Jazmín.
Llegamos al restorán de mas lujo que hay en estos lugares, es muy hermoso y caro pero no de esos caros que hay en la ciudad que te sirven todo como de copetin, sino que es caro y abundante, yo con un plato estoy pero Leo con uno no hace nada y ya me imagino gastando una fortuna acá donde va a tener que pedir dos platos o tres si aun sigue con hambre. Entramos enseguida donde hizo reserva y nos guían a nuestro lugar, sonriendo con vergüenza dejo que me corra la silla así me siento, miro hacia todos lados viendo a las personas en sus mundos, charlan y se ríen por todos lados sin darle importancia a los demás comensales.
—Nunca salí a bailar. —lo miro con los ojos gigantes donde lo dice muy en serio.
—¿De verdad?.
—¿En qué momento? A los catorce entré a la base y es un mundo suma
