Estaba tranquilamente en mi casa, sentada en el sofá mirando programas tras que Dante se fuera, no pude estar tranquila porque sonó el timbre. —Ya voy yo señorita—me dijo Ludovico. —Si no es Amanda o Liana, quiero que se vaya—le avise. Ludovica sin dudarlo se acerco a la puerta. No tenía ganas de ver a nadie, tenía demasiadas cosas en las que pensar, y no tenía muchas ganas de aguantar a la gente hablando e interrumpiendo mis pensamientos. —La señorita Bianca no quiere ver a nadie—dijo Ludovica. —A mi si—dijo la arrogante voz de Valentino. Suspire. Si quería que mi plan funcionara, debía hablar con él, salir y hacer lo que fuera pero debía estar con él. Me levante del sofá, no muy convencida y me acerque a la puerta. —Ves—dijo Valentino. Ludovica se giro para verme. —¿Esta segu

