Lily no esperaba cosechar mucho, pero al menos quería saber por qué él era tan diferente en todos los sentidos. - ¿Por qué quieres saber tanto? ¿Qué te traerá esto? Dijo enojado. Volvió a guardar el pastel en el frigorífico, listo para poner fin a esta conversación. - Solo me preguntaba y me pediste que lo preguntara. Se oscureció segundo a segundo y esta noche ella sabía que no obtendría nada. - No quieres hablar de eso, lo entiendo. Finalmente la miró, poniendo sus manos sobre la encimera. - Realmente no quiero hablar de eso. Afirmó con voz profunda y matizada. Es hora de irse a dormir, Lily. La ayudó a levantarse del mostrador y la acompañó de regreso a su habitación. Él le puso su gran mano en la cara y la besó en la mejilla con insospechada suavidad. - Buenas noches mi pequeñ

