Narra Sebastian
El puño de Hawk llegó rápido y se estrelló contra mis costillas, el golpe apenas suavizado por el acolchado de sus guantes. Era el día después y nos estábamos enfrentando en la jaula del Club Titan. Un dolor agudo me quemó el costado, haciendo que mis pulmones se paralizaran y distrayéndome del bucle incesante que jugaba en mi mente sobre Laura y el idiota que la había atacado. Casi la atacó. ¿Y si no hubiera estado allí? Mis pensamientos torturados sobre lo que podría haberle pasado me dolían más que cualquier puñetazo que me lanzara mi oponente.
Respiré profundamente. Pero no le daría la satisfacción de verme hacer una mueca. Ese fue el tercer golpe que no había visto venir. Probablemente porque estaba demasiado distraído. ¿Laura estaba bien? ¿Segura? ¿Qué pasaría si s
