Capítulo 1

1124 Palabras
                                                                                         Capítulo 1                                                                                  Cinco años después   Aquel chico de cabello rubio llamaba la atención de algunas chicas, tenía melena sedosa y brillante a pesar de ser corta, sus labios carnosos se mantenían ligeramente rosados, sus ojos oscuros solían tener cierta picardía en ellos que te incitaban a no apartar la vista, era ciertamente alto (aunque él sintiera lo contrario) y tenía buen cuerpo, ni muy musculoso ni muy delgado. Aquel muchacho de veintidós años siempre tenía algún efecto en los que lo rodeaban. Caminó hacia las puertas del aeropuerto arrastrando dos maletas y sosteniendo un bolso en su hombro, un cubrebocas n***o cubría la mitad de su rostro intentando disimular lo somnoliento que estaba, durante el vuelo a Seúl había dormido quizás lo suficiente. Un taxi se detuvo frente a él, dejó sus cosas en la parte trasera de dicho auto y una vez dentro con el cinturón de seguridad puesto dio la dirección de la casa. Sacó su celular echando un vistazo a algunos mensajes o notificaciones. Sonrió ligeramente debajo de aquel cubrebocas imaginando las reacciones de sus familiares y amigos, les había dicho que llegaría una semana después para caerles de sorpresa. Mirando las calles, los autos y las personas sintió un ligero calor en el pecho. Seúl podía ser una ciudad caótica en ocasiones por el tráfico y la gente, pero...no la cambiaría por nada. Nada como estar en casa. Una vez que pagó al hombre al dejarlo en su destino, se acercó con su equipaje a la puerta de aquella casa donde creció, siempre estaba llena de primos o tíos, su familia por lo general siempre mantenía a todos unidos y era quizás demasiado humilde, aquel vecindario era de una posición media, pero como nada era perfecto, había personas que se les subía el ego a la cabeza. Tocó el timbre de aquella casa esperando respuesta, el jardín estaba bien cuidado, lleno de flores y con el césped cortado. El color se mantenía intacto de las paredes, todo en blanco con las ventanas azules, el techo n***o y la puerta del mismo color, cuando la puerta se abrió el chico se había quitado el cubrebocas acomodando su cabello. Una joven de cabello rojizo y esbelta lo recibió. — ¡Oppa! —y saltó a sus brazos abrazándolo fuertemente.       — ¿Por qué no nos dijiste que llegarías antes? —golpeó su brazo—Te aseguro que mamá se emocionará un montón. — ¿Crees que tarde mucho en llegar? — No lo creo, hace rato salió al mercado por algunas cosas. — Debiste acompañarla, mamá no tiene la edad de antes... — Sabes que ella es muy terca—Rose dio un mordisco a una de las galletas del pequeño plato—Cuéntame, ¿Todo bien en la academia? — Ha sido algo agotador estos últimos meses—admitió mirando el vaso de limonada—Me pareció que era un excelente momento para tomarme unas vacaciones del baile. — ¿Park Jimin descansando del baile? —su hermana menor sonrió burlonamente. Rose tenía veinte años, estudiaba para convertirse en una excelente y reconocida diseñadora de moda, a veces era más curiosa que Jimin o más tímida que su hermano mayor— ¿Entonces es cierto lo que dicen? — ¿A qué te refieres? —Jimin frunció el ceño dando un sorbo a la limonada. — Cuando tomamos un descanso en algo...significa que no volveremos a hacerlo. — Claro que no, en mi caso no aplica—defendió—Me gusta bailar, es lo que mejor hago, estoy en una buena posición como bailarín principal en la academia de Miami—sonó muy seguro—Hace cinco años que no tomo un descanso, creo que lo merezco, ¿No te parece? Rose asintió. — Lo mismo dijo mamá el fin de semana pasado cuando todos se reunieron aquí. Justo en ese momento la puerta de la casa se escuchó, ambos hermanos se levantaron para recibir a la mujer, la madre de esos hermanos comenzó a chillar de emoción al ver a su hijo allí luego de cinco años, Jimin dejó que su madre lo llenara de mimos y besos diciendo lo cambiado que estaba, lo hermoso que se había puesto y lo orgullosa que estaba de él. — Debiste decirnos la verdad, todos creen que llegarás en una semana—comentó aquella mujer de cabello n***o mientras sacaba las cosas de las bolsas en la cocina, Rose la ayudaba a guardar todo en los estantes. — Era una sorpresa—sonrió apenado. — Pues vaya sorpresa, cielo—sonrió feliz de tenerlo allí—Debemos celebrar tu regreso. — Prefiero celebrarlo aquí con ustedes dos—Jimin miró a su madre—Me quedaré por un tiempo, ¿No hay problema con eso? — Claro que no, ¿Cómo preguntas algo así? —reprochó—Eres mi hijo, esta es tu casa también, quédate el tiempo que quieras, debes estar cansado con el viaje. Te veo más delgado, mira esas ojeras... — Mamá, no lo agobies—defendió la chica—Oppa sigue teniendo el mismo efecto en las chicas, recuerdo que mis amigas sólo hablaban de ti—rodeó los ojos. — No era mi culpa tener un rostro tan hermoso—bromeó señalándose. — Lo siento, pero ese papel es mío. Jimin rio un poco negando con la cabeza, su madre le dejó ir a la que había sido su habitación para que se acomodara, estar allí era como regresar a cinco años atrás cuando estaba en su último año de secundaria, en ese entonces el baile sólo era un pasatiempo para él, hoy en día se había convertido en su todo. Las paredes del cuarto eran de un color crema, todo estaba intacto, algunas fotos descansaban la mesa de noche y parte del escritorio, Jimin sonrió con nostalgia al tomar un marco donde aparecían todos los compañeros de su clase. En ese entonces Jimin tenía cabello n***o y usaba lentes de contactos porque amaba cambiar el color de sus ojos. Se sentó en la cama dejando la foto en su lugar y tomando otra. Una que le hizo borrar la sonrisa lentamente ya que había una historia detrás de ella, el Jimin de diecisiete años aparecía abrazando a una muchacha de cabello n***o, llevaba el uniforme escolar, sonreía apenas con algo de incomodidad, pero la hacía ver tierna, sus ojos eran quizás un poco pequeños, con su mano hacia la forma del corazón justo como Jimin. El chico recordó en un instante aquella promesa que hicieron hace cinco años atrás. "Somos más fuertes que esto, si el mundo nos golpea le demostraremos que seguimos de pie, ¿De acuerdo? Si uno de los dos falla en esta promesa...nos veremos en la obligación de ayudar al otro"
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR