Cuando llegue a casa, estaba todo en silencio y oscuro. Subí las escaleras bostezando,pero sin evitar pasar por su habitación. Cómo siempre no cerraba la puerta, supongo que era para escuchar mis ataques de ansiedad de cada noche Hice una mueca culpable. Quise seguir caminando pero no pude evitar acercarme. Quite los zapatos de mis pies, cada paso que daba era acompañado por un latido de mi corazón. Quede arrodillada a su lado. Su respiración era suave y tranquila ,su cara dan justo hacia donde yo estaba. La luz de la luna lo iluminaba, sus cabellos cobrizos parecían que cobraban vida propia. Sonreí ante la imagen Era algo mágico. Todo en el lo era. Apoye mi cara en mi mano contemplándolo. No pude evitar querer acaricia su pelo, uno que me molestó en su ojo. ¿No era un pecado no?

