Caminó lentamente por aquellos senderos que Alexander le enseñó, no quería quedarse en la Mansión, en realidad no quería estar en ningún lado quería que la tragara la tierra, no podía entender porque su vida acarreaba tantas desgracias y ahora tenía a dos hombres peleándose por ella y aún no tenía claro sus sentimientos por ambos. Miró al cielo y observó como lentamente las nubes se volvían oscuras. —Seguramente caería una tormenta— susurró, no le importó y siguió caminando, lo que no contaba era que Ian la estaba siguiendo con la intención de hablar y aclarar las cosas, sin embargo, Katherine también salió detrás de su marido aunque fingía que no le importaba a los celos la carcomían o por eso debía vigilarlo. Samantha se detuvo y encogió los hombros, había llegado a esa vieja cab

