UN AMOR INQUEBRANTABLE

  He oído decir que el conocer una persona o quizás atravesar algún problema, es porque el destino así lo quiso la verdad creo que existe algo más allá que el destino, a lo que le llamaría “Propósito” hay momentos donde llegan personas a nuestras vida, para dejar una huella en nosotros, en mi caso he dejado entrar diferentes personas en mi vida, y muchas me han lastimado, traicionado y también me han enseñado, una de ella fue mi madre que los 40 años dejo este mundo por un cáncer, y tuvo que dejarme solamente con mi padre la persona que más odiaba, desde pequeño nunca estuvo en los momentos más importante de mi vida, mucho menos estuvo en aquellos difíciles momentos donde mi madre estaba muriendo. Pero hubo alguien que llegaría a mi vida para hacerme entender, de que todo tiene un propósito, aquella muchacha la cual le daría un toque especial a mi vida, y es así como comienza mi historia.   Recuerdo aquella primavera donde todo comenzó, era el típico chico popular de la escuela, donde las chicas deseaban estar conmigo, donde era capitán del equipo de futbol y todos quedaban anonadados con el talento que tenia, sin embargo, no era muy bueno en clases, casi siempre reprobaba, no solo eso, sino que mi vida estaba llena de vacíos, donde no tenía muy buena relación con mi papa, aunque intentaba lo mejor de mí, pero no funcionaba.   Aquel 1 de mayo el directo George Williams me llama a su oficina, cuando entro estaba sentado en su silla sosteniendo un lápiz, con un aspecto serio y a su lado estaba el entrenador Jhon con una mirada preocupada.   -Señor Thomas, lo he citado a mi oficina ya que usted no tiene buenas notas, es el único alumno de su clase que hasta ahora le va mal, y en vista de esto he hablado con su entrenador Jhon para que no le permita seguir entrenando hasta que usted apruebe cada uno de los exámenes que tiene retrasado. De inmediato me sorprendí -Director Williams entiendo que no he tenido un buen promedio- solté con preocupación -Pero le pido que no me quite mis entrenamientos, es lo único que me hace sentir bien- Le di una mirada al entrenador -Además estoy por obtener una beca-. -Lo siento señor Thomas- Me dijo el director –Es la única manera de hacer que usted pueda aprobar y así graduarse- Dio un suspiro –Y para eso le voy asignar un mentor, el cual le estará ayudando en cada materia-. -¿Mentor?- Pregunte desesperado – No necesito a nadie que pueda ayudarme- Dije indignado –Yo solo puedo encargarme- Mire al entrenador y le suplique –Ayúdeme usted sabe cuánto amo estar en el campo-. Muy cabizbajo y con mirada un poco entristecida me dijo –Lo siento hijo, es necesario que puedas recuperar cada examen, entiendo que eres uno de los mejores jugadores que tiene el equipo, pero es importante que apruebes para que te gradúes-. Con mirada brusca y tono serio el director continúo hablando haciendo caso omiso a mi repuesta -Señor Thomas, aquí quien toma las decisiones soy yo, así que tendrá un mentor. La razón de esta reunión también se debe, para presentarle a la persona que estará a cargo de usted- Echo un vistazo a la puerta y sonrió orgullosamente –Le presento a la señorita Emma Jones-. Cuando volteo a ver a la tal Emma, quedo pasmado y sorprendido, porque de aquella puerta entra ella, estaba hermosa, su rostro, su cabello, sus ojos, todo no dejaba de brillar, quede mudo por un instante, hasta que me hablo. Con un tono de voz suave y agradable dice - ¡Hola! Mucho gusto, soy Emma, yo seré tu mentora, te ayudare para que logres aprobar cada uno de los exámenes-. De momento reaccioné diciendo sarcásticamente –Lo que faltaba ahora tú serás mi niñera- Me reí con ironía. Golpeando su escritorio el director Williams llamo mi atención -Señor Thomas tenga más respeto, la señorita Jones es la más destacada de nuestro instituto, por lo tanto, la he escogido para que ayude a cada alumno como usted que han reprobado- Se levantó y continuo –Pueden retirarse de la oficina-. Al salir me dirijo a ella diciendo un poco avergonzado - ¡Hey! Emma disculpa lo que he dicho, no fue nada serio-. -No hay problema- Me respondió tranquilamente –Solo te pido que tomes esto en serio, así que desde mañana comenzamos a estudiar-. - ¿Mañana? - Pregunto confundido –Tengo que estar en el campo de futbol, para un chequeo y poder obtener una beca-. Con un tono muy serio me dice –El director Williams no dejara que lo hagas, y si llegas a faltar mañana hablare con él y no te ayudare, así que te esperare mañana en mi casa, a las 3 p.m. sin falta-. Me lo dijo con voz autoritaria. Abrumado y sorprendido le dije con una respiración profunda -Okay, nos vemos mañana- Quedándome sin palabras. De pronto siento que tocan mi hombro derecho, sacándome de mi ensimismamiento, era Jack mi mejor amigo –¡Hey! Thom ¿Qué tal fue con el director Williams? -. Con un suspiro le respondo –No me fue del todo bien, tendré que dejar los entrenamientos por unos días-. Muy sorprendido pregunta - ¡Qué! ¿Y eso a que se debe? -. Con la mirada abajo y un poco desanimado le respondo –Voy mal en clases, de hecho, me asigno un mentor, es una chica se llama Emma-. Con una mirada de confusión y con risa me dice –En serio un mentor, ¿Y quién es esta Emma? -Lo mismo dije, no sé lo que puedo decir es que me ha cautivado-. En forma de chiste me golpea y dice –No me digas que te ha gustado-. Apenado y nervioso le respondo –No no, es solo que hay algo diferente en ella-. De manera sarcástica y con risa me dice -Concéntrate además tu estas saliendo con Britanie, si ella se entera se pondrá como un ogro-. -No salgo con Britanie además no es mi tipo de chica- Digo exasperado –Al contrario, Emma es diferente, cuando la vi cruzar esa puerta comencé a sentir cosas que sin duda no había sentido antes- Volviendo a la realidad y sacándome de mi mismo le dije –En fin, volvamos al campo, nos esperan para entrenar- Pensando que sería mi último entrenamiento por una temporada. Jack es mi mejor amigo desde la niñez crecimos juntos, sus padres Bruce y Verónica Smith han sido parte de mi familia, incluso Jack y yo tenemos la misma edad (17), aunque soy mayor que el por dos meses, por supuesto su hermana menor Madison de 12 años la quiero como si fuera mi hermana, ya que soy hijo único, a ambos los aprecio y me dirijo a ellos como un hermano. Unas horas más tardes… Al llegar a la iglesia me encuentro con mi mejor amiga Megan me saludo y me da un fuerte abrazo, y me pregunta - ¡Hola! Emma ¿Qué tal te ha ido con el señor Williams y con el guapísimo Thomas? - ¿Guapísimo? - -Anda vamos ambas sabemos que es atractivo-  Las chicas están vuelta locas por él. Poniendo los ojos en blanco doy un pequeño suspiro –Bueno si, no lo puedo negar, no solo es atractivo, también es arrogante y orgulloso, quizás lo pude notar en la forma como hablaba- continúo hablando –La reunión estuvo bien, crees tú que el atrevido me llamo que sería su “niñera”- Le hice un gesto con los dedos. Megan se ríe sarcásticamente diciendo –Lo más seguro es que podría haberte coqueteado, quizás así es su forma de hacerlo- Me guiña el ojo. Agito mi cabeza diciendo –No, no creo que alguien como él se fije en una chica como yo, además el sale con Britanie, y ambos hacen una pareja perfecta-.  Megan me lanza una mirada exasperada –No digas eso, eres hermosa, yo diría que alguien como él no estaría a tu alcance, mírate eres talentosa e inteligente, la mejor de tu clase, por eso siempre te escogen para que ayudes a otros, destacas entre todas las chicas-. Sonriéndole apenada -Gracias por el cumplido- continuo –Quede en verme mañana con él, estaremos estudiando, lo he invitado a mi casa-. Megan me lanza una mirada picara y entramos al servicio. Emma y Megan son grandes amigas, se conocieron en la iglesia hace 3 años, Megan es un año mayor, Emma tiene 16. Aunque Emma para su edad es muy madura y centrada en las cosas que ella quiere, es muy inocente no ha tenido novio, nunca ha ido a una fiesta, mucho menos a viajado sola, en vacaciones suele ir a una cabaña que el señor Richard tiene a las afuera de la ciudad, sin embargo, Megan a pesar de asistir a la iglesia a veces suele ir a fiestas, ir de viajes con su novio Brad, Megan siempre trata de sacar a Emma de su rutina diaria, aunque ella poco le gusta. Al día siguiente… El GPS me ha llevado a la dirección exacta que me ha enviado Emma al teléfono, me estaciono al frente de su casa, salgo del auto, me dirijo a la puerta y toco el timbre. Al abrir la puerta me encuentro con un señor de mediana edad sonriente que me pregunta. - ¡Hola! Buenas tardes, ¿Qué desea? – Estando un poco nervioso le digo - ¡Hola! Soy Thomas, busco a Emma quedamos en estudiar a esta hora-. - ¡Ah! Así que tú eres Thomas, un gusto conocerte soy Richard el padre de Emma- Me dice amablemente –Mi hija me ha hablado de ti-. Con mi mano temblorosa le extiendo un saludo - ¿En serio? - Pregunto sorprendido. -Si, dijo algo de que estudiarían juntos- Adentrándose a la casa me invita a pasar. -Gracias señor Richard, que linda casa tiene-. -Por favor no me digas señor, solo Richard-. Me giña el ojo. -Vale está bien-. -Ya Emma esta por bajar, ¿Deseas algo de tomar? - Me pregunta amablemente. Niego con mi cabeza –No gracias estoy bien-. Veo llegar a una señora simpática y de buen parecer y escucho al señor Richard decir –Hola cariño, ¿Cómo te ha ido? - Hace un gesto con su cabeza hacia mí –Él es Thomas amigo de Emma-. Acercándose al señor Richard y tocando su hombro –Hola mi vida, me ha ido bien- Con una mirada seria se dirige hacia mí –Así que tú eres el famoso Thomas, eres el primer chico que mi hija trae a casa-. Avergonzado abro mis ojos como plato –Si soy yo, es un placer conocerla-. -Me llamo Elizabeth, pero prefiero que me digan Liza- Me guiña un ojo. De pronto Emma entra en la sala interrumpiendo la conversación –Mamá, Papá ya dejen de abrumarlo- Se ríe. -Solo nos estamos conociendo-. Le dirige una mirada al señor Richard y con un gesto le dice –Los dejaremos para que estudien-.  -Sí, sería lo mejor- Contesta Emma –Hola Thomas- Se dirige a mí con entusiasmo –Disculpa a mis padres, por ser hija única tratan de cuidarme siempre- Dice suspirando. Sonriendo contesto –No hay problema, te entiendo yo también soy hijo único-. - ¡Oh! Vaya, pensé que podrías tener otros hermanos. Sacudo mi cabeza –No, bueno Jack es mi mejor amigo y lo considero como un hermano, al igual que su hermana menor Madison-. -Que tierno de tu parte verlos de esa manera-. -Si la verdad, desde el día de la muerte de mi madre la familia Smith estuvo pendiente de mí, y estoy agradecido con ellos-. Muy asombrada y un poco apenada me dice –Vaya lo siento mucho, no puedo imaginar lo que es perder a un padre, seria trágico-. -Lo es- Contesto y cambio la conversación rápidamente –Bueno vamos a lo que vinimos, necesito aprobar los exámenes, para obtener la beca-. -Si comencemos, es importante que logres aprobar-. Mientras me enseñaba no podía concentrarme muy bien a causa de lo nervioso que ella me hacía sentir, había algo en ella que provocaba que mi corazón latiese rápidamente, era tan diferente a las demás chicas podía percibir en ella alguien cuya vida tenia visión y metas, algo por lo cual trabajaba era aplicada, talentosa, inteligente y segura de sí misma. Era eso lo que necesitaba en mi vida, pero como podría ella estar con alguien como yo, lleno de problemas, sin visión ni metas, lo único que anhelaba era ser un jugador profesional de la NFL. En ese momento me di cuenta que era Emma el tipo chica que me gustaría estuviera a mi lado. Su cabello de color castaño claro, lacio con ondas al final, que le hacían lucir hermosa, su suave mirada dulce y azul, su pequeña nariz, y esa sonrisa dulce e inocente que fue lo primero que me cautivo, su piel delicada como porcelana, sin duda alguna comenzaba a gustarme. Sacándome de mi ensimismamiento, Emma me mira y pregunta - ¡Hey! Thomas ¿Estas entendiendo? – Nervioso le digo –Si, si algo-. -Okay, necesito que te concentres, quiero que salgas bien-. Expresa en tono preocupado. -Trato de hacerlo en serio-. Irrumpiendo en la sala el señor Richard llega y se dirige a Emma –Debemos irnos, hoy tendremos servicio y debemos estar a tiempo-. -Si ya estamos listo por hoy-. Interesado pregunto – ¿Así que asiste a una iglesia? -. -Si mis padres son pastores y fundadores de iglesias, yo estoy encargada de los jóvenes, me gusta ayudarlo y compartir de Dios con ellos-. -Vaya que interesante, nunca he ido a una iglesia, quizás algún día podría visitar la iglesia de tus padres-. Con asombro y maravillada contesta - ¡Oh! Genial, quise decir que sería agradable que fueras, estoy segura que algo Dios tiene para ti-. Decepcionado respondo - ¿Algo?, lo que tenía ya me lo quito, que era mi madre-. Muy segura de sí misma responde –Sí, estoy segura que algo especial Él tiene para ti, y con respecto a tu mamá, sé que no es fácil, pero puedo decirte que todo tiene un propósito, estoy segura que ahí tus dudas serán contestadas-. Un poco entristecido y enojado le digo –Okay si así lo dices-. -Estoy totalmente segura de eso-. Ya terminando nuestra conversación se despide –Bueno hasta aquí finaliza nuestra primera lección, seguiremos mañana en la escuela ¿Te parece?, o ¿Tienes algún otro lugar? -Claro está bien gracias por ayudarme, la he pasado muy bien contigo- Dándome cuenta de lo que he dicho, le digo –Me refiero a tu enseñanza-. Sonrojada contesta –Lo mismo digo, hasta mañana Thomas-. -Thom, dime Thom como mis amigos lo hacen, ¿Qué te parece si mañana estudiamos en la cafetería que está a unas cuadras de la escuela? -. -Vale está bien Thom, nos vemos allí a la misma hora de hoy-.   Con gran dificultad escondí mis nervios, mis manos sudaban mientras le explicaba, por primera vez estuve tan nerviosa explicándole matemáticas a una persona, aunque no puedo negar que el estar a su lado ha sido especial. No puedo sacarlo de mi mente, creo que me equivoque al pensar que es arrogante y orgulloso, sin duda es amable creo que su personalidad me ha gustado, es el chico que toda chica quiere. Es apuesto, fuerte, atlético, su cabello n***o azabache y liso, aquellos profundos ojos color verde que intimidan, su nariz perfilada, esa sonrisa que me deja tonta, ¡Oh por Dios! Es el tipo de chico que llama mi atención. Pero, hay un pequeño detalle, mis padres no estarían de acuerdo que estuviésemos juntos, somos polos puesto, además el no estaría con una chica tan aburrida como yo, así que no puedo hacerme ilusiones y dejare de pensar tonterías, debo decirle a Megan lo que siento. Al llegar a la iglesia visualizo la ubicación de Megan, e inmediatamente corro a sentarme con ella para comentarle lo que ha pasado el día de hoy. - ¿Entonces te gusta? - Me pregunta Megan con sonrisa pícara. - Si, no- Contesto nerviosa -En realidad llama mí atención-. -Entonces podríamos decir que tal vez allá una posible oportunidad entre ustedes, ¡Oh! Que emoción- Lo dice con entusiasmo. Muy sonrojada la miro como ojos de plato –No creo que yo sea su tipo, además somos diferentes-. Con su mirada seria e inquietante me dice – ¿Acaso tu sabes lo que él puede sentir?, recuerda lo que tu papá dice, todo tiene un propósito, quizás a llegado a tu vida para enseñarte algo y para que tú le enseñes a el-. Con la mirada al suelo y moviendo mi cabeza le digo –Tienes razón, además hoy lo noté un poco serio cuando le dije que Dios tiene algo especial para él, es una persona cerrada y un poco misteriosa a la vez-. Un poco sorprendida Megan responde –A lo mejor le ha tocado vivir momentos difíciles, a parte la muerte de su madre es un golpe duro y difícil de afrontar, tal vez por esa razón él se comporte de esa manera-. -Puede ser esa la razón por la cual vaya mal en clases, y toma los juegos como modo de desahogo, quisiera ayudarlo-.  Le expreso a Megan con preocupación. -Exacto dimos en clavo, pobre de él, necesita ayuda, tengo una idea- Expresa Megan con iniciativa - ¿Qué te parece si lo invitas a salir?, de esa manera podrá distraerse y abrirse-. -Sin duda sería una gran idea-. sonrío con alegría.           -Así tendrán la oportunidad de conocerse mejor- Con una mirada de picardía me expresa Megan. -Mañana estaré con él en caffe vittoria estudiando, podría aprovechar el momento para invitarlo a cualquier parte- Pienso por un momento y continuo –Pero no quiero ir sola con él, así que tu iras conmigo y puedes decirle a Brad-. - ¿En serio debo ir? – Me lanza una mirada fulminante. -Si, además mis padres no me dejarían salir sola con el-  Con una mirada cansada continúo diciendo –Recuerda que, por ser hija única, me cuidan como no tienes idea-. Con mirada seria y sonrisa de villana dice –Okay, tu ganas, pero los dejaremos solos-. Se abren mis ojos y se corta la respiración. En ese momento comenzó el servicio y cortamos la conversación.