Capítulo X

2437 Palabras
-Ay, por Dios-escuchó decir a Christopher mientras él estaba intentando abrir la puerta girando el pomo que parecía haberse trabado, incluso escucho como él introducía la llave en la cerradura, pero la puerta no se abría - ¡Sácame de aquí! -dijo golpeando de manera más dura la puerta, incluso le dio una patada esperando que la madera cediera y se partiera, pero nada pasaba -Tara, no tengas miedo, no te hare daño-la voz de Eveline se escuchó detrás de ella, trago saliva y sintió sus ojos arder por las lágrimas acumuladas, se dijo que esa era su última noche en el hotel-Tara, no llores, quiero que te quedes conmigo, nadie ha querido ser mi amigo - ¡Christopher! -grito con las fuerzas que le quedaban y sintió un ligero calor, como si algo se estuviera quemando detrás de ella Se dio la vuelta y vio como aquella niña comenzaba a arder en llamas mientras se transformaba en la sombra que había visto en su habitación, era más alto que ella y tenía los ojos completamente rojos como si estuvieran llenos de sangre, Tara no pudo hacer nada que esperar a que aquella cosa acabara con ella, pero antes de que algo le pasara escucho la puerta abrirse y como alguien la jalaba del brazo y la sacaba de la habitación, cayó en el pasillo a un lado de Christopher, sentía el sudor en su rostro cuando vio que la puerta de la habitación estaba completamente cerrada, cerro los ojos y se recostó en el suelo del pasillo, Tara sentía que todavía tenía el brazo de Christopher debajo de ella, se sentó en el pasillo y miro a Christopher que seguía sin entender lo que había pasado hace unos minutos. -Eso no pudo haber pasado-dijo mirando a Tara-Estoy muy seguro de que esa puerta tenía que estar cerrada con llave -Creo que eso está jugando con nosotros, como hace ver cosas y nos confunde-dijo poniéndose de pie-Eveline está dentro de esa puerta, como si no pudiera irse - ¿Crees que Eveline es un fantasma que busca ser liberado? -Sé que no tiene mucho sentido, pero Linda dijo que siempre escucha cosas paranormales cuando investigas, ¿qué tal si esto es uno de esos casos? - ¿Cómo probarías que es verdad? -Tengo que investigar sobre el tema, de esa manera sabremos como ayudarla o al menos yo lo hare-miro a Christopher, no estaba segura de que él creyera del todo lo que había pasado aun viéndolo con sus propios ojos A la mañana siguiente Tara sentaba sentada en el gran comedor con un plato de sopa de tomate, tenía que comer para al menos tener un poco de fuerzas, sentía que sus pies y sus brazos le dolían como si hubiera hecho mucho ejercicio el día anterior, cuando lo único que había hecho era patear y golpear con fuerza una puerta para salir de la terrorífica habitación 333, estaba distraída hasta que noto un sabor extraño en la sopa, miro su plato y se dio cuenta de que se había vuelto de color rojo escarlata, era un plato lleno de sangre y de él empezaron a brotar algunas burbujas como si estuviera a punto de hervir, se puso de pie y arrojo el palto ante la mirada atónica de los presentes, cuando vio el plato roto en el piso se dio cuenta de que solo era la sopa de tomate. Sin mirar a nadie más se retiró del lugar, sabía que alguno de los empleados limpiaría su desastre y ella no se podía quedar a dar explicaciones, porque no las había simplemente creía estarse volviendo loca en el hotel. -Ahí estas-escuchó la voz de Linda acercarse a ella-Supe que hubo un accidente en el comedor, ¿qué paso? -Creo que me estoy volviendo loca, estoy viendo y escuchando cosas que no nadie más puede ver y siempre es con la hija de Abigail -Puede ser el estrés de no estar con tu familia-Linda intento calmarla un poco, pero ella sabía que eso no iba a funcionar, podía no entender mucho lo que estaba pasando, pero está segura de que esa no era la razón -No, creo que hay muchas cosas que ni siquiera nosotros está dispuesto a saber, encontré cosas sobre el padre de Eveline-la miro y la mujer tomo asiento al lado de ella para escucharla-Se fue antes de que Eveline muriera, Abigail jamás se lo dijo y él le escribía cartas con la esperanza de saber de ellas -Bueno, creo que puedo entender a Abigail en ese sentido, ¿algo más? -No sé si el hombre está vivo, pero había un número de teléfono, si sigue vigente podríamos llamarlo y decirle la verdad y con suerte tal vez nos cuente algo sobre su hija -Si, deberíamos intentarlo, tengo otra noticia-dijo con una ligera sonrisa-Mi compañero logro descifrar el audio y ya sé lo que quería decirte -Quiero escucharlo-dijo ella poniéndose de pie rápidamente, Linda asintió y de igual manera se puso de pie para que ambas fueran a la habitación de ella Subieron las escaleras hasta el tercer piso y entraron hasta la habitación de Linda, se dio cuenta de que las cosas parecían un poco más desordenadas que la última vez que ella había estado en la habitación, había algunas cosas en el suelo y hojas dobladas afuera del cesto de basura. -Perdona el desorden-dijo ella con una ligera sonrisa acercándose a su computadora, se sentó frente a ella y empezó a buscar lo que había recibido de su compañero -Anoche estuve dentro de la habitación 333-dijo mientras se sentada detrás de Linda, ella se dio la vuelta y la miro con temor -Pensé que nadie que entraba a esa habitación y salía con vida -Creo que-dijo mientras veía hacia la ventana de la habitación de Linda-Lo que este en esa habitación espera que yo entre en ella -Bueno aquí esta-dijo ella levantando la laptop y poniéndose de pie-Bien, ¿estas lista? -la miro con curiosidad, Tara debía verse muy mal mientras estaba sentada en la orilla de la cama. -Necesito saber qué es lo que dice, por favor-dijo ella y Linda asintió, en la pantalla apareció un video de una mejor calidad que el que ella tenía en su computadora, el video se empezó a reproducir y ella espero a que ese momento pasara en la pantalla. “Tara ayúdame, por favor”, ella escucho la voz de Eveline y Linda también lo hizo, la miro esperando que ella le dijera algo sobre aquella voz. -Es la voz de la hija de Abigail-dijo viéndola, cerro la laptop y la puso a un lado - ¿Tienes el número del padre de la niña? -Lo dejé cuando salí corriendo para perseguir a Eveline-dijo ella recordando que no había sacado nada de la habitación-Puedo pedírsela a Christopher -Puede ser, si lo consigues y no puedes comunicarte con él puedo hacer una investigación sobre él -De acuerdo, gracias-dijo poniéndose de pie, vio el lugar que, aunque no lo recordaba parecía más desordenado que antes Sin decirle nada a Linda salió de la habitación cerrando la puerta cuando lo hizo miro el pasillo y la puerta de la habitación 333 estaba cerrada como si nada hubiera pasado la noche anterior, se preguntó a sí misma si en algún momento tendría el valor suficiente para tomar la mano que Eveline le ofrecía y conocer la verdad detrás de aquella habitación. -Christopher-lo llamo cuando lo vio pasar hacia el mostrador, se había asegurado de que Abigail no estaba cerca y parecía que estaba ocupada en otros asuntos del hotel-Necesito un favor - ¿Qué necesitas? -él la miro y ella solo puso sus ojos sobre la puerta que se encontraba detrás de él -Anoche olvide una hoja que contenía el número del padre de Eveline, quiero recuperarla -Volví a meter todo en las cajas-dijo viéndola y asegurándose de que nadie más estuviera cerca-Podemos buscarla, pero sabes que tiene que ser de noche, sería muy arriesgado hacerlo ahora -De acuerdo-dijo ella asintiendo -Y tendrás que hacerlo sola, tengo unas cosas que hacer, pero te dejare las llaves debajo de aquel tapete-dijo haciendo una seña con la cabeza -Gracias, le diré a Linda así lo encontraremos más rápido-el chico asintió y ella se alejó del mostrador Tara iba hacia las escaleras cuando se dio cuenta de que había unos cuantos libros en el maletero del auto que podrían ayudarla a pasar su estadía, había perdido la noción de cuánto tiempo llevaba en el hotel, le parecía una eternidad aunque en realidad llevaba al menos cuatro días, salió por una de las puerta que daban directo al estacionamiento, bajo unas cuentas escaleras y se dio cuenta de que además de su auto y de los que había visto al llegar se encontraban estacionados tres más y una camioneta de color n***o, camino directo a su auto y saco las llaves de su bolsillo, había aprendido a llevar las llaves siempre para no pasar vergüenza como solía hacerlo. Abrió el maletero del auto y vio los libros que siempre llevaba en los viajes y que rara vez sacaba, era demasiado olvidadiza en ese aspecto. -Hola-escuchó la voz de una niña, sintió como su piel se erizaba, temió porque en ese momento Eveline la hiciera ver cosas y en realidad no estaba frente a su auto. Se dio la vuelta lentamente y se encontró con una niña, pero rápidamente se dio cuenta de que no era Eveline -Hola-dijo ella con una sonrisa nerviosa, mientras buscaba a alguna persona adulta que podría estar con la niña o al menos estarla buscando- ¿Estas perdida? -dijo poniéndose a su altura, vio los ojos de la niña, eran de un color miel demasiado marcado, tenía la piel clara y un tono rosado sobre sus mejillas regordetas- ¿Estas perdida? -volvió a repetir cuando se dio cuenta de que la niña no decía o hacia nada mas -No debiste venir-fueron las palabras que salieron de su pequeña boca-Ella no dejara que te vayas-Tara sintió miedo y se incorporó lentamente, cuando miro el estacionamiento se dio cuenta de que había cambiado, parecía en ruinas, sin luz y sin autos - ¿Qué? -dijo, pero ya no vio a la niña, se dio la vuelta y regreso todo a la normalidad, tomo los libros, cerro el auto y salió corriendo del lugar lo más rápido que pudo Se quedo cerca de la puerta que daba acceso directo al estacionamiento, todo dentro del hotel parecía normal como si nadie más notara las cosas raras que estaban pasándole a ella, ni siquiera los niños parecían notar que algo no estaba bien. - ¿Estas bien? -vio a una chica de piel morena acercarse a ella -Si-dijo con una leve sonrisa -No lo parece, ven te revisare-dijo y Tara dudo en si debía ir detrás de aquella chica, pero parecía trabajar en el hotel y decidió separarse de la puerta e ir con ella Tara se dio cuenta de que iba hacia la enfermería del hotel, no había visto esa puerta al llegar o en los siguientes días después, la chica abrió la puerta y la dejo pasar, dentro de aquel cuarto las luces eran más brillantes y un olor a medicina inundaba el lugar. -Me llamo Mila-dijo ella cuando cerró la puerta -Tara-contesto de la misma manera -Bien, toma asiento Tara-ella hizo lo pedido y Mila se sentó frente a ella- ¿De dónde eres? -De Michigan, pero por mi trabajo me encuentro en Detroit - ¿En qué trabajas? -Soy publicista de varias empresas y personas - ¿Qué te trajo al hotel Cielo? -Estoy en camino a Michigan por el cumpleaños de mi padre, no lo he visto desde hace tiempo y se suponía que sería una sorpresa este año y la sorpresa me la lleve yo con la tormenta -No has dormido bien, ¿cierto? -No, no desde que llegue al hotel - ¿Por qué? -Tara no sabía si tenía que decirle la verdad a Mila, era sencillo hablarlo con Abigail o con Christopher, porque ambos también habían visto u oído algo como ella -No lo sé, creo que no me gusta dormir en lugares que no sienta como mi hogar - ¿Y si vieras el hotel como tu hogar? -aquella pregunta la tomo por sorpresa, parecía que ella intentaba decirle algo indirectamente -No creo que pueda hacerlo de esa forma-dijo ella rehuyendo a la mirada de Mila - ¿Por qué no? -Porque hay algo de este hotel que me perturba, la habitación 333 para ser exactos-dijo mientras sentía que tenía que salir de aquel lugar, miro la habitación y se dio cuenta de que la luz de la habitación había disminuido y que las cosas en ella estaban desordenadas y había algunos papeles en el suelo, regreso la vista a Mila, la vio ahí sentada en el mismo lugar frente a ella, pero después vio como la sombra negra que la perseguía rodeaba los hombros de Mila envolviéndola. -Tal vez algún día puedas verlo como un hogar-dijo Mila, ella se dio cuenta de que parecía estar manipulada por alguien, al igual que la niña que había visto en el estacionamiento Mientras seguía viendo como la habitación se volvía más oscura y desgastada, el papel tapiz parecía estarse descarapelando de las paredes y olía a madera podrida, vio la lampara que estaba sobre su cabeza y vio a las polillas que volaban cerca del foco. Tomo con fuerza los descansa brazos de su asiento y miro de nuevo a Mila que parecía no moverse o hacer algo más mientras la sombra seguía rodeándola hasta hacerla desaparecer, sabía que tenía que hacer algo rápido y se levantó rápidamente antes de que la sombra envolviera por completo a Mila, abrió la puerta y salió de la habitación chocando con alguien y cayó al suelo. - ¿Te encuentras bien? -escucho la voz de Christopher, se sintió un poco aliviada, Christopher la miraba desde arriba mientras ella trataba de calmarse -Vi, yo-dijo sin poder formular una sola frase-Mila-escucho la puerta de la enfermería abrirse y vio a Mila salir de ella, parecía normal y ella vio la habitación normal -Creo que deberías tomar esto-dijo Mila dándole unas pastillas, ella sabía que eran para poder dormir, pero no necesitaba dormir cuando estaba viendo cosas aterradoras Tara seguía en el suelo cuando Mila volvió a entrar a la enfermería, ella miro a Christopher con miedo, él le tendió la mano para ayudarla a ponerse de pie y ella lo abrazó por instinto, sintió que él también la rodeo.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR