CHANTAL
Lo único que quería en ese momento era quitarme esas malditas ganas de él.
No quería pensar en nada más, y siendo honesta, me importaba un cara**jo si mi papá movía los hilos para hacer que Regina y Zane se comprometieran. Este hombre frente a mí no era alguien que se dejara doblegar con facilidad. Algo en mi interior me impulsaba a confiar plenamente en él.
Sentí sus brazos rodear mi cuerpo con suavidad y salvajismo al mismo tiempo. Sentí cómo la tela de mi vestido caía a nuestros pies. A medida que íbamos caminando a trompicones rumbo a la sala, que era el lugar más cercano de la casa. No pude mantener las manos quietas y me lancé directo a los pantalones de algodón que estaba vistiendo.
— Tenía muchas ganas de ti —. Me susurró al oído—. Sabes tan bien que es imposible no que
