de Dain y le ofrezco una sonrisa coqueta.
—Sabes, me gustaría pedir algo a cambio de mi perdón — me miran con duda, me vuelvo a poner de pie y me dejo recaer en la pared — Me encantaría tener un tigre — los miro atentamente esperando su respuesta.
—Está bien, no tenemos problema — me alegra mucho que hayan aceptado. Los tomo a los dos de la mano para bajar a donde están los otros.
—Anaia aceptó perdonarnos si la dejamos tener un tigre — la mayoría asiente y los otros se nos quedan mirando dudosamente.
—Me iré a dormir, todavía me siento mareada por lo de hace rato — Dain me pregunta si no voy a esperar la cena y niego con cansancio.
Simplemente me deje llevar del sueño.
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Al estar ya arreglada baje y me lleve la gran sorpresa de que la insoportable de ayer es ta aquí, en verdad, no sé ni de qué forma reacciona. Al llegar a la mesa los veo hablando muy entretenidos hasta que notan mi presencia.
—Ay no, como molestas. — La miró con chiste a lo que está diciendo y trato de mantenerme firme. —Estábamos tranquilos hasta que apareciste tú. —me quedo pasmada con lo que me dice hasta que siento el caliente de la ropa que pega con mi piel. —Ay, lo siento, no te molestes.
Doy un pequeño grito al sentir el café caliente, los chicos acuden a ayudarme pero yo no paro de ver su sonrisa de victoria. Al ya no aguantar más use del viento que yace en el lugar para tirarla hacia la mesa de cristal.
Al ver que voló un poco antes de caer todos se sorprenden, no creía que el cristal sonaría tan fuerte pero me da gusto que me haya salido.
Kara me sonríe desde lejos a lo que la miro intentándome hacer la loca, Al Leix soltar una simple risa la chica empieza a quejarse, Rain sugirió que la llevaran al hospital ya que se ve habían encajado cristales en la espalda, me tapo la boca sutilmente para que no notaran mi felicidad.
—Princesa, ¿Segura que no te quemo? —Asiento y subo a cambiarme ya que esto no en presentable, me decidí por el vestido floreado que nunca falla. Me quede recostada en mi cama con el sueño consumiéndome, Leix abre la puerta sin ningún cuidado y me intenta agarrar a lo que niego rotundamente.
Al llegar al hospital estaban dos de mis papás y los de mis compatibles.
—Anaia, ¿Que paso? Esa chica te está culpando de haberla tirado. — miró detrás de mí y veo a Kara y a Lia igual o más indignadas que yo.
—Nosotras estábamos ahí un en ningún momento vimos que la tocó, es evidente que está mintiendo, pero sabe que si hizo esa loca, le tiro un café súper caliente a Anai. —Al escuchar el apodo se me escapó una pequeña sonrisa y también porque me haya defendido de esa manera, todos se nos quedan mirando sin saber que hacer o decir.
—Además, Si hubiera sido yo, ¿Que me iban a hacer? Total, solo me hubiera defendido. — nuestros padres asienten dándome la razón. Siento un fuerte dolor en el estómago y no se identificar que es.
—Papá tengo mucha hambre, acompáñame a comprar algo, es que ayer comí muy poco. — mi papá se dirige a mis compatibles con decisión de decirles algo pero antes lo tomo de brazo. —No, no es su culpa, yo anoche me dormí sin cenar. —Convencí a mis papás Vaek y Noé de ir a comprar comida. Ya entrando la tarde salimos del hospital.
—Ey, ¿A donde vamos?. Yo quiero ir a buscar a los tigres, ese era el trato. — me miran de una forma indescriptible, Mikhael que va conduciendo da una vuelta brusca demostrando su supuesto enojo. Llegamos a un zoo bastante bonito y grande.
Los chicos se acercan a la que le da comida a los tigres, en eso los que iban en los otros carros llegan confundidos y yo me tomo la molestia de replicarles, Mikhael me dijo que no ponían ser más de 4 así que me quedo conforme.
Les dieron una lista de cómo cuidarlos y sus necesidades. Al llegar a la casa los chicos aún me miraban enojados y les respondo con una sonrisa, ya que los íbamos a dejar en el patio aproveché para usar la piscina.
Lia se metió conmigo y los demás se quedaron fuera, veo a Leix y a Mien corretear con los tigres y me parecen muy tiernos los dos. Me acerque un poco a una de las orillas hasta que sentí como se desataba la parte de arriba de mi bikini, al mirar atrás veo a Mien y a Leix.
—Pero, ¿que haces?
—Es que te apretaba mucho. —me quedo pensativa y no le doy importancia, sentí raro ese momento ya que no había hablado con él. En el momento en el salgo siento una descarga de energía muy fuerte, todos tratamos de asimilar que pasa pero al escuchar que una persona grita por ayuda la cosa se pone peor.
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♥️💜♥️💜♥️💜♥️💜♥️
Discúlpenme por tardar tanto haciendo este capítulo.😔
Esta vez quise poner un poco de misterio al final para que no se aburrieran tanto.
Abrazo de koala.🐨