kismet

Somos

Sentía que el piso se me movía, después de lo que paso con el shot en mi vientre, las cosas habrían sido un poco más… Curiosas, tomé yo un shot, pero de el abdomen de Jackson, podía sentir el calor en mis mejillas, cómo es que un simple acto, me habría llegado a poner tan, pero tan nerviosa. No entendía con claridad por qué, todo parecía ser cómo una historia confusa dentro de mí, cómo algo que habría dejado de tener sentido desde hacía bastante tiempo.

En gran parte de la noche habría evitado a Shawn con todas las fuerzas de mi interior, quizá me gustaba su cercanía, pero habría algo diferente a las ocasiones anteriores, y era que tenía demasiado alcohol en mi sistema cómo para ser capaz de pensar antes de hablar.

Sabía que ebria decía todas las cosas que pensaba, sentía que el piso me estaba dando vueltas de manera violenta, además de que no sentía que pudiera ir andando, no quedaba lejos, pero posiblemente, terminaría recostada en una banca del parque, dormida, me resultaba más interesante, que decirle a alguien si podría llevarme.

Alana y Francis salieron antes, pero cómo me sentía tan bien en esta fiesta, no quise irme, aún si sentía que el piso se me estaba moviendo de manera violenta, o si en realidad, sabía que no tendría manera del como irme.

Debía de pensar en algo, apenas me adentré, noté cómo es que las cosas estaban ahí, dando vueltas, ¿Por qué toda la casa parecía dar vueltas? Me sostuve de la encimera, sintiendo cómo podría caerme en cualquier segundo, quizá así sería.

No habría medido—ni moderado—mi manera de beber esta noche, cómo si en cualquier segundo hubiera deseado con cada cachito de mí, sentir lo que sería una congestión alcohólica.

—¿Quieres uno? —, preguntó un chico colocando un par de brownies frente a mí—, Seguro, te sentirás mejor.

Posiblemente, Alana siempre dice que la comida es una de las cosas que suelen bajarte el peda, terminé por acceder, para tomar uno, apenas le mordí, el sabor no me gusto, el chico me miraba con demasiada atención, por lo cual tragué. ¿Sería grosero de mi parte escupirlo?

—¿No te ha gustado? —, preguntó con toque de pena—, Termínalo, de verdad te sentirás… Mejor.

Por alguna razón, el tonó de su voz no me brindaba demasiada confianza, aunque podría existir la posibilidad de que estuviera sobre exagerando las cosas, siendo paranoica, demasiado paranoica para ser verdad.

—¿Mejor? —, Le di otra mordida, sintiendo las arcadas de nuevo dentro de mí—, Pase todo el día horneándolos… ¿En realidad no te han gustado?

En realidad, dudaba que esto pudiera hacerme sentir mejor, lo que estaba logrando era que me sintiera en realidad, demasiado asqueada. El sabor no era rico, sabía cómo a… Dios sabe que, no le encontraba un sabor, en realidad.

No quería ser grosera, de eso estaba completamente segura, pero… ¿Acaso era grosero? No quería serlo… Pero tampoco creía que debía de seguir comiendo de algo que supiera tan, pero tan mal.

—¿Tienes algo que hacer? —, preguntó con coquetería, acercándose un poco a mí, retrocedí, chocando con la encimera—. Es decir, la noche aun es joven.

—Joven—, Reí, jugando con el brownie, el inclino mi mano hacía mi boca—, Yo ya…

—Una mordida más, pequeña—, mencionó. Inclinando un poco más mi mano, me negué—. Qué comas.

—No, ya… Ya no quiero—, expresé alargando la última oración—. No se te da la repostería.

El me miró con cierto toqué de indignación, me arrepentí al instante, eso si fue grosero, si planeaba decirlo, mejor no hubiera comido nada.

—Hay una fiesta privada, podríamos ir…—, Su mano acomodo mi cabello—, La pasarás muy bien, los dos, la pasaremos muy bien.

Su cuerpo estaba cada vez más cerca del mío, podía sentir la incomodidad dentro de mí

—¿Privada? —, pregunté ladeando ligeramente la cabeza, él asintió—, ¿Por qué querrías una fiesta privada? —, Pregunté confundida—. Aburrido.

—No es eso a lo que me refiero bonita—, mencionó arrinconándome en la encimera, presionando su cuerpo con el mío, ahí entendí, sintiendo su erección presionando en mi vientre—, Otro tipo de privada.

—Ah, no—, mencioné intentando zafarme, sin éxito alguno—. Suéltame. ¡Qué me sueltes!

—No seas aburrida—, Dijo intentando besarme, haciendo su agarré cada vez más y más fuerte, logrando lastimarme—. La pasaras de maravilla.

Sus labios paseaban por mi cuello, me sentía demasiado asqueada, me sentía abrumada, asustada, me sentía muy asustada.

Sentí cómo sus manos presionaban mi cuerpo, intentando una cercanía junto a la suya, me asqueé, pero por mucho que luchará, no parecía tener intenciones de soltarme, sus manos pálidas se aferraban a mi cuerpo con brusquedad.

—¡Ya! ¡Suéltame! —, Chillé, intentando luchar—. ¡Basta! ¡qué me dejes en paz!

—Suéltala—, Expresó Nicole—, ¡Jackson! ¡Aquí esta!

Sus manos se aferraron más a mi cintura, pareciendo pasar por alto las peticiones de Nicole y las mías, sentí cómo lo apartaban de golpe de mí, notando cómo Jackson estaba furioso, sin darme cuenta, lo estaba golpeando en el suelo, con demasiada brusquedad, lágrimas salían de mis ojos ante el miedo que sentía, miré hacía Nicole, quien parecía estar confundida, al igual que yo.

Se colocó frente a mí, pasando sus manos por mi rostro.

—Estás bien, no pasa nada—, mencionó con nervios, limpiando mi rostro—, No paso, estás bien.

Estaba bien, pero los nervios estaban dentro de mí con tal brusquedad, que sentía que perdería el uso de la razón, miré hacía ella, aferrando mis manos a ella, abrazándole, estaba demasiado asustada, quería confesarlo.

Las chicas que soltaban rumores una de la otra…

Era acaso que siempre habríamos sido enemigas, siempre habríamos luchado por hacer que la otra quedará mal, cómo hermanas que jamás se llevaron bien, sin embargo, jamás habría deseado que le sucediera algo malo, cómo ahora notaba, que ella tampoco me desearía el mal.

—Estás bien—, Sobó mi cabello—. Tranquila, ¿Comiste eso?

Asentí mientras que su mano seguía aferrándose a mi cabello, acariciándole.

—Vas a estar bien, estás drogada.

Cerré los ojos.

No podía pensar con claridad, no sabía si era el alcohol, si acaso Nicole tenía razón, estaba drogada, suspiré…

—La fiesta terminó—, menciono Jackson—, ¿Te quedas?

Era casa de Jackson, miré hacía sus ojos, sentía que estaba por llorar de nuevo, cómo un mar de lágrimas, no podía entenderlo con claridad. Habría pasado el tiempo bastante rápido, no podía creer que la vida me habría hecho un estrago demasiado grande.

—¿Tú te quedas? —, preguntó Jackson hacía Nicole, quien negó—. ¿Cómo te irás?

—Traje mi auto, no estoy ebria—, mencionó en un suspiro—. Cuídala.

La mano de Jackson se entrelazo con la mía, noté cómo el chico habría salido demasiado pronto, no tenía coherencia ni uso del tiempo en mi mente, todo estaba pasando de manera que me resultaba tan difícil de entender.

Quizá habría sido que el alcohol que habría bebido en realidad se habría metido en lo más fondo de mí, quizá habría pasado por alto cada una de las cosas que pensaba, quizá… sólo quizá, habría perdido en realidad, el uso de cualquier pequeño fragmento de mí.

—Por favor, quédate—, Le pidió Jackson—. Quizá, no terminamos en los mejores términos, pero no dejaría que salgas a esta hora, sola, ebria.

Quizá, Jackson podría tener toda la fachada de chico malo, pero no lo era. Quizá habría dado por hecho que los conocía, cuando en realidad, parecía que no conocía en lo más mínimo a ninguna de las personas que se encontraban aquí.

—Esta la habitación donde dormía antes mi ex compañero de casa, puedes quedarte ahí—, Siguió, Nicole miró la pantalla de su celular, para asentir—, ¿Quedan muchas personas en la casa?

—No en realidad…

—¿Me ayudas a sacarlas? —, preguntó a lo que ella asintió—. Tú quédate aquí—, Me dijo a lo que le miré con confusión—, ¿Qué te ha pasado en la frente?

Pasé mi mano por ella, para sentir húmedo, apenas miré mis dedos tenía un poco de sangre, negué.

—No lo sé.

—No creí que alguien pudiera ponerse tan ebria—, Soltó con diversión saliendo de la cocina Nicole.

Ella tenía que ver en ello.

En realidad, el caso de que quisiera que ambas nos quedáramos me parecía un acto bastante tierno, puesto, que parecía preocuparse por lo que pudiera pasarnos, a pesar de que no tenía ninguna responsabilidad en hacerlo.

Sentía que con cada segundo que pasaba, la confusión aumentaba dentro de mí, no me sentía lo suficientemente capaz de poder repasar lo que habría sucedido en lo largo de la noche, el alcohol se habría impregnado con demasiada fuerza dentro de mi cuerpo, logrando hacer que no me sintiera completamente segura de nada.

—¿Por qué comiste brownie? —, Preguntó, para pasar su mano por mi frente—. Te perdí de vista diez minutos, ¿Cómo pasaron tantas cosas Blake?

Negué, sin saber la respuesta, me sentía demasiado mareada, no podía recordar con claridad lo que habría sucedido en la noche, no hasta que tomé el shot del vientre de Jackson, eso era lo último que podía recordar con claridad, lo demás de la noche me parecía sentirse tan borroso, cómo si en realidad, no hubiera sucedido.

Pensé un poco más a fondo, sobre todo, pero llegaba a la misma conclusión, dentro de mí cabeza no habría respuestas. El golpe en la cabeza, ¿Me habría caído?

Ahí lo recordé.

Flashback

Todo estaba en mi mente, eso lo sabía.

¿Podría habernos salvado?

—Me parece irónico que te alejes de mí, pero no de él—, mencionó con desdén Shawn, mire hacía el—, Gustosa, tomaste el shot de su piel, tomé yo de la tuya y vomitaste, ¿Es enserio?

—La cabeza me daba vueltas—, Le recordé a lo que rodó los ojos—, ¿Cuál es tu molestia? Si recién nos conocemos.

—Qué siempre gana él, primero con Nicole, ¿Ahora tú? —, expresó con coraje, fruncí las cejas ligeramente—, ¿Qué es lo que le ven todas?

—Es divertido estar con el… Es amable—, Dije arrastrando las palabras—, Es cómo… Si fuera un lugar cálido, en medio de una tormenta helada.

—No seas ridícula Blake—, mencionó con enojo—. Si ni siquiera es amable, siempre es grosero con todos.

—¿Estás celoso?

Shawn rodó los ojos, para levantarse, le miré con cierto toqué de confusión, caminando hacía él.

—¿Te irás?

No dijo nada, pensé en ello, si no llevaba él a Nicole, ¿Quién lo haría? ¿Por qué si se enojaba con una de nosotras parecía querer desquitarse con la otra? En realidad, era cómo si quisiera castigarnos por los errores que cometíamos, me parecía demasiado ridículo para ser sincera.

—No te incumbe.

Caminé detrás de él, para llegar al coche, justo a su lado, no entendía, ¿Por qué se comportaba de este modo? Cómo si en realidad, no le interesará lo más mínimo, más lo que fuera entorno a él, sin pensar si afectaba a las demás personas o no.

—¿Dejarás a Nicole?

Se subió a su coche, cerrando la puerta con brusquedad, rodé los ojos agachándome justo a la ventana.

—No mereces a Nicole, ella es demasiado linda, y tú parece que si quiera te interesará estar a su lado, corriste con ella.

—Lo que haga, o no haga en mi relación, no te incumbe.

—¿Cómo besarme? —, pregunté enojada—, no parecía en realidad importarte tu relación en ese momento, justo cómo tampoco parece importarte justo ahora.

—Por dios Blake—, abrió la puerta, en el mismo momento que golpeo mi frente con ella—, Mierda... Blake, perdona yo…

Fin del flashback

Salí de mis pensamientos cuando la voz de Jackson resonó por la cocina, miré justo a sus ojos, mismos que me miraban con demasiada confusión, me sentía del mismo modo, demasiado confundida para ser honesta, cómo si todo hubiera sido una especie de película que habría puesto de fondo, sin prestar ni la más mínima atención.

—¿De verdad no recuerdas que fue lo que te sucedió? —, preguntó Jackson—, ¿Cuánto fue lo que bebiste?

No podía decirle una cantidad aproximada, después del golpe con la puerta del coche de Shawn… Ese coche no era de Shawn, era de Nicole. Ellos llegaron separados, ¿Cómo fue capaz de llevarse su coche? ¿en que pensaba que regresará ella? ¿En avión?

Pensé en que, con cada segundo que iba conociendo más a Shawn, más me parecía extraño, ¿Quién era? No lo conocía. Tampoco quería decirle a Jackson que el golpe habría sido por parte de Shawn, si quiera habría sido intencional, un pequeño accidente, también quería agradecerle a el y a Nicole, por haberme salvado de aquel idiota que quería sobrepasarse conmigo hacía unos minutos, aunque posiblemente, debería de hacerlo ahora, porque parecía ser que todo lo que habría sucedido esta noche, se me terminaría por borrar de la memoria de manera irreal, tan veloz…

—No, no lo sé—, mentí, para tirar de mi cabeza hacía atrás—. Creo que después de hoy, duraré un par de días sin beber.

—Si, sería lo mejor—, mencionó, noté cómo Nicole se adentraba con un kit de primeros auxilios.

—Aquí esta, también podrías darle un café, y después a dormir—, mencionó ella, a lo que Jackson asintió—, Iré a dormir yo. Ya no hay nadie más en casa.

—Gracias Nicole, descansa—, mencionó tomando el kit, para suspirar—. Lamento lo de Shawn.

—Sí, igual yo.

Ella salió de la cocina, mientras que repasaba yo en mi cabeza cada una de las cosas que habrían sucedido esta noche, por lo menos lo que era capaz de recordar, cosa, que no era mucho, quizá habría bebido cómo si mi vida dependiera de ello, quizá era la misma razón por la cuál sentía, que no era capaz de recordar absolutamente nada.

Pensé en ello—y en todo—¿Por qué cada segundo que pasaba conociendo a Shawn sentía que iba decepcionándome un poco más? ¿Es acaso que siempre fue así? O era, que sólo era alguien más, todos actuaban del mismo modo, menos él.

Era cómo si en realidad, no hubiera despertado en un lugar diferente, sólo los recuerdos de mi pasado fueran distintos, mis padres no me apoyaban en mis sueños, mi rivalidad con Nicole, mi amistad con Alana, mi química con Jackson, todo seguía igual, ¿Por qué la única persona que parecía haber cambiado era Shawn? ¿Era acaso que habría algo que no habría sido capaz de percatarme antes? ¿Qué fue?

—Ven—, Jackson me sentó en una de las sillas, para ver mi rostro—. No es profunda, no tendrás puntadas, ¿No recuerdas cómo paso?

—Quizá me caí—, mentí para ver a sus ojos.

Quizá habría cosas de las cuales no me habría percatado antes, cómo de los lunares cerca de los ojos de Jackson, ni la forma tan peculiar que tenía ciertos mechones de su cabello, quizá no habría observado con demasiada atención en un pasado en su dirección, pero…

Me resultaba atractivo, muy atractivo para ser sincera, era…

Cómo si en realidad, algo hubiera despertado dentro de mí, ¿Qué habría sido? ¿Qué era lo que sentía dentro de mi vientre? ¿Eran acaso dudas? ¿acaso era amor?

—Quizá te arda—, miré en su dirección, notando que ya tenía el algodón en mi frente—, O quizá no. Creo que la marihuana a comenzado a hacer efecto en tu cuerpo.

—Posiblemente, ¿Podríamos ir por unos tacos? —, pregunté a lo que me miró confundido—, en la mañana, claramente. Quizá si me subo a un coche vomité.

—Los tacos que quieras—, asintió con tranquilidad—. Mañana quizá olvides todo lo que sucedió esta noche, ¿Lo tienes en mente?

—Si, y quizá tenga que cumplir un reto más de Alana y Francis.

—Sí, tu no fuiste la que se embriago más aquella fiesta—, mencionó sentándose a un lado de mí—, Fue Alana.

—¿Qué?

—Que te engañaron—, se burló—, Tu te fuiste, seguiste bebiendo quizá en algún otro lugar, pero aquí no fue.

No dije nada.

Quizá era cuestión de tiempo que alguno quisiera decirlo, pero no lo habrían hecho, pensé demasiado, pensaba demasiado.

—Sobre Shawn, ¿Lo amas? —, preguntó Jackson, le miré—. ¿Amas a Shawn?

Estaba por contestar cuando de nuevo, una arcada atravesó mi cuerpo de una manera tan violenta, que inclusive, pareció irreal, me levanté con prisa, para correr hacía el baño, sentí cómo de nuevo todo el alcohol se burlaba de mí.

Quizá esto para él era gracioso, ver cómo me habría puesto tan, pero tan ebria, que no podría ni siquiera contener el equilibrio, me tambalee un poco. La mano de Jackson se coloco en mi espalda, mientras que la otra sujetaba mi cabello.

No sabía cuando fue que todo paso.

Pero, de verdad, deseaba que nada más cambiará.

Deseos, debería dejar de pedir deseos.

—Todo estará bien.

¿Lo estaría? Quizá habrían pasado tantas cosas en mi mente que habrían logrando hacerme sentir extraña...

—Te lo prometo.