Me siento débil, mis ojos ya no desean permanecer abiertos, intenté arrastrarme y llegar hasta el sitio donde se encontraba Derek, sin embargo, no tengo energía, la vida se está escapando de mi cuerpo y no soy capaz de hacer nada para evitarlo.
Tengo frío, mi cuerpo está temblando de frío mientras mi vista se ha vuelto borrosa.
Ya ni siquiera puedo llorar, no tengo energías como para hacerlo, aun cuando tengo un nudo en la garganta.
Sé que voy a morir, lo sé desde hace varias horas, antes de recibir esta herida en mi vientre, era consciente de que no llegaría con vida a casa, sin embargo, aún cuándo tengo miedo, lo único que le pido a los Dioses es poder despedirme.
Hace años oí que antes de morir, ves toda tu vida pasar ante tus ojos. Yo creía que eran cuentos, pero ahora que estoy al borde de desaparecer de este mundo, lograba ver varias imágenes que viajaban por mi cabeza, unas que lograban hacerme sonreír por el tiempo que pasé al lado de la persona que amo, incluso le agradecí a los Dioses por haberme permitido tener un hijo con él.
No sé quién está detrás de esto, no fui capaz de reconocer su voz, pero asumo que esa persona me conocía y guardaba mucho rencor en su corazón.
A decir verdad, sólo espero que no llegue al punto de dañar a mi bebé, no importa que pase conmigo, simplemente espero que su rencor acabe conmigo y no con mi hijo...
Creo que ya no puedo más, cuando abrí mis ojos observé las ramas de unos árboles, cada vez hace más frío, además para variar comenzó a llover volviendo esta situación mucho más dramática.
Desde que era pequeño, me gustaba leer...
Yo deseaba tener un final como la de aquellos protagonistas, quienes terminaban con personas que amaban prometiéndose amor eterno, sin embargo, mi final es mucho más triste...
Estoy solo…
Me encuentro en un sitio que no conozco y con una herida lo suficientemente pequeña como para no causarme la muerte de inmediato, pero lo suficientemente grande como para saber que no existe la posibilidad de salvarme.
–Por favor...–susurré sin energía– sólo un poco más...
....Narra Harry...
Íbamos corriendo a toda velocidad bajo la lluvia fría de esta noche. Las antorchas casi estaban por apagarse, volviendo nuestro recorrido mucho más complicado.
Estaba perdiendo la cordura, el silencio de la gente me estaba matando, lo único que podía oír eran los pasos de los caballos, mientras todos esperábamos oír noticias positivas provenientes de algún mensajero, sin embargo, cuándo estábamos cerca de una planicie que era rodeada por árboles, a la distancia pudimos ver a una persona recostada bajo la lluvia.
Sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal, todos fueron deteniendo el galope de los caballos, mientras que Derek hacía todo lo contrario, llegando de los primeros y sostenía el cuerpo de mi amigo.
Esta vez había un médico con nosotros, pero para nuestra sorpresa, cuándo nos acercamos y rodeamos el cuerpo de Tyler, este simplemente lloraba mientras sonreía agradeciéndole a los Dioses por tener la oportunidad de despedirse.
–Llegaste...–le decía con felicidad– gracias...
–¡Atiende su herida de inmediato! –le ordenó Derek al doctor.
–No...– lo detuvo Tyler– sólo bésame, ¿sí? –le pedía con debilidad.
Derek lo hizo, lo besó mientras sus lágrimas se mezclaban con la lluvia que empapaba nuestros cuerpos.
Yo apretaba mis labios con fuerza, realmente no quería llorar escandalosamente, pero verlo en casi las mismas condiciones que Johan, me hacía recordar que no fuimos capaces de salvarlos.
Me sentía un inútil, ninguno de mis esfuerzos servía de algo, pues no conseguimos llegar a tiempo…
–Cuida de nuestro bebé...–le pedía.
–No, no, no...– decía Derek sin ser capaz de asumir que Tyler se estaba rindiendo del mismo modo que Johan.
–Te amo... realmente te amo demasiado...–le decía entre lágrimas, antes de darse cuenta de que yo estaba a unos pasos más atrás de Derek– cuida a mi hijo, por favor…–me pidió mientras yo asentía sin ser capaz de hablar– no dejes que nada malo le ocurra...– añadió regresando su vista a los ojos de Derek.
–Tyler, por favor no me hagas esto...– le rogaba Derek.
–Lo siento, mi amor... no podré seguir a tu lado...
Tyler cerró sus ojos después de eso, dejando escapar el último aliento de vida, casi como si estuviese aliviado de haber conseguido despedirse.
La lluvia se hizo más fuerte luego de eso, ahora mismo lo único que éramos capaces de oír, era la lluvia chocando contra el suelo y las desgarradoras lágrimas del rey, quienes abrazaba el cuerpo sin vida de su primera esposa.
Yo entendía su dolor, de hecho, me acerqué y aun cuando no éramos lo suficientemente cercanos, lo abracé por la espalda, compartiendo su dolor mientras me sentía igual de destruido que él.
Entendía lo que se sentía, de hecho, lloraba desgarradoramente al igual que él, sin esperar que este sería el comienzo de un intenso dolor.
Los Dioses nos han abandonado, o quizás, ellos simplemente se están burlando de nosotros por algún pecado del pasado o no lo sé… Ahora mismo, sentía demasiada impotencia y enfado, lo que de paso me hacía creer que ya nada tenía sentido, ¿cómo es posible que haya perdido a la persona que quería, el mismo día que perdí a mi mejor amigo? ¿Por qué los Dioses están haciéndonos esto? ¿Qué clase de karma estamos pagando y por qué duele tanto verlo llorar...?