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Todo estaba increíblemente bien hasta que han tocado el timbre de mi casa.
¿Quién demonios toca el timbre a las nueve de la noche?
¡Estoy viendo maratón de The Vampire Diaries!
De seguro mamá nos obligará a bajar, porque tal vez sean nuestros nuevos vecinos. Sí, tenemos nuevos vecinos. Y es la casa de al lado, se mudaron hoy por la mañana, pero como mis padres están todo el día en su trabajo, y vuelven más tardar a la seis de la tarde, sólo lo sabemos mis hermanos y yo.
Ignorando que hayan tocado en timbre, sigo viendo el maratón de mi serie favorita. Me encanta que Elena y Demon estén juntos, con que tal vez también Elena haga una buena pareja con Stefan. Pero Demon es aún más atractivo, y junto a Elena, se ven increíbles.
Sigo metiendo palomitas a mi boca, disfrutando del gran capítulo que ando viendo. Y luego suena mi celular. Lo tomo, viendo un mensaje de mi mejor amiga.
Crystal: Desearía que estuvieras aquí :(
Crystal se ha ido de viaje con su hermano mayor, me habían invitado, pero mis padres se negaron, no querían dejarme a manos de los hermanos Bowers. Son desastrosos e irresponsables, y lo entiendo, yo tampoco quería ir.
Se ha ido una semana, y vuelve en tres, extraño que esté aquí, pero una salida con mis hermanos, me hace olvidar que mi mejor amiga esté fuera del país mientras.
Jazmín: Yo también te extraño.
Luego dejo el teléfono sobre algún lado de la cama, y vuelvo a fijarme en la televisión.
Y de repente escucho el grito de mamá.
—¡Jazzie, baja ahora!
Había tardado mucho en llamarme, y me llamó sólo a mí. Supongo que mis hermanos ya estaban abajo en la sala. Refunfuñando,me pongo mis pantuflas, y salgo de mi habitación dando un portazo. Bajo las escaleras lo más tranquila que puedo, y al llegar a la sala mi vista se encuentra con personas desconocidas.
¿Es que esta gente no tenía nada que hacer a esta hora o qué?
Camino hacia ellos con pasos cortos, odio tener que presentarme.
—¡Jazzie, cariño!—Ruedo los ojos—Déjame presentarte a nuestros nuevos vecinos.
Me dirige hacia la sala completamente, veo a mi hermana en el sofá ignorando a todos en su móvil, y mis dos hermanos vayan a saber dónde están. Me encuentro con una señora que parece tener más edad que mi madre,su piel es blanca, y tiene un bonito cabello
rubio. Unos ojos azules hermosos, y una sonrisa delicada. A su lado se encuentra quién creo que es su esposo. Lleno de tatuajes a los lados de sus brazos, y sus ojos son marrones, y un cabello n***o azabache alborotado. Y a su otro lado, se encuentra un chico cómo de la edad de mis hermanos.
Se ve que es alto,y sus músculos se notan a través de la camisa que usa. Su mirada se encuentra justo con la mía, haciéndome erizar mi cuerpo completo. Unos ojos azules esmeraldas muy hermosos, me atrapó. Me cautivó. Su cabello rubio le da un aspecto muy sexy.
Mi mamá sigue caminando hasta que estamos completamente frente de aquella familia.
—Esta es mi hija Jazmín. —Me presenta— Jazmín, estos son nuestros nuevos vecinos de al lado.
Yo,sonrío de la manera más amable posible. La señora se levanta del sofá para darme un abrazo, junto a un beso en la mejilla.
—Soy Jacqueline Thomas —Se presenta—. Pero puedes llamarme Jackie.
Asiento,aún, con una sonrisa en el rostro.
¿Por qué?
No lo sé.
—Un gusto. —Es lo único que me limito a decir.
—Este es mi esposo Brandon —Señala al señor a su lado— Y mi hijo Brennan.
Vuelvo a dirigir mi mirada a aquel chico,ahora llamado Brennan. Él me ve, y me sonríe, y le devuelvo una sonrisa aún más grande. Dios, que es todo un Adonis en persona.
—Un gusto, Jazmín. —Dicen los dos hombres al mismo tiempo.
Yo asiento. —El gusto es mío.
Luego de eso, voy al patio trasero,sacando el teléfono inmediatamente para marcarle a Crystal, pero alguien me saluda detrás de mí. Bueno, no es alguien, es Brennan.
—Hola.
Escucho que dice, y me volteo encontrándome con aquellos hermosos ojos.
De nuevo vuelvo a sentir como mi piel se eriza.
—Hola. —Le digo yo ahora.
Él carraspea un poco, y camina más hacia mí, pero dejando un distancia cómoda entre nosotros.
—¿Estás en la Universidad cerca de aquí, no? —Me pregunta,tranquilo.
Tiene una voz tan ronca y sexy, que a cualquiera mujer se le caerían las bragas con tan sólo escucharlo.
—Sí —Respondo— La Universidad Wellers.
Él asiente.
—Mañana iré a... Presentarme. —Dice un poco incómodo, rascándose la nuca, señal de que está nervioso, se ve realmente tierno así. Esperen, ¿qué dije? —¿Podrías, mmm, acompañarme?
Esa pregunta me toma por sorpresa.
Tal vez pueda acompañarlo, es nuevo aquí. O eso creo.
—Ya sabes, soy nuevo aquí, y...
—Está bien. —Respondo tranquila. —Puedes pasar por mi en la tarde.
El sonríe y asiente.
¡Jesús sin camisa!
Que guapo.
—De acuerdo, adiós.
Y se va.
Me parece un chico realmente tierno, y hermoso.
No un idiota cualquiera.