-Señorita, él es el doctor Raúl Donovan y yo soy el doctor Daniel Casanova, ¿Sabe porque está aquí?
-¡No lo sé! Pero creo que morí y Dios me premio trayéndome al cielo.
-¿Y qué la hace pensar eso señorita? -Pregunta Raúl con una gran sonrisa en los labios.
-Es que solo mue*ta podría deleitar mis ojos, viendo a semejantes obras de artes.
-Raúl comienza a seguirle la corriente a la joven y mientras le modela como si estuviera en una pasarela pregunta, ¿De verdad crees que somos una obra de arte?
-¡Pues sí! ¿Te gustaría ser mi novio?
-¡Me encantaría!
-Raúl, te pedí que por favor te comportaras.
-Pero como te habrás dado cuenta, mi jefe es un cascarrabias y no creo que nos permita ser novios.
-¡AY POR DIOS! ¿Pero qué castigo tan grande estaré pagando?, Señorita, podría por favor decirme ¿Cuál es su nombre?
-Pensé que ustedes me lo dirían.
-¿Eso quiere decir que no recuerdas nada de nada?
-¡Pues no! Pero se supone que cuando uno mu*re deja todos sus recuerdos en el olvido.
-Usted no está mue*ta señorita, usted está aquí porque hace 20 días fue atropellada por un auto y quien lo conducía se dio a la fuga dejándola tirada en medio de la carretera, para su suerte yo pasaba por ese lugar y al notar que aún tenía signos vitales, inmediatamente llame a una ambulancia para que la trajera a este hospital, de no haberlo hecho hubieses mue*to desangrada debido a las lesiones que recibió tanto en la cabeza, como en 2 de sus costillas y en la pierna derecha.
-¿De casualidad sabe si alguien ha venido a preguntar por mí o si yo traía algún tipo de identificación entre mis ropas?
-¡NO! Lo único que estaba cerca de ti era este celular, pero como podrás ver, quedo completamente destrozado.
-¿Entonces nadie de aquí sabe cómo me llamo?
-¿De verdad ni siquiera recuerdas aunque sea la inicial de tu nombre?
-No, bueno yo… ¡Aaayy, pero que fuerte dolor de cabeza tengo! Siento que me va a explotar ¡Por favor ayúdeme!
-Tranquila, tranquila, te voy a inyectar un calmante para que te relajes.
-VARIAS SEMANAS DESPUÉS DEL ACCIDENTE.
-¿Pero cómo es posible que mi amiga ya tiene 28 días desaparecida y ustedes aún no saben nada sobre su paradero? La verdad es que ustedes como garantes de la ley son unos incompetentes.
-¡Oiga señorita! Tenga en cuenta que su amiga no es la única persona desaparecida, como para enfocarme solamente en ella, al igual que ustedes también hay otras personas que se preocupan por sus familiares y no por eso las ve aquí ofendiéndonos, así que tenga más respeto para cuando se dirija hacia mí, porque no está hablando con su amiguito de la infancia, tenga presente que se está dirigiendo a un oficial de la ley y fácilmente la podría encerrar por faltarme el respeto.
-Ja ¿A mí sí me amenaza con encerrarme?, solo por cantarles las verdades en su cara, pero a esos delincuentes que se encuentran allá afuera les tienen pavor.
-Señor oficial ¡Por favor disculpe a mi hija! Pero entienda que estamos muy preocupadas, ya que Karina no es de esas niñas que se desaparecen sin motivo alguno.
-Porque la entiendo, es que aún no he dado la orden para que la encierren, pero si vuelve a abrir la boca solo para insultar, las encerrare a las dos.
-¿Y a mi madre bajo que excusa la encerraría?, si ella aún no le ha dicho nada.
-A usted la encerraría por faltarme el respeto y a ella por no enseñarla a respetar a sus mayores.
-¡Oiga! El hecho de que usted porte ese uniforme, no le da el derecho de…
-¡CÁLLATE! Y no sigas abriendo la boca, porque cada vez que lo haces empeoras más las cosas.
-Pero mamá es que…
-¡Pero es que nada! Así que mejor vámonos de una vez, antes de que por tú culpa nos fichen a las dos. -Señor oficial, le agradecería que si llega a saber algo sobre Karina, me lo comunique por medio de los contactos que le acabo de dar.
-VARIOS MINUTOS DESPUÉS.
-Tienes que aprender a controlar esa lengua, antes de que nos metas en un problema aún más grande.
-Pero mamá, sabes que tengo mucha razón en lo que dije.
-Podrás tener todas las razones que quieras, pero debes de entender, que si te metes con alguien que trabaja para la ley, siempre tendrás las de perder, ahora bájate del auto que ya llegamos al colegio, espero que te comportes, porque ya no quiero oír más quejas sobre ti.
-Lo intentare.
-¿Qué dijiste?
-Que si lo haré.
-Okey, nos vemos más tarde en casa.
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.
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-¡Oye tú! Detente ahí.
-¿Y ahora qué quieres Mauricio?
-¿Dónde está el esperpento de tú amiga?
-No sé de quién diablos me estás hablando.
-Pues de Karina ¿De quién más podría ser?
-Pues entonces refiérete a ella por su nombre y no por apodos.
-Ja, pero que dolor sientes cuando se habla del esperpento ese.
-Britany, si no quieres que dañe uno de esos hermosos dientes que tienes, lo mejor será que cuides las palabras que salgan de tu boca.
-¿Acaso me estás amenazando?
-¡No Querida! Yo no amenazo, yo solo te advierto de lo que te podría pasar, si sigues abriendo tu boca para decir estupideces.
-Oye tú idio…
-¡Ya basta las dos! Mariana, ¿Te hice una pregunta? Así que contesta de una buena vez, porque al igual que tú amiga, ya estás acabando con mi paciencia y yo no respondo de mis actos, cuando mi límite llega hasta el tope.
-Oye maldito imbécil, espero que no estés amenazando a mi novia, porque de ser así, me asegurare de que nunca más te queden ganas de volver a hacerlo. -Esto lo dice Brayan mientras sujeta por el cuello de la camisa a Mauricio.
-Queee, ¿Pero de dónde diablos saliste mal*ito gorila?
-¡Cariño! Tira a esa cosa rara al suelo, que no vale la pena ensuciarse las manos con porquerías como esas.
-¡Tienes razón princesa! Mejor vámonos, porque si sigo aquí se me van a quitar las ganas de almorzar.
-¡Sí claro! Mejor vete antes de que mi novio te deje como un esperpento.
-¿Qué cosa dijiste?, imitación barata de Barbie.
-Que mi novio dejara al tuyo como…
-¡Cállate! Pedazo de estúpida, ¿Es que acaso quieres que ese gorila me mate? -Esto se lo decía Mauricio a Britany al oído, mientras le tapaba la boca con una de sus manos.