Capitulo 3

2145 Palabras
Harley. —Mi Dios amado, ¿Qué hice?. —voy a mi baño rapidito cerrando con llave y cuando me veo al espejo no me conozco, esa mujer no soy yo, los pelos todos desordenados, toda mi boca y alrededor roja—. ¡Como puedo estar asiiii...! ¡Que desastre!. —después de perfumarme salgo acomodándome la ropa y me siento buscando tranquilidad y calmarme, tocan la puerta asustándome, no sé qué hacer, porque si es Javier me da un ataque. —¿Harley?. —Pasa... —Lizandro entra sonriendo—. Buenas. —Permiso... Venia a traerte estos papeles que están mal, son de Adolfo. —¿Si?, crei que le había llevado los de él. —vemos a la puerta cuando entra Javier con los papeles en la mano. —Traje... —Ah, yo igual. —Lizandro se sienta y yo me paro enseguida viendo a Javier que lo mira a Lizandro—. Gracias por traerlo... Sino iba a buscarlos igual. —Si... —Javier me mira muy serio—. ¿Mucho trabajo Harley?. —Bastante, tengo que terminar muchas cosas que tengo atrasadas. —Ya me voy. —Esta bien, tengo mucho trabajo. —Yo igual me voy. —salen los dos pero Javier mete la cabeza—. Ojo. —¿Eh?. Lo que resta del día mantengo la calma, trabajo como un robotito el cual estoy acostumbrada y no salgo de mi oficina, tomo las horas extras que puedo que consiste muchas veces en llevarme el trabajo a la casa y traerlo hecho, que prefiero eso a estar aca, porque en mi casa pongo música, en remera, bombacha y pantuflas, sentada en el sillón es mucho mas cómodo que aca, porque me saco los zapatos entra alguien y parece que es justo cuando uno esta mas desaliñada. A la hora de irme junto mis cosas, mi computadora que pongo todo en una bolsita de tela, cierro con llave y voy a esperar el ascensor sonriéndole a todos los que van pasando que son pocos, todos salen de trabajar a las cuatro de la tarde, yo salgo a las seis, pero es por voluntad y por el dinerillo extra que llega a mi cuenta bancaria, en realidad recibo dinero de todas partes y mis hermanos me dicen avarienta, yo digo cuidar mi patrimonio, quiero que mi jubilación sea con volumen, y a parte recibo dinero en mis cumpleaños y una buena cantidad, y mi papá me da el cinco porciento de sus ingresos y el cinco de los ingresos que le da mi abuelo por ser hijo ya que mi abuelo reparte sus ingresos mensuales de la empresa, él ya no trabaja hace muchos años, esta grande y se dedica a vivir lo ganado, viven de viaje con Anni y reparte lo otro, dice que para qué quiere seguir teniendo ingresos si con lo que tiene hasta nos va a dejar una herencia enorme, y prefiere repartirla en vida, asique todos sus hijos y nietos poseemos una parte de sus ingresos, no me duele, le vi una vez su cuenta bancaria y no, no me duele para nada. —Uufff. —me subo contenta al ascensor hasta que sube Javier que mueve a los que están y hasta a mi poniéndose detrás mío, me giro pero me envuelve por la cintura apretándome hacia él—. ¿Qué haces?. —Por las dudas. —no digo nada donde una chica se da vuelta a vernos, bajan todos en la planta baja y solos nosotros dos a la cochera, solo los jefes, familia y cargos altos tenemos lugar en la cochera—. Harley... —me da un papel que lo miro enseguida—. Mi dirección, me gustaría que vayas en la noche. —Bueno, eh... —alzo el papel sin saber qué decir. —Ve por favor... Sino voy a tu casa, no tengo problema. —Voy yo... ¿a qué hora te parece bien?. —sonríe sacándose la corbata. —Por mi ve ahora, pero a la hora que quieras. —¿A las ocho?, asi vuelvo a mi casa a las diez u once porque tengo trabajo que hacer, —Eh, si. —deja de sonreír enseguida—. Te espero. —Nos vemos. —de camino a mi casa pasé a una farmacia, me cuido con pastillas por el tema del descontrol hormonal que tengo, pero de nuevo ese error no lo voy a cometer, asi que me baño y busco ropa cómoda. Mamá—. Hola hija, ¿ya saliste de trabajar?. Harley—. Hola mami, si, acabo de llegar, me bañé y me estoy preparando unos mates. Harley—. ¿Ustedes qué hacen?. —saco pan para tostar y una palta. Mamá—. Estamos merendando tambien, compramos las facturas que te gustan pensando que venias. Harley—. Uy, es que tengo mucho trabajo mami, esta semana es tremenda porque comienzan las vacaciones, y si quiero irme tranquila a pasear tengo que terminar todo. Mamá—. ¿Y porqué Ezem tiene menos trabajo que tu?. Harley—. Porque el esta en otro departamento ma, y papá trabaja bastante, no es que el tio no lo haga pero a nosotros nos llega mas papeles legales, tenemos problemas con los pagos ya que se saturó la pagina y tengo que revisar todo papel por papel. Mamá—. Bueno, espero termines pronto y al menos vengas a cenar. Harley—. Ni loca, de aca a que llego a mi casa ya me tengo que levantar, mañana vengan ustedes después de la iglesia. Mamá—. Bueno, pesada. Mamá—. Papá dice que hagas carne mechada que le encanta como lo haces. Harley—. Dale, dile que si, hago mañana y a penas lleguemos de la iglesia y comemos. Oddi—. Buenis, ¿Cómo andas?. Harley—. Holis, todo bien, ¿ustedes?. Oddi—. Bien, ando media como rara, adolorida, ¿Qué hiciste?. Harley—. Nada, ¿Qué podría llegar a hacer?, —pongo un huevo a hervir y saco fruta para picarla. Oddi—. No sé, acostarte con alguien por ejemplo. Harley—. Creo que te tomas demasiado enserio el ser gemelas y que la otra siente lo que la otra. Oddi—. Cuando entre en trabajo de parto me lo niegas. Harley—. Cuando nos veamos hablamos. Oddi—. ¿Lo hiciste?, dímelo al menos. Harley—. Si, lo hice. Oddi—. AAAAGGGG Oddi—. Mas vale me cuentes todo perra. Harley—. Si perrita, te cuento todo. Oddi—. Con detalles, como yo te conté. Harley—. SI ODDETTEEEEE, TE CUENTO TODO. Trabajo comiendo la merienda y el papel con la dirección de Javier me hace temblar, no sé qué hacer, me da miedo ir y tener algo mas, intimo, lo que hicimos en la mañana fue magnífico, me encantó, no crei jamas que se sintiera asi, Oddi me decía, debes animarte, es algo que no se puede describir de lo rico que es, y yo le decía y le digo que no me diga esas cosas de Isaac y su respuesta, con el que sea que lo hagas y creas que es el indicado lo vas a disfrutar, solo abre la mente Harley. ..................... Llego a la dirección y es una casa, una vez estuve por aca hace años, en una reunión de jóvenes traje a unas jovencitas, no a este barrio pero cerca de aca, ya no viven ahi pero si, me pareció un barrio muy lindo, estaciono en la vereda bajando con la bolsita de la farmacia y golpeo las manos, es una casa grande para una sola persona, no sé si alquila o es de él, pero una linda casa por lo que veo, un pequeño patio adelante muy bien cuidado, mi papá me insiste en que debo comprarme una casa, porque vivo en un pequeño complejo donde soy dueña, pero él insiste en una casa, que debo tener una casa grande y mas espaciosa, porque cuando me visitan quedamos incómodos. —Hola... —Ay, espérame... —sale a abrirme en pantalones cortos, sin remera y chanclas—. Pensé que me ibas a dejar plantado. —¿Estas con gente?. —No Harley, estoy solo, no tengo pareja ni amiguitas... —cierra el portón con llave y espero que entre primero—. Pasa por favor... Estaba trabajando un poco. —Estamos iguales... —cuando entro hay un living con un tele grande apagado, un comedor con seis sillas, una cocina abierta que se nota esta en remodelación, y por lo que veo dos dormitorios—. Que hermosa casa. —Gracias, la estoy reformando. —¿Es tuya?. —Si, es mía. —Noooo, que bueno. —sin saber qué hacer agarro su mano apretándola—. Que gran logro Javier. —La verdad que si, estoy muy feliz. —Mas vale que debes estar feliz, muchas felicidades... —Gracias, ¿Qué tienes ahi?. —Pasé a la farmacia por preservativos... —sonríe recibiendo una cajita que compré. —Yo tengo... —sonríe alzando las cejas—. Estos son chicos. —¿Y qué significa eso?. —Que no me andan. —frunzo las cejas por eso—. Yo tengo los que me van bien. —En la escuela la chica se puso uno hasta aca. —hago referencia hasta mi codo—. No seas fanfarrón. —De verdad. —se rie con diversión—. Lo digo de verdad, si me pongo esto se me va a salir y se te puede quedar adentro, ¿vas a ir a la guardia a que te lo saquen?. —Ni loca. —Bueno, es por eso. —Y uno mucho mas grande también puede pasar. —Siempre usé los mismos y nunca pasó nada. —Entonces para la próxima lo voy a tener en cuenta. —No hace falta que los compres, yo me encargo de eso. —estira la mano y yo le doy la mía—. Ven, dijiste que debes irte temprano, no tenemos mucho tiempo. —No, no tenemos mucho tiempo. —me lleva de la mano hasta su habitación, es una bastante grande, y muy fría—. Viniste con ropa comoda. —Si, es mi ropa de casa, no voy a pasar a ningún lado. —No... No vas. —me abrazo sola cuando quiere sacarme la remera—. ¿Qué pasa?. —¿Puedes apagar la luz?. —No, quiero verte. —Si no apagas la luz no hago nada, apágala por favor. —Bueno... ¿La lampara esta bien?, sino no vamos a ver nada de nada. —La lampara si. —Listo... Dándome besos acariciando mi cuerpo dándome muchos escalofríos, me saca todo de arriba acostándome en la cama, se sube arriba enseguida sin dejar de besarme y apretarme por todos lados, me gusta como me va apretando y gimiendo sobre mi cuerpo. Se arrodilla asustándome, me parece un hombre muy grande, y mas me asusta cuando me saca la ropa hasta con violencia, respira tan fuerte que sinceramente me esta asustando. —Ahi, quédate quieta... —Espera... Javier para... —Ya casi. —Nooo, paraaaa. —se alza jadeando, lo empujo luchando con salir de abajo de él—. Para, no quiero seguir... —agarro mis cosas desesperada, el sigue en la cama arrodillado—. Me voy... —Harley... —salgo de su habitación poniéndome la remera temblando—. ¿Qué pasó?. —No puedo... Nooo, no me toques. —Dime qué pasó... Viniste para esto y ahora me dices que no, algo pasó. —No... Que venga no quiere decir nada, si digo que no es no. —Si, dijiste que no y no voy a insistir, pero dime qué pasa. —Me... Me quiero ir, por favor abre el portón. —Si, obvio. —parada al lado del portón con solo la remera puesta y las llaves en la mano tiemblo—. Perdona si reaccioné de una manera que no te gustó Harley, nunca fue mi intensión que te sientas mal. —salgo apretándome toda porque siento que me va a agarrar de atrás—. Discúlpame... Harley, no quise hacer nada. Desde el auto veo como queda parado en la vereda viéndome ir, y voy llorando, porque me dio muchísimo miedo, mucho miedo, me sentí tan indefensa, vulnerable y no me gustó eso, me dio terror, sentí que si le decía que no quería, él igual iba a seguir, por un momento me vi siendo una mas de todas las que sufren una situación asi y no les aceptan un no, y tonta por ir, nunca mas unas cosa, nunca mas. . .
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