Sus ojos me inspeccionan y en estos momentos me siento totalmente acorralada. —No me sucede nada cariño —Me levanto sonriendo —. Solo me siento nerviosa de que algo pueda suceder por acá. —No sucederá nada, te lo aseguro nena. Acaricia mis mejillas, suspiro y asiento descansando mi cabeza sobre su pecho mientras juguetea con mi cabello. No le puedo decir la verdad en estos momentos, no ahora. *** Ha pasado una semana desde que estamos aquí y a sido una verdadera tortura esto de la boda de Rachel, debido a que hemos hecho prueba de vestido más de cinco veces. Mi paciencia es poca para este tipo de cosas, mientras que mamá y Vicky se lo disfrutan. Observo por el ventanal de local el atardecer, mi teléfono suena mostrando una llamada de Bianca y salgo un momento para contestarl

