Pov: Logan Bruce Wallace
— Aquí tienen —ella toma sus cosas y me mira.
Una malhumorada, pero esa mirada que tiene, exquisita.
— Espero que haya sido una noche inolvidable, Dafne —acoto, sonriendo de lado.
— Igual para ti, Bruce, diría que fue un placer, es solo que no quiero aumentar tu ego demasiado —me carcajeo porque esos comentarios lejos de molestarme, solo aumentan lo interesante de esta mujer.
La veo alejarse y rebato solo por diversión.
— Gracias —se voltea—, por el boleto—aclaro, ya que lastimosamente no recuerdo la noche increíble que seguramente pasamos.
— No fue nada.
Camina sin volver a mirarme y solo sonrío. Una aventura increíble.
Miro mis pertenencias en el mostrador y al encargado.
— ¿Me pasaría la cuenta? —la cual debe ser bastante larga.
No me importa, valió cada centavo, cuando la vi supe que ella era una excelente inversión, no tenía nada mejor que hacer, mi estúpida reunión en New York se canceló porque mi piloto enfermó. Ella fue lo mejor para distraerme, además, quiso regalarme un boleto que al final no servía, no quise destruir su ánimo, se ve que estaba algo desanimada.
No puedo creer que en ningún momento ella se dio cuenta quien era. No me desagradó, sentirse uno más del montón por una vez, se sintió bien, revitalizante.
El muchacho que buscó nuestras pertenencias me trae la cuenta, tomo mi cartera para sacar mi tarjeta de crédito llevándome una enorme sorpresa.
Un papel muy bien doblado en cuatro partes sobresale un poco, lo tomo abriéndolo y siento mi cabeza doler más.
¡No... esto no es posible!
Mi firma, un poco chueca pero sí es mi firma, junto a mi nombre están en una jodida acta de matrimonio, eso ni siquiera es todo. Dafne White, ella también la firmó.
¡Momento! ¿En qué momento sucedió esto?
Froto mi rostro.
— ¿Qué es esto? —reclamo como primera acción impulsada meramente por el shock.
— Emm, supongo, un acta de matrimonio.
— Ah, qué bien, así de relajado me lo dice, yo... ¿Cómo es esto posible? —estoy tratando de entender todo esto.
"Si ustedes no van a las vegas, las vegas viene a ustedes"
A mi cabeza viene una frase que estoy seguro escuché ayer a la noche
Yo estaba viéndola bailar y luego, desperté en la cama, desnudo, con su mano en mi amigo.
— Ayer... las vegas estuvo aquí, en realidad, el imitador de Elvis y... como estábamos en altamar, eran legales las uniones matrimoniales —entiendo.
Y yo como un idiota me vengo a casar con una mujer que conocí esa noche. Aquí tiene que haber un error, pero eso solo me lo dirá mi abogado.
¡Carajos!
No me pude haber casado, de todas las cosas que no debía hacer esta era la primera y vengo a hacerlo hipnotizado por esa rubia de ojos verdes. ¡Maldición, Logan! Eres un maldito débil ante las mujeres.
Eso es de siempre, aunque ella... algo tenía porque hasta lo gruñona que se comportó me pareció fascinante. Si al menos recordara el sexo, que según sé fue increíble, es obvio, yo no sería mediocre en esa situación.
¡Lo importante, Logan!
Le entrego la tarjeta para pagar todo y bajo del crucero. Le marco a mi abogado mientras busco mi auto que es muy fácil de ver.
— Señor Wallace —Marco me atiende muy rápido, lo mínimo, con todo lo que le pago.
— Dime una cosa: ¿Si las vegas se mudara al océano en la costa de Los Ángeles, las bodas serían legales? —mi pregunta parece complicada, pero él debería entenderme.
— No entiendo —ruedo los ojos.
— Me casé en un crucero llamado Nevada II y tengo el certificado de matrimonio en mi cartera, necesito saber cómo anularlo o si al menos es legítimo —silencio.
Eso solo es una señal de que quedó en shock.
— Logan... déjame revisar, no lo descarto, la leyes en altamar no son las mismas que en tierra y más si como dices: Las Vegas se trasladó allí, envíame una foto del certificado, por favor.
Subo a mi auto y lo pongo en manos libres.
— Esto se ve muy real y por lo que estoy leyendo... ¡Logan, te casaste! —chasqueo la lengua.
— No importa, busca la forma de anularlo, no estaré casado, eso si que no, mi madre... —resoplo—, solo encuentra algo, lo que sea para anularlo, yo encontraré a mi esposa.
— ¿Encontrarla? ¿No sabes quién es? —no solo eso, ni siquiera tengo su número.
— De eso me encargo yo, tú encárgate de los vacíos legales —corto la llamada.
Mientras conduzco le marco a un investigador que espero me ayude a encontrar a mi esposita gruñona. No me la creo, de verdad.
— Señor Wallace.
— Dafne Whitte, de Los Ángeles, necesito que la ubique y me envíe todo lo antes posible, número de teléfono, dirección, todo —ordeno seguro.
— Como ordene, señor, apenas tenga todo se lo enviaré —cuelga y resoplo.
Conduzco hasta la casa de mis padres, porque hoy teníamos una cena, Jake; mi hermano mayor, está de viaje con mis sobrinos y no puedo faltar.
Llego y ya escucho a mi madre decir: "Llegas tarde y no vienes acompañado"
Miro mi aspecto en el retrovisor y bajo para ver a mi madre salir.
— Llegas tarde y no vienes acompañado —sonrío y beso sus dos mejillas.
— Hola, mamá, estás bellísima —rueda los ojos y no doy dos pasos que los gemelos viene corriendo.
— ¡Tío Logan! —me aman porque soy fabuloso.
— Logan —miro a Dalton y sonrío.
— ¿Y mi cuñada? —cuestiono mientras me levanto y le doy un abrazo.
— En el sillón, está con nauseas, ya sabes, los embarazos son algo complicado —sonrío y palmeo su espalda.
Mi hermano tiene 4 años más que yo, 35 años, una esposa, gemelos y un bebé más en camino, el orgullo de mi madre.
— Hijo, qué gusto verte —saludo a mi padre.
— Un gusto sería que trajera a una novia. Bruce, hijo, ¿cuándo tendrás una novia o quien dice, una prometida? No me molestaré si es ambas cosas o si incluso hasta nietos llegan —sonrío y ruedo los ojos.
— Mamá, por favor, no hablemos de esto.
— Ella tiene un poco de razón —agrega mi padre y mi hermano solo mira todo incómodo.
— Estuviste 3 años con tu ex novia y ni con ella quisiste casarte, es momento de que sientes cabeza, ya pasas los 30, dejarás de ser joven para ser viejo y sin siquiera una familia —me muerdo la lengua porque su estúpido pensamiento me tiene harto.
— Mejor me iré a saludar a mi cuñada, me cansé de ustedes —me alejo fastidiado.
Ellos no se cansan de insistir y justamente por eso, esto que acaba de pasarme no es para nada conveniente, no les daré el gusto.
.
La tarde con ellos trascurre más tranquila, más cuando toda la atención está en mi hermano, agradezco eso hoy, porque tengo una terrible resaca, me quedo lo justo y necesario para marcharme a descansar, tengo obligaciones que cumplir.
.........
Mi alarma suena y me levanto par ir al trabajo, miro mi casilla de mensajes y aún no tienen los datos de Dafne.
Me concentro en todo lo que debo hacer hoy, mas vale que Coleman no se atreva a faltar, según ella; esta con influenza, pero si no está muriendo, un cubre bocas y su trabajo lo puede hacer. No puedo estar sin asistente, no con todos los pendientes que tengo en la Empresa y las campañas de modelaje que debo hacer.
Ser el CEO de una de las mejores empresas automotrices tiene sus ventajas y también mucho trabajo por detrás, además de que mi profesión de modelo no puedo dejarla, es lo que me dio la fama que tengo.
Voy hasta la empresa y al llegar no veo a mi asistente cerca, tampoco mi café y eso me molesta.
— ¡Coleman! —grito para ver si está por aquí.
— ¡Aquí...! —me volteo.
¡No es posible!